Una serie de golpes estruendosos nos dan la bienvenida al interior de La Caja (The Box), un drama zurcido en realismo y ambigüedad que toma lugar en los desoladores paisajes del norte de México. Es ahí, entre las osamentas que han sido desenterradas de varias fosas clandestinas y los gritos de dolor de cientos de personas que buscan desesperadamente los restos de algún familiar desaparecido, donde conocemos a Hatzín, un adolescente que aguarda su turno para reclamar uno de los cuerpos recién encontrados. Un testigo silente del terror y la impunidad que han dominado al territorio mexicano por casi una década.
Tras una serie de pasos burocráticos, Hatzín recibe un pequeño cofre metálico, el cual contiene en su interior los vestigios de quien fuera su padre. Una tarjeta de identificación casi calcinada, la cual fue encontrada cerca del cadáver, es la única evidencia que apunta hacia la veracidad de los restos mortales. Abatido, el joven emprende su viaje de retorno hacia la capital mexicana a bordo de un autobús de pasajeros. En casa lo espera su abuela, quien no pudo acompañarlo en su travesía a causa de su enfermedad. Sin embargo, al ir recorriendo las principales avenidas de Chihuahua, éste observa a través de la ventanilla a un hombre que es casi idéntico a su padre. Convencido de que la osamenta que carga no pertenece a su progenitor, Hatzín decide poner sus planes de regreso en pausa para averiguar lo sucedido.
Su pesquisa lo lleva hasta Mario (Hernán Mendoza), el hombre que días antes había visto desde el autobús, quien guarda cierto parecido físico con su padre. Al principio, Mario se muestra molesto – aunque nunca incómodo – ante la insistencia y la constante presencia del chico, quien lo sigue a todos lados. Pronto, el enigmático hombre se convierte en una especie de figura paterna para Hatzín, ofreciéndole techo y trabajo como su ayudante en el negocio de las maquilas. Envueltos en un juego de engaños y mentiras, las líneas entre lo real y lo ficticio comienzan a difuminarse, y su compleja relación toma rumbos siniestros e inesperados.
La Caja es el esperado follow-up del realizador venezolano Lorenzo Vigas, quien se hiciera acreedor al León de Oro de la Mostra de Venecia en el año 2015 gracias al laureado filme Desde Allá. En esta ocasión, Vigas se dedica nuevamente a explorar la complicada dinámica entre sus dos personajes principales, volcándolos de lleno en un juego de roles que va de lo opaco a lo inquietante. Su lente voyerista crea una atmósfera que nos lleva a cuestionar constantemente los motivos detrás de cada acción o decisión tomada por Hatzín y Mario, e incluso a desconfiar de los mismos. Y aunque esto en ocasiones genera una barrera emocional entre uno como espectador y los personajes en pantalla, la cinta no deja de sorprendernos y de desafiarnos con sus imprevisibles giros.
La película funciona gracias a la incertidumbre que provoca su relato de principio a fin, así como a las distintas interpretaciones que uno encuentra al finalizar el metraje. Como estudio sobre la incesante búsqueda del éxito y los extremos a los que algunos individuos son capaces de llegar con tal de alcanzar dicho estatus, La Caja resulta efectiva. Desafortunadamente, como trabajo de reflexión sobre la violencia que se vive en México, los casos de feminicidio y desapariciones forzadas, y las condiciones de trabajo tan inhumanas que se viven en las zonas fronterizas, el filme pierde precisión al intentar abarcar varios temas sin profundizar lo suficiente en cada uno de ellos.
A pesar de que su naturaleza tan ambigua deja más dudas que respuestas, y que su historia exige que uno tome ciertas concesiones, La Caja guarda suspenso, sorpresas e interrogantes en su interior para quienes estén dispuestos a abrirla.
La Caja (The Box) forma parte de la programación del Festival Internacional de Cine de Toronto en su edición número 46, la cual se lleva a cabo del 9 al 18 de septiembre del 2021.
Calificación: **
Título original: La Caja (The Box)
Año: 2021
País: México, Estados Unidos
Dirige: Lorenzo Vigas
Con: Hernán Mendoza y Hatzín Navarrete