El basketball – así como otros deportes profesionales – ha ido perdiendo su esencia hasta convertirse en un negocio. Jugadores, entrenadores, dueños de equipos, patrocinadores, representantes y cadenas televisoras pasan más tiempo ocupados en «el juego detrás del juego». La pasión por el deporte ha quedado de lado, y lo que más importa son los jugosos contratos de exclusividad, las ganancias, y la cantidad de ceros en los cheques. Los nuevos jugadores, recién egresados de la universidad y dispuestos a entregar todo en la cancha, pronto se dan cuenta del mundo que les rodea. Uno que los seduce con avaricia y lujos, llevándolos a olvidar y renunciar a sus verdaderos sueños e ilusiones.
High Flying Bird es lo más reciente del director norteamericano Steven Soderbergh, quien nuevamente recurre al uso de teléfonos iPhone para la filmación de este drama-thriller escrito por Tarell Alvin McCraney (Moonlight). La cinta es un paso adelante para Soderbergh, luego de experimentar un poco con Unsane el año pasado, y es también una perfecta entrada dentro de su diversa filmografía. A pesar de contar con el apoyo financiero de Netflix, el filme mantiene una modesta factura en comparación con otras producciones respaldadas por los bolsillos de la compañía digital.
La historia transcurre en un lapso de 72 horas durante el cual acompañamos al protagonista del filme en una frenética misión, cuyo objetivo final consiste en salvar su propio empleo. Ray Burke (André Holland) es un exitoso representante de jóvenes estrellas del baloncesto que se preocupa sinceramente por el bienestar y la carrera de los principiantes que apenas ingresan a la duela. Decepcionado al ver cómo este deporte – predominantemente afro-americano – ha ido perdiendo sus valores y principios con tal de hacer dinero, Ray pone en marcha un minucioso y silencioso plan para demostrar a la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA por sus siglas en inglés) quién es el MVP del juego.
Es así como Soderbergh nos lleva hasta los vestidores de una de las industrias deportivas más importantes (y redituables) de la Unión Americana. Los trapos sucios salen a la luz para ser testigos del verdadero juego que se desarrolla detrás de los reflectores. Un juego de ajedrez controlado por ejecutivos blancos, quienes disponen de los jugadores afro-americanos como si éstos fueran simples piezas del tablero. Asimismo, la película nos muestra cómo la codicia ha penetrado todos los niveles, desde los altos rangos hasta aquellos debutantes en busca de su primera oportunidad en la liga profesional, perdiendo por completo el significado del deporte.
André Holland, quien tuvo una breve participación en la cinta ganadora del premio Oscar Moonlight, ofrece una grandiosa actuación protagónica en High Flying Bird. Su presencia es extraordinaria y su interpretación tan segura carga con el peso completo de la historia. Holland demuestra que tiene lo necesario para convertirse en la próxima gran estrella de Hollywood. Como es costumbre, Steven Soderbergh reúne a un fantástico ensamble de actores conformado por Zazie Beetz de la serie televisiva Atlanta y Deadpool 2, Sonja Sohn, Bill Duke, Zachary Quinto y Kyle MacLachlan. El director también incluye tres cameos de actuales estrellas del basketball, desdibujando un poco los límites que separan la ficción de la realidad.
Con High Flying Bird, Soderbergh confirma otra vez que no se necesita tener un alto presupuesto o contar con un equipo avanzado de filmación cuando se quiere llevar una historia al público. Basta con tan solo utilizar un teléfono iPhone y tener el ímpetu de transmitir un mensaje. Hollywood, al igual que la NBA y otras instituciones arraigadas en las tradiciones, necesita de voces nuevas y frescas dispuestas a cuestionar y quebrantar el status quo. Más allá de mostrarnos lo que ocurre detrás de uno de los deportes más venerados, el realizador lanza un crítico reclamo sobre la apropiación cultural y la pérdida de identidad de un juego que durante años se ha encargado de unir a las comunidades afro-americanas del país.
Calificación: *** 1/2
Título original: High Flying Bird
Año: 2019
País: Estados Unidos
Dirige: Steven Soderbergh
Con: André Holland, Zazie Beetz, Sonja Sohn, Bill Duke, Zachary Qunto y Kyle MacLachlan