La bonanza marimbera es el nombre con el que se le conoce en Colombia al periodo comprendido entre 1975 y 1985, en el cuál grandes cantidades de marihuana eran transportadas desde la región de La Guajira, al norte del país, hasta los Estados Unidos para satisfacer la alta demanda de dicho mercado. Mientras los consumidores disfrutaban cómodamente del producto, en la zona desértica habitada por la comunidad indígena de los Wayúu se había desatado una terrible guerra de sangre por el control del tráfico de la droga. Los creadores de la cinta El Abrazo de la Serpiente (Embrace of the Serpent), Cristina Gallego y Ciro Guerra, co-dirigen este drama de proporciones épicas que nuevamente expone la vulnerabilidad de los pueblos indígenas de Colombia, quienes luchan por preservar sus costumbres y su estilo de vida ante la constante amenaza del mundo moderno.
Contada a través de cinco cantos o episodios, la historia de Pájaros de Verano (Birds of Passage) gira alrededor de Raphayet (José Acosta), un chico ambicioso que rompe con las tradiciones de su pueblo, los Wayúu, para iniciar un negocio de venta de marihuana junto a su mejor amigo, un ‘alijuna’ como se le llama a aquellos que hablan castellano y que no pertenecen a dicha comunidad. Raphayet no tenía previsto que su plan de negocio fuera a prosperar de la noche a la mañana. Sin embargo, al ir incrementándose la demanda por cosechar la hierba, también va creciendo la desconfianza entre los líderes de las distintas tribus. Poco a poco, el apacible estilo de vida de los habitantes de la Península de La Guajira se ve trastocado por una incesante ola de violencia. El poder y la ambición llevarán a terminar con la paz que había imperado en dicho territorio durante años.
Pájaros de Verano nos presenta el choque entre dos mundos: lo moderno contra lo tradicional, y lo espiritual contra lo terrenal. La cinta contrasta el misticismo de las visiones y los sueños de los personajes, con la cruel y violenta realidad que se vive en el pueblo. Gallego y Guerra hacen un formidable trabajo al retratar el estilo de vida de este grupo indígena, el más numeroso que habita en el país sudamericano. La historia de su batalla por conservar intactas sus costumbres ha permanecido en el olvido, al igual que el cuantioso número de pérdidas humanas, víctimas de una despiadada guerra cuyas muertes han quedado en total impunidad.
De cierta manera, la historia de Pájaros de Verano es una que también aplica a la triste realidad que se vive hoy en día en gran parte del territorio mexicano. Una guerra que también ha afectado a las comunidades y a los grupos sociales más vulnerables y desprotegidas del país. El filme funciona como un presagio y nos muestra hasta dónde es capaz de llegar el ser humano cuando éste se deja llevar solamente por la avaricia y la sed del poder.
Nuevamente los realizadores del filme consiguen capturar el aspecto espiritual del pueblo indígena por medio de un increíble trabajo de fotografía y de sonido. Es una experiencia envolvente que también sobresale gracias al esfuerzo de su reparto tan diverso, el cual incluye desde actores debutantes como José Acosta y Carmiña Martínez, hasta actrices con mayor experiencia en el medio cinematográfico como Natalia Reyes.
Pájaros de Verano es la película que representará a Colombia en la próxima entrega de los Premios Oscar, y tiene grandes posibilidades de colocarse entre las semifinalistas. Una desgarradora cinta de excelente factura que nos muestra la crueldad y la falta de humanidad y empatía cuando la ambición se convierte en la motivación principal del hombre.
Calificación: *** 1/2
Título original: Pájaros de Verano (Birds of Passage)
Año: 2018
País: Colombia, México, Dinamarca
Dirige: Cristina Gallego y Ciro Guerra
Con: Carmiña Martínez, Natalia Reyes y José Acosta