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Reseña – The Killing of a Sacred Deer (El Sacrificio del Ciervo Sagrado)

The Killing of a Sacred Deer (El Sacrificio del Ciervo Sagrado) es el sexto largometraje del realizador de origen griego Yorgos Lanthimos, quien ha ganado fama a nivel internacional gracias a sus trabajos previos como Dogtooth, y más recientemente The Lobster. Esta nueva producción cinematográfica vuelve a reunir al director junto al protagonista de su cinta anterior, Colin Farrell, aunque en esta ocasión Lanthimos opta por presentar un mundo más cercano al nuestro en lugar de envolvernos en las sociedades distópicas a las cuales nos tenía acostumbrados. Eso sí, The Killing of a Sacred Deer mantiene el estilo y la escencia del director desde la primera toma para involucrarnos en un dilema moral y ético que explorará las bajezas y los horrores de la condición humana.

La cinta da inicio con la secuencia de una operación a corazón abierto. Es una escena impactante, sangrienta y visceral que simplemente prepara el camino para lo que viviremos (y sufrieremos) durante los siguientes 120 minutos. El título de la película hace referencia a la mitología griega de Ifigenia, quien fue dada en sacrificio luego de que su padre mató a un ciervo sagrado. Yorgos Lanthimos basa su historia en este episodio mitológico, adaptándola a los tiempos modernos.

Farrell interpreta a Steven Murphy, un reconocido cardiólogo que mantiene una extraña amistad con Martin (Barry Keoghan), un adolescente medio creepy a quien frecuenta regularmente y a quien le hace regalos de lujo. Pronto descubrimos que el padre de Martin falleció recientemente en el quirófano, en una cirugía practicada por el protagonista del filme. Resulta que Martin ha ido metiéndose en la vida del doctor, su esposa (Nicole Kidman) y sus dos hijos con el fin de ejercer justicia y tomar venganza por mano propia. Es así como el chico pone en marcha un juego de control psicológico sobre Steven y su familia, llevándolos hasta situaciones extremas que mostrarán su falta de compasión y moral.

Hablar más sobre The Killing of a Sacred Deer representaría arruinarles una experiencia que merece ser vista sin la menor cantidad de detalles posibles, por más tortuosa que ésta termine siendo. Digamos que Yorgos Lanthimos pareciera estar obsesionado con retratar el lado más terrible de los humanos. Lo mismo hizo en Dogtooth y The Lobster, pero aquí se siente más cercano e incómodo, ya que el director no nos sumerge en un mundo distópico apartado de la realidad. Aquí los hechos suceden en un mundo muy similar al nuestro, donde la ética y la moral de un hombre son puestos a prueba de la manera más cínica y despiadada.

La película aprovecha la oportunidad para criticar el campo de la medicina y la ciencia, así como también lo hace sobre los valores de la sociedad norteamericana. The Killing of a Sacred Deer nos pinta al protagonista como una especie de Dios, quien posee el poder de dar y quitar la vida a sus pacientes. La cinta despedaza al personaje sin piedad, mostrándonos que al final de cuentas, los médicos son humanos, pueden cometer errores capaz de costarle la vida a alguien, y en ocasiones no tienen la capacidad de realizar un diagnóstico certero. Sin embargo, debido al orgullo y al poder que éstos tienen, sus negligencias y malas prácticas jamás salen a la luz y permanecen encubiertas sin enfrentarse a la justicia.

Asimismo, la cinta nos muestra la falta de valores en gran parte de la sociedad, particularmente en las clases acomodadas de los Estados Unidos. El estátus social y económico tienen preferencia sobre lo moralmente correcto. Existe un desenfado y una indiferencia hacia el bienestar de los demás, y lo material tiene mayor valor que la vida misma. Todo esto se ve reflejado a través de los conflictos entre Steven y su esposa Anna, la relación entre sus dos hijos Kim y Bob, así como la manera en la que buscan resolver la problemática con Martin.

Colin Farrell y Nicole Kidman brindan un par de tremendas actuaciones, que reflejan la ansiedad y el temor de sus personajes al ir cayendo al juego psicológico orquestrado por el chico huérfano. Barry Keoghan, a quien vimos este verano en el blockbuster Dunkirk, es la gran revelación de la película y nos sorprende con una interpretación malévola y calculadora, pero que a la vez logra compadecernos de éste cuando la historia comienza a dar un giro y los roles se invierten. Alicia Silverstone, Raffey Cassidy y Sunny Suljic complementan el reparto.

The Killing of a Sacred Deer es una experiencia que podrá resultar perturbadora para quienes no estén familiarizados con el estilo y el tipo de historias del director Yorgos Lanthimos. Es una historia que toma su tiempo para desarrollarse, pero que una vez que pone todas las cartas sobre la mesa, nos hace cuestionar nuestros propios principios y valores a la par de las decisiones que toman los personajes. Lo que en un inicio pareciera tratarse de una pesadilla, termina siendo aún peor, al darnos cuenta que ésto no es un mal sueño, sino el triste y horrible reflejo de una sociedad tan fría que ha perdido toda humanidad por el simple amor a lo material.

Calificación: *** 1/2

Título original: The Killing of a Sacred Deer (El Sacrificio del Ciervo Sagrado)

Año: 2017

País: Inglaterra, Irlanda

Dirige: Yorgos Lanthimos

Con: Colin Farrell, Nicole Kidman, Barry Keoghan, Alicia Silverstone, Raffey Cassidy y Sunny Suljic

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