reseñas

Reseña: Challengers – Desafiantes

Ficha técnica de la película: Título original: Challengers. Título en español: Desafiantes. Año: 2024. País: Estados Unidos. Duración: 131 minutos. Dirección: Luca Guadagnino. Guion: Justin Kuritzkes. Reparto: Zendaya, Justin Kuritzkes y Mike Faist. Distribución: Amazon MGM Studios (Estados Unidos), Warner Bros. Pictures Latinoamérica (México).

En Challengers (Desafiantes), el más reciente filme del aclamado realizador italiano Luca Guadagnino (Call Me By Your Name, Suspiria), la vida y el amor son como un partido de tenis. Un deporte que requiere de gran concentración, disciplina y estrategia, lleno de altas y bajas como el incesante voleo de la pelota de un lado a otro de la cancha, y en el que cualquier ligero desliz es capaz de arrebatar de las manos el soñado triunfo. Un juego en el que, a veces, uno termina convirtiéndose en su propio y más fuerte rival. Un despiadado adversario que se aprovecha de los miedos e inseguridades y se alimenta de la apatía y el derrotismo de uno mismo.

Art Donaldson (Mike Faist) se encuentra en el set decisivo no solo de su carrera profesional, sino también de su vida personal. A pesar de ser considerado todo un game changer en el mundo deportivo, la oportunidad de ganar el título principal en el Abierto de Estados Unidos parece cada vez más lejana. Y es que el prodigio del tenis ha ido perdiendo esa pasión por el juego, esa fuerza conductora para entregar cuerpo y alma sobre la cancha, esa sed por obtener la codiciada victoria. Su esposa Tashi (Zendaya), quien también funge como su entrenadora, está consciente de lo que sucede, y es precisamente por ello que ha decidido tomar cartas en el asunto. Una última oportunidad para salvar tanto el legado de su marido como su tambaleante matrimonio.

Con tal de darle un necesario estímulo de autoconfianza, la ex-jugadora de tenis, quien se vio forzada a abandonar su promisoria carrera deportiva tras sufrir una terrible lesión, ha inscrito a su cónyuge en un torneo de bajo perfil en la ciudad de New Rochelle, en el estado de Nueva York. Una competencia entre aficionados en la cual, sin duda alguna, resultará campeón. No obstante, su contrincante final será nada más y nada menos que Patrick Zweig (Josh O’Connor), su ex-compañero de escuela con quien éste ha mantenido una relación cercana pero rivalizante dentro y fuera del campo de juego desde hace más de una década. Dos aristas de un triángulo amoroso, reunidos nuevamente por el destino. O tal vez por la astuta mano intercesora de Tashi – la tercera en discordia – quien está a punto de enseñarles a ambos una verdadera lección en táctica y control.

Siguiendo una estructura narrativa no lineal, Challengers nos va mostrando lentamente la dinámica entre los tres personajes y cómo todas sus decisiones, buenas y malas, los han llevado hasta ese preciso momento en sus vidas. Un reñido y cardiaco encuentro en el que ambos contrincantes tienen algo importante qué ganar y demostrar, no solo a ellos mismos, sino también a Tashi y al público que ha seguido fielmente sus trayectorias profesionales tan dispares. Un seductor juego de poder lleno de celos, ira y deseos reprimidos, donde cualquier paso en falso podría significar la derrota absoluta. Traiciones, secretos y mentiras se entrelazan de forma magistral en este cachondo melodrama, escrito por Justin Kuritzkes, que probablemente hará sudar y abochornar a más de un espectador.

Guadagnino nos lleva al borde del orgasmo en repetidas ocasiones, conduciéndonos hacia un frenético clímax que hace muestra de su extraordinario talento. Su estilo es inigualable, desde la forma en la que eleva la tensión durante los encuentros de tenis – tan disfrutable incluso cuando uno no sea fanático o conocedor del deporte –, hasta la sensualidad con la que su lente retrata los cuerpos de sus personajes. La cámara está enamorada de Zendaya, Josh O’Connor y Mike Faist, y uno lo capta de inmediato gracias a sus movimientos tan bien orquestados, pero al mismo tiempo tan naturales, que nos brindan esos acercamientos en los que resulta posible observar cada detalle y cada sutileza. Cada intercambio de miradas, cada provocación, cada insinuación. Una tensión sexual que golpea con fuerza la red, pero que jamás sobrepasa al terreno de lo explícito.

A pesar del vaivén cronológico del relato, la película jamás se torna compleja y logra mantener un ritmo ágil en compañía de las electrizantes melodías compuestas por Trent Reznor y Atticus Ross, así como también de un impresionante soundtrack que nos hará escuchar Uncle ACE de Blood Orange desde una nueva perspectiva. O’Connor y Faist son unos galanes sensacionales que entienden la tarea a la perfección y nos venden su complicada amistad de manera auténtica. Sin embargo, la verdadera estrella, la MVP de esta contienda de amor y poder, es Zendaya. La presencia magnética de la actriz en cada escena es incuestionable, cautivándonos de principio a fin con su potente energía y con el toque tan enigmático que aporta a su personaje, el cual vemos reflejado en su rostro incluso cuando ésta intenta ocultar sus emociones detrás de sus gafas de sol. Con cargas de erotismo que evocan a Y Tu Mamá También, Challengers es un absoluto deleite. Un filme que nos recuerda que en la vida, como en la cancha, el éxito no se mide a través de los títulos y los trofeos que se acumulan, sino en los placeres e instantes que se comparten con aquellas personas que, pese a sus diferencias, siempre estarán ahí, desde la tribuna, echando porras y acompañando incondicionalmente a uno en sus derrotas y en las victorias.

Challengers (Desafiantes) estrena en cines de Estados Unidos y México a partir del 26 de abril del 2024.

(4 estrellas de 4)

Deja un comentario