Reseña – Showing Up – Cine Sin Fronteras

A unos cuantos días de la presentación de su nueva colección en una galería local, la vida de Lizzy (Michelle Williams) comienza a salirse lentamente de control. Y es que además de la presión por terminar sus obras a tiempo, la artista plástica radicada en Portland deberá lidiar no solo con la falta de agua caliente en su apartamento, una situación que su arrendadora y mejor amiga Jo (Hong Chau) no ha podido resolver en semanas, sino también con sus problemas cotidianos de carácter personal y familiar, los cuales se han convertido en constantes distracciones. Ya sea atendiendo la crisis nerviosa de su hermano Sean (John Magaro), quien ha decidido excavar un enorme pozo en el patio de su casa sin motivo alguno, o bien, auxiliando a una paloma cuya ala fracturada le impide emprender su vuelo, estas preocupaciones mundanas le harán perder su concentración e inspiración. A ello hay que añadirle el estrés por intentar alcanzar un nivel máximo de perfección para cumplir con las altas expectativas de los demás y sobrepasar las hazañas de sus padres, ambos involucrados en el mundo del arte.

Con su característico estilo naturalista y contemplativo, la realizadora americana Kelly Reichardt (First Cow, Wendy and Lucy) nos conduce en Showing Up a través de una historia inmersiva que toma su tiempo en ir revelando sus múltiples capas, las cuales nos ayudan a comprender mejor el origen de las frustraciones que experimenta el personaje principal. A primera vista, su comportamiento pasivo-agresivo podría llegar a parecer incómodo o hasta excéntrico, aunque para quienes consideramos el Pacífico Noroeste de los Estados Unidos nuestro hogar resultará demasiado cercano a las interacciones que observamos a diario. Esto agrega un toque de autenticidad al ya de por sí legítimo retrato de la vida bohemia en la ciudad de Portland, reconocida capital de lo extravagante, cuyo lema «Keep Portland Weird» se alcanza a distinguir con orgullo en cada uno de sus peculiares rincones.

Algunas secuencias rayan casi en lo hipnótico, cual video de ASMR, haciendo énfasis en las manos de Lizzy y en la forma como ésta trabaja el material que utiliza en sus obras. Es a través de estos instantes cuasi meditativos que entendemos más a fondo la naturaleza y el carácter tan sutil y perfeccionista de la protagonista, y del drástico contraste con la personalidad de Jo, cuya aparente rudeza y hasta desenfado al trabajar en sus piezas ofrece un contexto adicional y necesario a la supuesta rivalidad que existe entre ambos personajes, y quizá solo en la mente de una de ellas. Conflictos inexistentes o banales con los que resulta fácil identificarse de inmediato, sobre todo para aquellos que, al igual que Lizzy, alguna vez se hallan convertido en su propio enemigo en su aspiración hacia la excelencia.

Tal ironía hace que Showing Up sea uno de los filmes más cómicos de Reichardt, aunque sin perder ese punzante realismo que le ha caracterizado a lo largo de su trayectoria cinematográfica. La actriz Michelle Williams, quien colabora con la directora por cuarta ocasión, realiza un fantástico trabajo al internarse física y emocionalmente dentro de un personaje complejo que lucha contra su saboteador interno. Esas voces que continuamente le dicen que su talento es menor al de otros artistas, incluyendo amigos y familiares, y que son capaces de llegar a fracturar las relaciones que mantiene con dichos individuos. Hong Chau, quien recientemente obtuvo una nominación al Oscar por su extraordinaria participación en el drama The Whale, brinda una actuación fenomenal que le permite demostrar nuevamente su enorme talento y carisma. Judd Hirsch y André Benjamin (del dúo de hip hop OutKast) complementan el reparto, éste último participando también en la música de la película.

Con Showing Up, Kelly Reichardt preserva su lugar como una de las realizadoras más notables del cine independiente norteamericano, y de Michelle Williams como su indiscutible musa. Una inteligente y reflexiva comedia con tintes dramáticos que además de explorar los problemas que artistas y creativos enfrentan en la sociedad contemporánea, es un sincero relato sobre las excusas, los miedos y las inseguridades que «aparecen» en nuestras vidas en los momentos más inoportunos, y que se transforman rápidamente en grandes obstáculos en el camino hacia el éxito, haciéndonos dudar por completo de nuestros talentos y habilidades para obtener ese prestigio y reconocimiento que tanto anhelamos alcanzar.

Showing Up está exhibiéndose en cines selectos de Estados Unidos a partir del 7 de abril del 2023.