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Reseña – Babylon

Durante el último siglo, el cine se ha convertido en una forma de esparcimiento para todo el público. Niños, jóvenes y adultos reunidos en el mismo recinto, disfrutando colectivamente la magia del cine para viajar hacia lugares inimaginables. Desde los salones de variedades, hasta los descomunales palacios y los multicinemas que conocemos hoy en día, miles de celebridades han desfilado por la pantalla grande vendiendo sueños e ilusiones. Muchas de ellas consagrándose como leyendas, dejando un legado perpetuo en la historia de Hollywood. Una ciudad de estrellas, como el mismo Damien Chazelle nombró en La La Land, en constante reinvención, que se resiste a dejar que su luz se extinga y cuyo último capítulo aún falta por ser escrito.

En Babylon, Chazelle nos transporta hasta el año 1926 para mostrarnos los inicios de Tinseltown, nombre coloquial con el que también se le conoce a la mecca del cine en los Estados Unidos. Drogas, excesos y depravación son el común denominador de las ostentosas fiestas que reúnen a célebres actores, directores y productores del cine mudo, y que atraen a jóvenes en busca de un golpe de suerte que los impulse a la fama, cual mosquitos dirigiéndose hacia una lámpara incandescente. Es ahí, entre toneladas de cocaína, música jazz, y un elefante que sirve como atracción principal de la noche, que las vidas de Nellie LaRoy (Margot Robbie), una aspirante a actriz, y Manny Torres (Diego Calva), un ayudante de origen mexicano, se cruzan por vez primera, dando comienzo a una tumultosa amistad que, con el paso de los años, reflejará el estatus de la industria fílmica que tanto admiran.

De la noche a la mañana, Nellie se convierte en la actriz del momento, gracias a su participación secundaria en una cinta de los estudios Kinoscope y al interés de Elinor St. John (Jean Smart), una periodista cuya influyente pluma es capaz de catapultar o destruir carreras en Hollywood. Mientras tanto, Manny se convierte en el asistente personal de Jack Conrad (Brad Pitt), un actor exclusivo de la MGM, de la talla de Clark Gable, cuyos fugaces amoríos llaman la atención tanto como sus roles protagónicos en épicas sagas de romance y guerra. No obstante, las vidas de estos cuatro personajes darán un inesperado giro durante los siguientes cinco años tras la introducción y el auge del cine sonoro, poniendo sus establecidas carreras en jaque. Un punto de inflexión en la industria cinematográfica que, de alguna forma, podría equipararse al actual panorama del cine ante la amenaza del streaming y la lenta recuperación post-pandemia.

Más que rendir tributo a los orígenes de Hollywood y a los actores y actrices que pusieron las primeras piedras de un sistema de estrellas aún vigente, el realizador de cintas como Whiplash y First Man busca mostrarnos la receta secreta detrás de la magia. Ya sea durante el caótico rodaje de una decena de películas en los terrenos de Kinoscope donde las medidas de seguridad eran nulas, o en los primeros sets de grabación donde cualquier ruido podía descarrilar la producción, Chazelle nos presenta el ingenio y la creatividad de quienes trabajaban arduamente para construir esa ilusión y llevarla a la pantalla de plata. Sin embargo, lo hace sin idealizar la época en cuestión, exponiendo el sexismo, el racismo y demás problemáticas que desafortunadamente, un siglo después, continúan siendo temas de discusión dentro de la industria.

Como su nombre lo indica, Babylon hace referencia a la legendaria ciudad de la antigua Mesopotamia que en su tiempo fue sinónimo de poder y de lujo, y que hoy yace en ruinas. Una alegoría del Hollywood de oro y sus derroches, del carácter efímero de la fama, y del legado eterno de las producciones inmortalizadas en celuloide. Aunque el futuro del cine parezca incierto en ratos, aún podemos disfrutar de películas clásicas y revivir junto a ellas la gloria de sus artistas quienes, a pesar de que su popularidad haya ido esfumándose en el ocaso de sus carreras, siguen vigentes en la memoria colectiva gracias al poder perdurable del séptimo arte.

Damien Chazelle demuestra nuevamente su talento detrás de cámaras a lo largo de las 3 horas y 8 minutos de metraje. Largas y extravagantes secuencias con una precisa coreografía y sin interrupciones deslumbran desde el inicio de la cinta, acompañadas por las entrañables composiciones musicales de Justin Hurwitz, la radiante fotografía de Linus Sandgren, y el increíble trabajo de edición de Tom Cross. En cuestión narrativa, el ritmo sosegado que evoca a los filmes de Martin Scorsese y de Quentin Tarantino no siempre funciona, y hay algunas secuencias que aportan poco o nada al avance de la trama. Asimismo, el conflicto emocional entre Manny y Nellie no consigue tener el mismo peso que en sus obras previas, ya que el desarrollo es opacado por las sub-tramas de otros personajes secundarios.

Las sensacionales actuaciones del reparto logran que uno olvide dichos desaciertos narrativos del filme. Margot Robbie es quien se roba la película con su magnética presencia y su habilidad para ir del llanto a la risa en segundos. Brad Pitt saca provecho nuevamente a sus dotes cómicos, mientras que Jean Smart conquista con la simpatía y honestidad feroz de su personaje, el cual evoca a la columnista Hedda Hopper. La gran revelación del elenco es Diego Calva, a quien habíamos visto previamente en la cinta Te Prometo Anarquía. Su personaje Manny se convierte en el sustituto de la audiencia y el actor mexicano realiza un trabajo extraordinario, llevándonos a presenciar a través de sus ojos este mundo de glamour y desenfreno, de sueños y oportunidades, de éxitos y fracasos.

«Las películas son algo más importante que la vida» menciona uno de los personajes de la película, encapsulando el mensaje principal del filme, el cual – por si no nos había quedado claro después de 3 horas de duración – remata con un montaje final no apto para personas sensibles a estímulos visuales intermitentes. Descrita por muchos como la antítesis de La La Land, Babylon es caótica, excéntrica y trágica, pero es también una de las comedias más divertidas del año. Más que una carta de amor al Hollywood de antaño, es un homenaje a los artistas olvidados que gracias a su creatividad y talento hicieron que los sueños se hicieran realidad, aunque fuera solamente por un par de horas, en la oscuridad del cine, en comunión con un centenar de extraños que, al igual que uno, continúan acudiendo religiosamente al cine como un acto de escape y distracción.

Babylon estrena en cines de Estados Unidos a partir del 23 de diciembre del 2022.

Título original: Babylon

Año: 2022

País: Estados Unidos

Dirige: Damien Chazelle

Con: Margot Robbie, Brad Pitt, Diego Calva, Jean Smart, Jovan Adepo, Li Jun Li, Max Minghella y Katherine Waterston

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