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Reseña – Fences (Barreras)

Mucho se ha hablado recientemente acerca de las historias de personajes afroamericanos que son llevadas a la pantalla grande en Hollywood. Algunos textos han hecho énfasis en las preferencias de la industria por estereotipar y encasillar a sus actores y actrices de raza negra en cintas con temáticas limitadas que no les impiden demostrar su amplio talento. Caso contrario es lo que ocurre en Fences (Barreras) y eso se agradece de sobremanera. Adaptada de la obra teatral que lleva el mismo nombre escrita por August Wilson, quien también alcanzó a escribir el guión de la cinta antes de morir en el 2005, Fences permite que sus protagonistas Denzel Washington y Viola Davis brillen a través de personajes multidimensionales que nos llevan a explorar temas que no son tratados con frecuencia en cintas dirigidas al público afroamericano.

Washington, quien también dirige la película, encarna a Troy Maxson, un padre de familia que habita en la ciudad de Pittsburgh en los años cincuenta. La promisoria carrera deportiva de Troy se vio truncada como resultado de un turbulento pasado que en cierta forma ha ido forjando su duro y estricto carácter. Es por ello que cuando su hijo Cory le revela sus planes de convertirse en un jugador de futbol americano profesional con tal de obtener una beca universitaria, éste se opone rotundamente. No lo hace solamente por la vasta experiencia que ha ido acumulando a lo largo de su vida. Troy ha sufrido en carne propia la injusticia racial que impera en la sociedad norteamericana y de cierta forma, busca proteger a su hijo adolescente aunque éste no logre entenderlo. Rose (Viola Davis), su esposa, trata de ablandarlo y hacerlo entrar en razón. Rose es la salvación de Troy. Ella es el amor de su vida y la luz que ilumina su monótona existencia.

Fences va dibujando el personaje de Troy de tal manera que uno empieza a guardarle cierto respeto. Es un hombre de ideales, en busca de justicia e igualdad, y siempre guiando a familiares y amigos cercanos por el camino del bien. Obviamente Troy no es un ser perfecto y la historia nos presenta sus defectos y debilidades, por ejemplo, conocemos que el alcohol es uno de los problemas que enfrenta nuestro protagonista. Por lo que cuando la historia decide dar un sorprendente giro, el cual no ahondaremos en la reseña para no arruinar su experiencia fílmica, todo lo que habíamos construido alrededor de este personaje se viene abajo y uno comienza a cuestionar y juzgar sus actos. De inmediato Rose, su esposa, se convierte en la protagonista de esta saga dramática de corte familiar que explora a fondo las relaciones maritales, el rol de los padres de familia y su influencia en la formación de sus hijos.

Las actuaciones en Fences son todo un espectáculo digno de admiración. Tanto Denzel Washington como Viola Davis habían protagonizado la versión teatral de la obra en Broadway hace unos años y sus actuaciones les valieron el premio Tony a Mejor Actor y Mejor Actriz respectivamente. Los dos actores conocen el material de principio a fin y comprenden la complejidad de los personajes a la perfección, por lo que lo que vemos en pantalla es simplemente impecable y un trabajó que derrocha pasión en cada momento. Denzel arrebata nuestra atención desde los primeros minutos, mientras que Davis va construyendo su personaje hasta el punto de quiebre, dando una cátedra maestra de actuación, y sin duda, una de las mejores del 2016. La pareja protagónica es acompañada por un gran reparto que incluye a los actores Jovan Adepo, Russell Hornsby y Mykelti Williamson.

Desafortunadamente, Fences tiene en su contra la dirección y un estilo narrativo excesivamente teatral, y ambas van muy de la mano. Como director, Denzel Washington opta por que la historia se desarrolle como si estuviéramos disfrutando de una obra de teatro en la pantalla grande. Los espacios son mínimos, las escenas son largas y los diálogos extensos. Haya sido o no una decisión deliberada de Washington por apegarse al material de Wilson y hacerle un homenaje a la obra teatral, estas decisiones hacen que Fences se vuelva tediosa en sus casi dos horas y media de duración. La película desaprovecha las posibilidades que otorga el cine para armar algo más interesante. No hay nada nuevo o propositivo en el desarrollo de la historia o en cuestión visual.

Me hubiera gustado haber visto esta historia en manos de un director más arriesgado, que hubiera aprovechado la oportunidad de llevar una historia tan única como ésta y darle una adaptación al lenguaje cinematográfico. Washington es un director de actores: se enfoca en que éstos brillen y sí, el resultado en este rubro es impresionante. Pero al hacerlo, descuida otros aspectos que pudieron haber ayudado a pulir más la obra y posiblemente haberle hecho mayor justicia al trabajo de August Wilson. Pese a dichos problemas, Fences es un espectáculo fílmico que vale la pena disfrutar por la entrega y pasión de Washington y Davis, quienes dejan su corazón, su sudor y sus lágrimas en este trabajo. Ojalá que éste sea el primero de muchos trabajos que salgan del típico molde de historias de esclavitud, pobreza y pandillerismo para traernos filmes que dignifiquen la cultura afroamericana de los Estados Unidos.

Fences se encuentra en cines en los Estados Unidos. La película llegará a los cines de México en los primeros meses del 2017.

Calificación: ** 1/2

Título original: Fences (Barreras)

Año: 2016

País: Estados Unidos

Dirige: Denzel Washington

Con: Denzel Washington, Viola Davis, Jovan Adepo, Russell Hornsby y Mykelti Williamson

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