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Reseña – Lamb (Cordero)

Bien suelen decir que cada quien encuentra la felicidad a su propia manera. Para María e Ingvar, un matrimonio que habita en una remota granja en los campos de Islandia, la alegría llega a su hogar de forma inesperada cual obsequio navideño. Una señal divina que les brinda la oportunidad de nuevo comienzo. De corregir los errores del pasado y soñar con un futuro próspero. De formar un vínculo familiar estrecho, anclado fuertemente en el amor y la confianza.

Tras asistir en el dificultoso parto de una de las ovejas de su rebaño, la pareja logra salvar a la moribunda cría: una corderita a la que nombran Ada. Consternados por su bienestar, estos deciden llevarla a su hogar para darle un cuidado especial, sin importarles separarla de su madre, quien bala desesperada por tener a la recién nacida a su lado. Ingvar desempolva una vieja cuna que guardaban en el granero, mientras María prepara unos biberones con leche para amamantar a la pequeña. De pronto, sin imaginarlo, Ada se convierte en un integrante más de la familia, llenando de gran júbilo a los orgullos padres adoptivos.

Mitad oveja y mitad humana, Ada comienza a cuestionar no solo su propia naturaleza, sino también las intenciones de María e Ingvar, quienes parecieran esconder un trauma del pasado que no han logrado superar. Al mismo tiempo, las mascotas – un perro y un gato – observan a la pequeña con cierto recelo, ya que ésta es ahora el centro de atención de la casa. La llegada de la primavera vaticina un cambio importante y radical. Sin embargo, la belleza de los paisajes nórdicos y la esperanza de un nuevo inicio se ven interrumpidas bruscamente ante el arribo de Pétur, el cuñado de la protagonista, y la constante e incómoda presencia de la verdadera madre de Ada, quien no descansará hasta re-encontrarse con su retoño.

Lamb (Cordero), ópera prima del realizador Valdimar Jóhannsson, es un relato al mero estilo de A24 que más que horror nos ofrece un introspectivo, y tal vez demasiado enigmático, drama familiar con una pizca de elementos del folklore islandés. Carente de diálogos, la cinta se vale completamente de sus inquietantes atmósferas para transmitir las complejas emociones que cada uno de sus personajes esconde debajo de su aparente fachada de felicidad. Humanos con piel de oveja interpretados con gran convicción por Noomi Rapace, Hilmir Snær Guðnason y Björn Hlynur Haraldsson.

Por un lado, podemos observar la película como un simple cuento aleccionador sobre la obstinación del hombre por jugar a ser Dios e ir en contra de las leyes de la naturaleza, provocando la ira de ésta, quien no solo se encarga de re-establecer el balance perdido, sino también de recordarnos nuestro lugar en el mundo. Por otro, Lamb también podría interpretarse como una fábula bíblica vista a través de un fascinante prisma islandés. Un cordero nacido en Navidad, mitad humano y mitad deidad, que llega a la Tierra como un regalo y una promesa de paz y felicidad, que al principio es visto con asombro e incredulidad, pero que logra convertir hasta los corazones más duros llenándolos de un amor incondicional.

Aunque su abrupto final termine dejándonos con más interrogantes que respuestas, así como con un sinfín de probables explicaciones, Lamb es una experiencia hipnótica, inmersiva y, sobre todo, original. Un debut cinematográfico arriesgado e interesante que pone en la mira a Jóhannsson, y que continúa posicionando a A24 como la distribuidora por excelencia de relatos que llevan el género del horror hacia distintas y nuevas direcciones.

Título original: Lamb (Cordero)

Año: 2021

País: Islandia, Suecia, Polonia

Dirige: Valdimar Jóhannsson

Con: Noomi Rapace, Hilmir Snær Guðnason y Björn Hlynur Haraldsson

1 comentario

  1. Para mi la película refleja la depresión y el grado de locura al que te puede llevar el dolor por la pérdida no superada de un hijo, sobre todo viviendo en un lugar tan frío e inhóspito, lejos del contacto humano, al grado de humanizar a un animalito de otra especie. Es decir, lógicamente entiendo que el bebé nacido de la oveja y al que ellos adoptaron, era en realidad un bebé oveja normal al cual ellos veían en su imaginación con cuerpo humano, como un recurso mental para tratar de suplantar a su hija perdida y disminuir el dolor que eso les causaba, además de volverlos a unir como pareja. Su mente les pedía esa transgresión de forma humanoide para sobrevivir al dolor. Sin embargo, el padre no soporto más, así que su muerte, considero fue en realidad un suicidio que lo libró de la locura en la que se hallaba. Asimismo, esto explica la tranquilidad observada en la protagonista al final tras la muerte del esposo y la huida de la ovejhija con alguien de su misma especie, porque con estos dos acontecimientos finalmente queda librada primero, de la pérdida de su hija biológica, luego, de la locura de la adopción de la oveja como hija y por último de la presión, al vivir en pareja, de la necesidad obsesiva de tener otro hijo. Creo que el personaje final es un símbolo del equilibrio que pone cada cosa en su lugar.

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