En un futuro post-apocalíptico no muy lejano, las condiciones de vida en el planeta han cambiando drásticamente a consecuencia de una llamarada solar que destruyó la capa de ozono. Durante el día, la temperatura rebasa los 65 grados centígrados, por lo que cualquier exposición a los rayos del sol, por más breve que ésta sea, es capaz de ocasionar graves quemaduras en el cuerpo. Tormentas y tornados de gigantescas proporciones han convertido a grandes ciudades en un montón de ruinas, y los efectos de la radiación han dejado irreversibles secuelas en los sobrevivientes de la catástrofe, quienes han encontrado refugio en la oscuridad de la noche.
Uno de ellos es Finch (Tom Hanks), un solitario ingeniero que – por fortuna y desgracia – se encontraba en las instalaciones subterráneas de la compañía en la que laboraba justo cuando se desató el cataclismo. Su desconfianza hacia los demás lo había acostumbrado a trabajar de forma individual, por lo que el proceso de adaptación a su nuevo estilo de vida no resultó tan difícil. En compañía de su simpático sabueso Goodyear y de Duey, un pequeño robot que él mismo construyó, el protagonista recorre los polvorientas calles de la ciudad de St. Louis en busca de alimentos y materia prima para su más reciente proyecto: un androide con la capacidad de almacenar una gran cantidad de conocimiento humano ante la inminente extinción de toda vida sobre el planeta.
Un potente sistema meteorológico que amenaza a toda la zona central del país obliga a Finch y a sus tres secuaces a empacar sus pertenencias y lanzarse por un viaje en carretera hacia la ciudad de San Francisco. Una odisea que estará llena de aventuras y aprendizajes, en especial para Jeff, el nuevo robot, quien a pesar de su vasta sabiduría terminará por descubrir las incongruencias de los humanos y la complejidad de sus emociones. Es así como el torpe androide, en voz del actor Caleb Landry Jones, entenderá el propósito de su creación y deberá adaptarse rápidamente al peligroso entorno que le rodea con tal de cumplir con la misión que le fue encomendada.
Finch es un entretenido viaje que a pesar de conducirnos por rumbos familiares y previamente explorados, logra salir avante gracias a la entrega del siempre excelente Tom Hanks. En esta versión apocalíptica de Cast Away, un desaliñado Hanks nos vende por completo el lazo padre-hijo que entabla con Jeff, por lo que resulta imposible no caer rendido ante el desesperado intento del protagonista por preservar su legado en un mundo que está condenado a la extinción. Una historia en la que el mismo Finch es quien termina recibiendo una importante lección de vida: aprender a confiar en los demás y a valorar la compañía de los demás. Algo que nunca supo apreciar y que, desafortunadamente, es demasiado tarde para hacerlo.
Como una mezcla entre I Am Legend, Chappie y Wall-E, el filme dirigido por Miguel Sapochnik (Game of Thrones) carece de originalidad en la forma en que éste desarrolla sus temas. Algorítmica y formuláica, Finch se sobrepone gracias a la naturalidad de sus efectos especiales. Hay momentos en los que olvidamos por completo que el protagonista es el único humano que aparece en toda la película. Asimismo, el tremendo encanto del pequeño Goodyear y el fantástico trabajo de voz de Jones aportan corazón a un relato que bien pudo haber sido tan inanimado como algunos de sus personajes secundarios.
Finch es una recomendable opción de entretenimiento familiar de fin de semana y un constante recordatorio que Tom Hanks es capaz de levantar cualquier tipo de proyecto en el que participe. No obstante, es una lástima que su guion tan genérico y tan escaso en sorpresas la convierta en una de esas experiencias fílmicas poco memorables.
Título original: Finch
Año: 2021
País: Estados Unidos, Inglaterra
Dirige: Miguel Sapochnik
Con: Tom Hanks y Caleb Landry Jones
Cine Sin Fronteras 