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Reseña: Amor y Matemáticas – Love and Mathematics

Amor y Matemáticas (Love and Mathematics), el quinto largometraje de la directora mexicana Claudia Sainte-Luce, es una comedia existencialista que, de inmediato, logra distinguirse del resto de las producciones humorísticas que suelen desfilar por las pantallas de los principales circuitos cinematográficos del país. Primeramente, la película rompe con la centralización tan característica de este tipo de historias, las cuales parecieran existir solamente dentro del perímetro de las colonias Roma y Condesa en la Ciudad de México. En segunda instancia, este proyecto independiente brinda una oportunidad protagónica a grandes talentos que hemos visto mayormente en roles secundarios. Y finalmente, el relato se afianza en la realidad, sin giros ilógicos ni situaciones inverosímiles que resuelvan mágicamente los conflictos de sus personajes.

Billy Lozano (Roberto Quijano) es un treintañero cuyos días de gloria han quedado en el pasado. Una de esas personas que alcanzó su máximo potencial durante la adolescencia y que, desde entonces, se ha dedicado a navegar por la vida en modo automático, sin un rumbo preciso ni grandes ambiciones. Todo lo contrario para alguien que habita en la ciudad de Monterrey, una de las capitales industriales del país reconocida por su espíritu competitivo y aspiracional. El protagonista ha encontrado el lugar ideal para ocultar su desdén entre las residencias homogéneas de un desarrollo inmobiliario situado en las faldas de las imponentes montañas de la ciudad. Mientras su esposa Lucía (Daniela Salinas) sale a trabajar cada mañana para poder costear un estereotípico estilo de vida, el cual pareciera ser un requisito indispensable para ingresar a la colonia privada, éste pasa las horas frente al televisor en compañía de sus videojuegos, convenciendo a su hermano Daniel (Marco Alfonso Polo Guerra, conocido en redes sociales como Lord Marco Polo) de claudicar de su próximo emprendimiento fallido, y cuidando de su pequeño hijo de apenas unos meses de edad.

No obstante, la monotonía de su vida será vencida tras conocer a sus nuevos vecinos. Entre las típicas conversaciones sobre los modernos electrodomésticos que han adquirido en sus viajes a McAllen, Mónica (Diana Bovio) reconoce de inmediato a Billy, su ídolo de juventud. Resulta que el protagonista fue uno de los cinco integrantes de la agrupación juvenil Equinoccio. Una boy band dosmilera cuyo único hit musical «Mariposas en el Corazón» les dio cierta notoriedad entre las adolescentes que seguramente sintonizaban día y noche la estación de radio FMTú, y que ahora lo detienen en HEB mientras hacen sus compras para tomarse una selfie del recuerdo. Mónica no solo era fanática de hueso colorado de la banda. Billy era el amor de su vida y la persona con la que algún día – de acuerdo a un juego entre amigas – iba a casarse. Este encuentro fortuito cambia radicalmente la vida de ambos. Mientras la madre de familia comienza a echar de menos la libertad que solía tener de joven, la ex-estrella del pop desempolva su guitarra y retoma la carrera musical que había abandonado. Su único roce con el éxito y la felicidad.

Sainte-Luce (Los Insólitos Peces Gato, El Reino de Dios) entiende a la perfección la idiosincracia de los regiomontanos y halla en ésta una dosis adecuada de humor. Desde las carnes asadas acompañadas de cerveza Tecate hasta la obsesión con las marcas, la sospecha que todo el mundo anda en malos pasos y la generación de boomers chambeadores que procreó a un ejército de ninis vividores, Amor y Matemáticas da justo en el clavo sin caer en parodias exageradas o irreverentes. El guion, escrito por Adriana Pelusi, pareciera simple a primera vista, pero éste esconde una profundidad que la realizadora explota ingeniosamente a través de sus atentas tomas, las cuales nos permiten observar los pequeños detalles de lo cotidiano. A ello hay que sumarle las sólidas actuaciones de Roberto Quijano, Daniela Salinas y principalmente Diana Bovio, quien, sin duda alguna, se ha convertido en una de las mejores intérpretes de comedia del país. En esta ocasión, su personaje permite ofrecernos algo más íntimo y distinto a sus participaciones en filmes como Mirreyes contra Godínez y Cindy La Regia, cimentando su estatus como una de las estrellas protagónicas del cine mexicano.

A pesar de la sencillez del relato y su mensaje, la cinta, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto en el 2022, es todo menos intrascendente. Una simpática y original comedia que nos muestra cómo hay personas que son incapaces de salir de su zona de confort, de luchar por sus sueños, y de aprender algo de sus tropiezos y experiencias pasadas. Individuos que viven atrapados, aferrados a sus triunfos del pasado, persiguiendo un rush que jamás volverá. Adultos con síndrome de Peter Pan, inmaduros y reacios a tomar la vida con seriedad, incumpliendo con las responsabilidades que les corresponden.

Amor y Matemáticas está exhibiéndose en cines de México a partir del 11 de abril del 2024.

(3 estrellas de 4)

Título original: Amor y Matemáticas. Título en inglés: Love and Mathematics. Año: 2022. País: México. Duración: 85 minutos. Dirección: Claudia Sainte-Luce. Guion: Adriana Pelusi. Reparto: Roberto Quijano, Diana Bovio, Daniela Salinas y Marco Alfonso Polo Guerra. Distribución: Neverlanding Pictures.

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