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Reseña – The Darkest Minds (Mentes Poderosas)

The Darkest Minds (Mentes Poderosas) nos acerca a un futuro distópico en el cuál los niños y adolescentes que viven en los Estados Unidos comienzan a ser víctimas de un misterioso virus sin cura. Al descubrir las repercusiones y los poderes especiales que esta rara enfermedad ocasiona en la población infantil, los adultos deciden encerrarlos bajo estricta vigilancia en instituciones dedicadas a castigarlos por ser diferentes. Jennifer Yuh Nelson, directora de las cintas animadas Kung Fu Panda 2 y 3, es la encargada de llevar a la pantalla grande la adaptación de la novela juvenil que lleva el mismo nombre. La película está basada en la primera de tres obras literarias que conforman el universo creado por la autora Alexandra Bracken.

En su décimo aniversario, Ruby descubre que posee poderes especiales que la distinguen de los demás. La pequeña ha contraido el extraño virus y, por lo tanto, ésta debe ser enviada a un campamento en donde niños y niñas son puestos en cuarentena y bajo supervisión médica con tal de aislarlos del resto de la sociedad. En este lugar, los infantes son divididos en tres grupos de acuerdo al color que destella en sus ojos, el cual refleja la peligrosidad de sus super-poderes. Hay quienes han desarrollado una gran destreza mental, mientras que otros pueden mover objetos de lugar, y unos más son capaces de generar electricidad. Sin embargo, Ruby forma parte de un selecto pero peligroso grupo, el naranja, lo que de inmediato la convierte en un obstáculo que debe ser eliminado.

Es entonces cuando entra la doctora Cate (la actriz y cantante Mandy Moore de la serie de television This Is Us), quien sin dar mucha explicación ayuda a la protagonista a escapar de la institución. En el camino, Ruby comienza a desconfiar de las intenciones de Cate, por lo que ésta decide huir hasta encontrarse con un grupo de chicos, también con poderes especiales, quienes se dirigen a un lugar remoto donde supuestamente éstos pueden vivir en completa libertad. Ruby comenzará a sentir una atracción especial por Liam, el líder del grupo, dando pie al desarrollo de una sub-trama romántica.

Aunque The Darkest Minds pareciera llegar tarde a la fiesta de adaptaciones de novelas juveniles al cine (The Hunger Games, Divergent, The Maze Runner), la película tiene varios puntos a favor. Primeramente está el aspecto de representación y diversidad, el cuál es un tema de gran importancia en Hollywood. A diferencia de Divergent y The Hunger Games, otras dos cintas con heroínas al frente de la historia, aquí tenemos la oportunidad de observar la acción desde la perspectiva de una protagonista afro-americana, interpretada por Amandla Stenberg (Everything, Everything).

Posteriormente tenemos el mensaje detrás de la trama, uno que invita a aceptar y respetar las diferencias que existen en la sociedad. En la cinta, los adultos se aferran a «curar» a sus hijos del supuesto virus que pareciera hacerles daño. Aunque en realidad, esta enfermedad es la que les permite a los jovencitos cambiar el mundo que les rodea gracias a los super-poderes que han adquirido. Esto puede ser interpretado de distintas maneras: los padres que no aceptan los gustos o preferencias de sus hijos, o de aquellos padres que obligan a sus hijos a renunciar a sus sueños y a seguir el camino que éstos han elegido para ellos.

Finalmente hablemos del soundtrack, otro de los puntos a favor de la cinta, el cuál incluye melodías como Loud Places de Jamie xx y Find Me de Sigma con Birdy que encajan perfectamente en este universo alterno.

Ahora bien, hablemos de lo que no funciona en The Darkest Minds. La cinta deja muchos cabos sueltos y algunos detalles sin explicación. ¿De dónde proviene el virus?, ¿ha afectado a niños y jóvenes de otros países, o solamente en los Estados Unidos?. La película también introduce varias facciones que parecieran estar preparándose para una guerra, pero conocemos muy poco sobre sus intenciones. Incluso el personaje interpretado por Mandy Moore está tan desdibujado que desconocemos los motivos detrás de la liberación de la protagonista. Creo que muchos de estos planteamientos serán resueltos en las próximas entregas de la serie pero, tomando en cuenta la fatiga que existe en el mercado con respecto a este tipo de películas, el futuro de la saga es incierto y dependerá mucho de su desempeño en taquilla. Otra advertencia es que a pesar de ser un filme clasificación PG-13, apto para mayores de 13 años, el nivel de violencia y algunas escenas sugestivas definitivamente rayan más en una clasificación más restrictiva.

The Darkest Minds es una aventura que nos dejó con más interrogantes que respuestas. En comparación con otras adaptaciones de populares novelas YA (Young Adult), ésta encuentra su lugar enmedio del resto. Definitivamente no tiene los alcances de The Hunger Games, pero tampoco cae en el nivel de la última cinta de Divergent o de otras como The 5th Wave. El elemento romántico se siente un tanto soso, pero al final es una de las sub-tramas que mejor funcionan dentro de la película. Tanto Amandla Stenberg como Harris Dickinson hacen un buen trabajo, quizá mejor del que requiere sus personajes, y ambos tienen un futuro prometedor en la industria de Hollywood.

Calificación: **

Recomendada si te gustaron: Divergent, The Maze Runner

Ficha técnica:

The Darkest Minds

Mentes Poderosas

Año: 2018

País: Estados Unidos

Dirige: Jennifer Yuh Nelson

Con: Amandla Stenberg, Harris Dickinson, Skylan Brooks, Miya Cech y Mandy Moore

 

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