Aunque el nombre de Marie Curie aparece frecuentemente en los listados de los científicos más notables de la historia, sus grandes descubrimientos no suelen ser tan reconocidos como los de sus colegas. En Radioactive, la directora Marjane Satrapi (Persepolis) tiene la oportunidad de remediar tal descuido colectivo al compartir las extraordinarias hazañas de la primera mujer en recibir un premio Nobel, y rendir tributo al impresionante legado de una de las mentes más brillantes jamás vistas en la comunidad científica.
A través de una serie de flashbacks, la cinta biográfica nos transporta hasta el año 1893 para conocer los primeros trabajos de la aclamada investigadora de origen polaco. Recién llegada a la capital francesa para vivir con su hermana, Maria Sklodowska (Rosamund Pike), quien posteriormente cambia su nombre a Marie para adaptarse a su nuevo entorno y estilo de vida, busca continuar con sus estudios en el campo de la física y química. Para ello, decide montar su propio laboratorio en una de las instituciones académicas más reconocidas de la ciudad. Sin embargo, una pugna con las autoridades del recinto hace que pierda su espacio de trabajo, poniendo en riesgo los resultados de su investigación.
Por azares del destino, la protagoniza conoce a Pierre Curie (Sam Riley), un científico francés que, al percatarse de su difícil situación, decide hacerle una propuesta imposible de rechazar. A cambio de compartir el amplio espacio de su laboratorio, Pierre invita a Marie a colaborar en una vasta investigación. Eventualmente, sus esfuerzos los llevan a descubrir dos nuevos elementos químicos, el polonio y el radio, cuyas propiedades radioactivas de inmediato conmocionan no solo a la comunidad científica, sino también al mundo entero. Su estricta relación profesional pronto cruza a territorio más íntimo, y juntos, continúan revolucionando un campo de la ciencia que inicialmente les había dado la espalda.
Es así como Radioactive nos va llevando a través de los eventos más importantes de la vida de Curie, tanto en el ámbito personal como en el laboral. La película resulta efectiva al mostrarnos el dilema moral que enfrenta la protagonista, luego de observar los efectos adversos de su más grande invento. Si bien, la radiación ha sido una pieza fundamental en el combate de las enfermedades cancerígenas, ésta también ha sido mal utilizada para fines bélicos, y sus resultados han sido sumamente devastadores y peligrosos.
Rosamund Pike ofrece una majestuosa actuación que atrapa y conmueve gracias a la determinación y la fuerza con la que construye al personaje principal. Desafortunadamente, el resto de la cinta no logra alcanzar el mismo nivel de su brillante interpretación. A pesar de que Satrapi infunde un lenguaje visual más atractivo que el del biopic estándar, el guion termina siguiendo un patrón fijo, sin atreverse a proponer algo original, y resumiendo una larga trayectoria de forma apresurada en menos de dos horas de duración. El trabajo de edición también termina por jugar en su contra. Hay varias escenas que nos llevan al futuro para retratar las aplicaciones contemporáneas – buenas y malas – de los descubrimientos de Curie, las cuales interrumpen el flujo de la historia con sus constantes e innecesarios saltos de tiempo.
Se agradece la intención de Radioactive por homenajear a una de las pioneras del estudio de la radioactividad, y por brindar una oportunidad para que la audiencia comprenda la influencia del trabajo de la científica en el mundo moderno. Sin embargo, para quienes estén en busca de conocer a fondo los detalles de la vida personal y profesional de Marie Curie, un breve recorrido por su biografía en Wikipedia resultará mucho más efectivo y completo que este olvidable y genérico biopic, el cual apenas rasca la superficie y logra salvarse gracias a la cautivadora participación de Pike.
Calificación: **
Título original: Radioactive
Año: 2019
País: Inglaterra, Hungría, China, Francia, Estados Unidos
Dirige: Marjane Satrapi
Con: Rosamund Pike, Sam Riley y Anya Taylor-Joy
Cine Sin Fronteras 