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Reseña – Sundown (Secretos en Acapulco) – TIFF 2021

Absorto, Neil (Tim Roth) observa con detenimiento a varios peces recién salidos del mar, los cuales parecieran estar aferrándose a un último aliento antes de perecer. Cualquier esfuerzo que hagan resulta inútil. Después de todo, no hay escapatoria al ineludible destino que les corresponde. Sus bruscos aleteos no les ayudarán a regresar al fondo del océano, ni a evitar ser la cena de algún comensal de las paradisiacas playas de Acapulco. No hay forma de cambiar el rumbo de los caminos trazados por la propia naturaleza, o bien, por las decisiones tomadas en el pasado.

Esta secuencia nos da una breve introducción a los distintos temas que el realizador mexicano Michel Franco abordará en Sundown (Secretos en Acapulco), el séptimo largometraje de su carrera y el segundo de ellos en idioma inglés. Descrita por el mismo Franco como una carta de amor al reconocido puerto del estado de Guerrero, la cinta se mantiene fiel al realismo que ha caracterizado sus trabajos previos, aunque en esta ocasión se permite observar el panorama social del México actual desde una perspectiva externa, a través de la mirada de un grupo de turistas que se encuentran visitando el país.

Neil y su familia han cambiado el lóbrego clima de Inglaterra por la calidez del Pacífico mexicano. Recostados en sus camastros, los Bennett intentan bañarse en vitamina D y olvidarse de las obligaciones y preocupaciones que dejaron en casa. Alice (Charlotte Gainsbourg) agradece a Neil que éste haya decidido acompañarlos en esta aventura tropical, un gesto que ha sido bien recibido por sus hijos Colin y Alexa. Y aunque hay breves indicios de que la acomodada familia inglesa oculta algo a través sus extrañas interacciones, todos están dispuestos a poner de lado sus diferencias para disfrutar de las amenidades del lujoso resort donde se hospedan por unos cuantos días.

Al inicio, pareciera como si estuviésemos ante la versión mexicana de la serie de televisión The White Lotus. Especialmente al observar el tono ligero y de burla con el que los integrantes de la familia, a excepción del protagonista, conectan con ciertos aspectos de la cultura del país. Sin embargo, una llamada de auxilio proveniente de Inglaterra cambia radicalmente el rumbo de la historia. Desesperada, Alice hace los arreglos necesarios para ponerlos en la lista de espera del próximo vuelo hacia Londres. Una vez en el aeropuerto, Neil se da cuenta que éste ha olvidado su pasaporte y, tras una incómoda despedida, el hombre promete alcanzarlos tan pronto le sea posible. Pero, al subir al taxi, éste le pide al chofer llevarlo a cualquier hotel con habitaciones disponibles. Neil pareciera estar huyendo de algo, pero no sabemos de qué exactamente. O quizá, el llamado recibido pudiera haber despertado en él una curiosidad y una libertad nunca antes experimentada.

Luego de trabajar juntos hace seis años en Chronic, el actor británico Tim Roth vuelve a convertirse en el conductor principal de la más reciente historia de Michel Franco. Su carácter tan estoico es un gran acierto, ya que consigue retratar a la perfección la ambigüedad emocional del personaje, sin revelar demasiado sobre lo que aqueja o brinda felicidad a Neil. Y aunque la película nos sumerge lentamente en la vida de su protagonista, y nos va revelando detalles que nos ayudan a comprender su estado anímico y mental, algunas de sus motivaciones y decisiones continúan siendo enormes interrogantes incluso hasta los últimos minutos del metraje.

A favor, Sundown cautiva gracias a su enigmática e inquietante historia de lenta cocción, la cual se desarrolla al mero estilo de Franco con sobresaltos e inesperados giros de tuerca, y con una intensidad que aumenta del fuego lento al punto de ebullición en cuestión de minutos. El trabajo de fotografía, a cargo de Yves Cape, es hipnótico, ya sea retratando la melancolía de la habitación del hotel iluminada en colores neón, o bien, los fantásticos parajes naturales de las costas de Acapulco. Sus temáticas son interesantes, aunque no todas salen con la misma ventaja.

Hay un par de sub-tramas que no aportan algo significativo o relevante al conflicto central del protagonista y cuya única función pareciera ser la de provocar una reacción visceral en el espectador. A diferencia de sus filmes previos, en esta ocasión dichas escenas no encajan con el tono de la historia y terminan sacándonos por completo de esa íntima comunión establecida con su personaje principal. En lugar de ser una carta de amor al puerto guerrerense, Sundown parece más un panfleto que advierte a los turistas extranjeros de los peligros que aquejan a la popular zona vacacional. Obviamente ignorar la violencia y las problemáticas que tristemente se viven en Acapulco (y en otras partes del país) sería negar la realidad. No obstante, hay otras formas de añadir dicho contexto sin connotaciones negativas y conservando su mensaje de que no existe tal concepto de un paraíso terrenal perfecto.

Cuando Sundown decide enfocarse en la catarsis de Neil y en la exploración de su libertad recién descubierta, la película da en el blanco correcto. Desafortunadamente, cada vez que ésta se desvía de su temática central para mostrarnos los estragos de la violencia en México o el constante miedo a la muerte, lo cual acaba sucediendo a menudo durante el largometraje, Sundown va erigiendo una barrera que paulatinamente nos separa del protagonista y de su misión por intentar escapar del mundo y del destino que le pertenece.

Calificación: **

Título original: Sundown (Secretos en Acapulco)

Año: 2021

País: México, Francia, Suecia

Dirige: Michel Franco

Con: Tim Roth, Charlotte Gainsbourg, Iazua Larios, Henry Goodman, Samuel Bottomley y Mónica Del Carmen

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