«Mi vida es pintar», expresa el artista de origen colombiano Fernando Botero quien, a sus 87 años, es uno de los más reconocidos pintores y escultores de Latinoamérica gracias a su inconfundible y peculiar estilo. Sus obras, las cuales sobresalen por sus voluptuosas representaciones, han viajado alrededor del mundo ganando el cariño y la fama del público, más no siempre de los críticos de arte. A través de testimoniales y entrevistas con Botero y sus tres hijos, el filme nos permite conocer a fondo la vida del artista, tanto en el ámbito personal como en lo profesional.
El documental nos lleva hasta la ciudad de Medellín, lugar de nacimiento de Botero, para mostrarnos las raíces del aclamado pintor y escultor. Desde pequeño, Fernando mostró gran interés por el arte, y paulatinamente, éste fue trazando su propio camino a pesar de las dificultades económicas tras el fallecimiento de su padre. Gracias a su talento y perseverancia, Botero encontró los medios para viajar a Europa y continuar con sus estudios académicos. Fue ahí, en el Viejo Continente, donde el joven artista quedó asombrado ante las extraordinarias obras del periodo renacentista, en especial el trabajo de Piero della Francesca, convirtiéndose en una importante fuente de inspiración para el futuro exponente del arte figurativo.
Este viaje al pasado nos permite descubrir los factores que contribuyeron a la creación y al desarrollo de su estilo tan peculiar y característico. Sus monumentales figuras de proporciones extravagantes son el resultado de un largo proceso de auto-descubrimiento, de experimentar éxitos y fracasos, alegrías y pérdidas tanto personales como profesionales. «Un buen artista busca soluciones, un gran artista busca problemas» es una frase que Fernando ha enseñado a sus hijos, y en la cuál encontramos su motivación para siempre plasmar distintos conflictos humanos en sus obras, aunque jamás abandonando su esencial toque de sátira y humor.
Además de sus logros como documental biográfico, Botero abre el debate sobre el verdadero significado del arte, específicamente al mostrarnos la enorme brecha que existe entre el público y los expertos en la materia. Se dice que una obra es considerada de alto valor artístico cuando ésta provoca una fuerte emoción o reacción en el espectador. Hay quienes opinan que el trabajo del pintor colombiano es demasiado complaciente y trivial para ser considerado arte. Para otros, el hecho de provocar curiosidad, morbo o incomodidad es motivo suficiente para que éste cumpla con su objetivo. Un eterno dilema que también observamos frecuentemente en el mundo del cine.
Botero es un relato inspirador sobre la constancia y la entrega de un hombre quien, a pesar de haber viajado por todo el mundo en busca de su propia voz, jamás olvidó sus raíces. Un encuentro íntimo con el artista colombiano que además de celebrar su impresionante trayectoria, también reconoce la extraordinaria labor en su natal Medellín, al permitir que nuevas generaciones encuentren inspiración en el arte para perseguir sus sueños.
Calificación: ***
Título original: Botero
Año: 2018
País: Canadá
Dirige: Don Millar