Las terribles secuelas de la Segunda Guerra Mundial son exploradas en la cinta The Aftermath (Viviendo con el Enemigo), un drama de época situado en la ciudad de Hamburgo en los meses posteriores a la caída del Tercer Reich. El pueblo alemán yace lúgubre entre los escombros, buscando re-construir una nación masacrada por sus mismos líderes. Mientras tanto, las fuerzas armadas de los países vencedores hacen su arribo con el compromiso de erradicar a quienes aún simpaticen con la ideología nazi.
Rachael Morgan (Keira Knightley) deja atrás su hogar en Inglaterra para re-encontrarse con su marido Lewis (Jason Clarke), un coronel inglés que se encuentra desplegado en la zona norte de Alemania. Los Morgan toman posesión forzada de una enorme y lujosa casa que milagrosamente resistió los embates del conflicto bélico. Al considerar que el caserón cuenta con suficiente espacio para albergar a dos familias, Lewis invita de buena fe al ex-propietario, Stephen Lubert (Alexander Skarsgard), y a su hija Freda a continuar viviendo en el piso superior. Esta súbita decisión causa molestia e incomodidad en Rachael, quien no está dispuesta a compartir el mismo techo junto al enemigo.
Sin embargo, una vez que la protagonista comprende que el arquitecto alemán y su familia no han sido mas que víctimas de esta devastadora tragedia, el dolor y la soledad que comparten en sus corazones los lleva a encontrar el consuelo necesario en los brazos del otro. La ausencia emocional de Lewis hace que Rachael caiga rendida ante las muestras de cariño y apoyo de Lubert, desatando un tórrido romance que contrasta con los fríos paisajes del invierno en Hamburgo.
En años recientes, la actriz inglesa Keira Knightley se ha convertido en la reina del melodrama de época, y su elegante presencia en The Aftermath es razón suficiente para darle una oportunidad a esta historia. Hay una escena en particular, mientras Keira rompe en llanto al recordar la tragedia que corroe su alma, que resulta sumamente conmovedora. Knightley hace una buena mancuerna con Alexander Skarsgard, quien por cierto, engalana la pantalla con sus refinados y coloridos suéteres. La dirección de arte de la película es acertada, y su diseño de vestuario también sobresale.
Desafortunadamente, en cuestión narrativa The Aftermath no ofrece algo nuevo o diferente. Cada giro en la trama resulta predecible, y el sub-texto sobre la Segunda Guerra Mundial obedece al mismo patrón que hemos visto previamente en otros dramas de corte histórico. La única sorpresa es quizá su acto final, el cual traiciona un poco el relato que ha ido construyendo. Algunos de sus personajes carecen de profundidad y definición, principalmente Freda, la hija de Lubert, quien a pesar de tener un rol importante en el desarrollo de la historia, jamás nos invita a explorar sus motivaciones y sus sentimientos más a fondo.
The Aftermath es un melodrama post-guerra muy convencional que funciona gracias a la entrega de su trío protagónico. Los tres actores hacen su mayor esfuerzo con tal de darle forma y estructura a sus personajes tan tenuemente delineados. Un relato que analiza los estragos de la guerra a través de distintas perspectivas y niveles: personal, familiar y comunal, y que nos muestra cómo a través de la compasión y la empatía podemos derrumbar las barreras y los prejuicios que nos apartan y dividen como sociedad.
Calificación: **
Título original: The Aftermath (Viviendo con el Enemigo)
Año: 2019
País: Inglaterra, Alemania, Estados Unidos
Dirige: James Kent
Con: Keira Knightley, Jason Clarke, Alexander Skarsgard y Flora Thiemann
Cine Sin Fronteras 