En un futuro en el que los humanos han perdido toda capacidad de sentir dolor físico, un vacío existencial se ha apoderado de quienes habitan en este mundo apocalíptico tan sombrío y desolador. La aflicción se ha convertido en algo placentero, por lo que la gente ha recurrido a provocarse heridas con tal de experimentar una sensación erótica. «La cirugía es el nuevo sexo», expresa uno de los personajes, luego de presenciar una intervención quirúrgica cual si fuera un espectáculo público. Una tendencia artística cuya mezcla de morbosidad con anarquismo intenta devolver esa esencia humana que ha desaparecido. Encontrar el significado de vivir en un mundo sintético, donde el único dolor que no ha podido extinguirse es el de las memorias.
La única excepción es Saul Tenser (Viggo Mortensen), un hombre cuyo cuerpo ha evolucionado a tal grado de generar nuevos órganos, los cuales, al ir creciendo aceleradamente, han comenzado a inhibir su facultad para comer y dormir, dejándolo postrado en cama con una dieta a base de medicamentos para alivianar su constante sufrimiento. Puesto que ninguna de estas noveles entrañas son vitales para el funcionamiento de su organismo, Tenser ha decidido transformar sus pesares en arte. Después de todo, el dolor es algo necesario en el proceso creativo de cualquier artista. Con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), éste ha montado una muestra artística en la que su cuerpo se convierte en un lienzo en blanco. Un acto en el que busca rebelarse a la biología con tal de mantener intacta su esencia humana.
No obstante, el protagonista comienza a descender por un profundo espiral al verse involucrado de forma accidental en una investigación policiaca. De pronto, su ingreso a un oscuro y peligroso sub-mundo de concursos de belleza interior, de registro de órganos, de drogas sintéticas y de performances que cruzan la línea de lo moralmente correcto, lo lleva a cuestionar sus propios ideales y a aceptar que sus extraños poderes quizá no lo convierten en un ser inferior ni menos humano que lo demás.
El maestro del body horror David Cronenberg confecciona en Crimes of the Future (Crímenes del Futuro) un visceral relato en el que contempla temas existenciales, los cuales van de la mano con su obsesión por explorar los instintos más bajos que nos definen como humanos. Un filme provocador que con sus imágenes repulsivas y perturbadoras nos hace partícipes de un espectáculo voyerista que cuestiona el mundo actual del arte, del entretenimiento, la tecnología y la medicina.
A pesar de que la cinta comparte el mismo título que otra producción de Cronenberg, realizada en 1970, no se trata de una secuela, precuela, ni remake. No obstante, el realizador de 79 años retorna a un estilo visual más afín a sus primeros proyectos, mostrándonos un futuro análogo y mecánico pese a los avances tecnológicos de este imaginativo y gótico mundo. Para los admiradores de Crash, Crimes of the Future resultará todo un deleite, ya que realiza un estudio de los placeres carnales y los instintos más retorcidos, aunque en esta ocasión utilizando bisturís en lugar de automóviles.
Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart, quien interpreta a Timlin, la misteriosa y seductora asistente de un registro de órganos ilícito, brindan actuaciones a tono con la historia y su inventivo estilo. Los efectos especiales son asombrosos y la escena del baile de Ear Man es una que seguramente pasará a la posteridad como una de las más memorables de la carrera del director canadiense. La música, a cargo de Howard Shore, es fantástica y consigue que las atmósferas espeluznantes y perturbadoras sean aún más efectivas.
Crimes of the Future es una evolución de Cronenberg tanto en sustancia como en estilo y es quizá el trabajo con mayor potencial comercial de su filmografía en las últimas décadas. Una mirada a un futuro no muy distante que cuestiona el poder humano para evolucionar y adaptarse a un mundo que hemos ido destruyendo de forma irreversible, en nuestro afán por querer jugar a ser Dios sin medir las consecuencias de dichos actos. Desafiante y ambiciosa, Crimes of the Future es tan breve que desafortunadamente no alcanza a explorar cada uno de sus temas a fondo. Sin embargo, cuando lo hace, ésta golpea justo en el nervio, sacudiendo fuertemente la base de nuestra naturaleza humana y nuestras convicciones.
Crimes of the Future forma parte de la Selección Oficial de la edición número 75 del Festival de Cannes, la cual se lleva a cabo del 17 al 28 de mayo del 2022.

Título original: Crimes of the Future (Crímenes del Futuro)
Año: 2022
País: Canadá, Francia, Grecia e Inglaterra
Dirige: David Cronenberg
Con: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Don McKellar y Scott Speedman