A pesar de su corta edad, los sueños de Carmen y Lola, dos jovencitas pertenecientes a la comunidad gitana que habita en las afueras de la ciudad de Madrid, han sido truncados debido a las estrictas costumbres y tradiciones del mundo que les rodea. Al inicio de la cinta, dirigida por Arantxa Echevarría, vemos a Carmen (Rosy Rodríguez) portando un hermoso atuendo para su fiesta de compromiso. La chica de 17 años de edad observa fijamente hacia la cámara con una mirada penetrante pero lúgubre. Al fondo escuchamos los cantos de familiares y amigos, quienes celebran efusivamente la noticia por el próximo enlace nupcial. Sin embargo, para la protagonista, este momento de alegría se ha convertido en un recordatorio del futuro que le espera. Un futuro en el cuál sus obligaciones se limitan a realizar las labores del hogar y complacer los caprichos de su marido.
En medio de una fuerte tormenta, Carmen conoce a Lola, una jovencita de 16 años quien también ayuda a sus padres en la venta de artículos en un mercado rodante. Sus breves conversaciones mientras fuman un cigarrillo se convierten en el inicio de una estrecha amistad. A pesar de que Lola sabe que Carmen está próxima a contraer matrimonio con uno de sus primos, ésta decide hacerle caso a su corazón y confesar sus verdaderos sentimientos. Aunque al principio Carmen rechaza la proposición amorosa de su mejor amiga, ésta pronto comienza a darse cuenta que el amor es mutuo.
Nominada a ocho premios Goya, y ganadora de dos de ellos incluyendo Mejor Director Novel para Echevarría, Carmen y Lola sobresale principalmente por el magnífico desempeño de sus dos actrices protagónicas. Tanto Zaira Romero como Rosy Rodríguez realizan su debut en cine, y vaya que lo hacen de una manera excepcional. Sus interpretaciones tan auténticas y conmovedoras las convierten en un verdadero descubrimiento del cine español.
Aunque la película gira en torno a la relación sentimental entre sus dos protagonistas, la directora y escritora aprovecha la oportunidad para también lanzar una crítica a la sociedad española, al mostrarnos la discriminación y el rechazo que enfrentan los miembros de este grupo étnico. Asimismo, Carmen y Lola pone en evidencia la cultura machista y la homofobia que impera en la comunidad gitana de España. Un mundo en el cuál la mujer se ve obligada a abandonar sus estudios superiores con tal de convertirse en la esposa perfecta, y atender las necesidades de la casa, de su marido y de sus hijos.
Carmen y Lola es más que una simple historia de amor. Es una cinta que también explora el rol de la mujer en una sociedad que se rige por costumbres y tradiciones conservadoras. Una de las escenas más memorables de la película, y quizá la que mejor representa el mensaje principal de su historia, es cuando las dos chicas deciden ir a nadar en una alberca vacía. Más allá de la magia que Arantxa Echevarría captura en esta brillante secuencia, finalmente comprendemos que Carmen y Lola son como dos peces fuera del agua que no pertenecen al mundo que les rodea. Y es precisamente por ello que – juntas – deciden tomarse de la mano e ir en busca del mar, de esas aguas infinitas de libertad que les permitan respirar y nadar hasta alcanzar sus sueños.
Calificación: ***
Título original: Carmen y Lola
Año: 2018
País: España
Dirige: Arantxa Echevarría
Con: Zaira Romero, Rosy Rodríguez, Carolina Yuste, Moreno Borja y Rafaela León