Tras un largo camino en carretera, la familia Yi finalmente arriba a su nuevo hogar, una casa rodante situada en la zona rural del estado de Arkansas. «Esto no es lo que nos prometiste», expresa decepcionada Monica (Yeri Han), quien había aceptado la proposición de su marido de abandonar California en busca de un mejor futuro para sus dos hijos pequeños, pero jamás imaginó que los llevaría en medio de la nada. Por su parte, Jacob (Steven Yeun), el líder de la familia, se encuentra sumamente emocionado ante las posibilidades que ofrece el terruño. Aprovechando el flujo de migrantes provenientes de Corea, y convencido de que los Estados Unidos es una tierra de oportunidades infinitas, el hombre ha puesto su patrimonio en juego con tal de perseguir su más grande sueño: convertirse en proveedor de frutas y verduras de su país natal para saciar la creciente demanda del mercado coreano-americano.
Retratando de forma auténtica y conmovedora la experiencia de los migrantes y su lucha por alcanzar el llamado sueño americano, el realizador Lee Isaac Chung nos envuelve en la ternura y la sencillez de Minari. Un relato semi auto-biográfico que explora ambas temáticas desde la perspectiva de sus personajes adultos y de sus hijos, cuyas vidas han sido una amalgama de dos culturas completamente distintas. Entre kimchi y Mountain Dew, Anne y David buscan forjar su propio camino, siguiendo las enseñanzas y el ejemplo de sus padres, quienes han sacrificado todo con tal de brindarles un futuro con mejores oportunidades.
«Lastimarse es parte del proceso de crecimiento», menciona uno de los personajes del filme. Una lección que no solo aplica para David (Alan S. Kim), el más pequeño de la casa, sino también para su padre, cuyo empecinamiento en cumplir su sueño de agricultor comienza a fracturar la relación con su esposa. «Necesitan verme triunfar», dice Jacob desesperado, con respecto al estándar tan alto que el mismo se ha impuesto para tratar de enseñar a sus hijos que todo se puede lograr, siempre y cuando uno ponga su máximo esfuerzo. Una idea de individualismo y capitalismo americano que inmediatamente choca contra los valores de una cultura más colectivista.
El título de la cinta hace referencia a una planta de origen asiático, similar al perejil, la cual siembran cerca de un arroyo y rápidamente comienza a crecer por toda la zona. La planta de minari sirve como una alegoría a la raíz que los migrantes echan en su nuevo hogar quienes, a pesar de encontrarse a miles de kilómetros de su lugar de origen, en un clima y una cultura totalmente distinta, logran adaptarse a su nuevo entorno para expandirse por todos los rincones con sus frondosas y prósperas ramas.
Apoyado por el magnífico trabajo de su reparto, del cual sobresalen las interpretaciones de Steven Yeun y Yuh-jung Youn, quien encarna a la simpática y tierna abuela, y una encantadora banda sonora a cargo de Emile Mosseri, Minari es un drama sencillo pero sumamente profundo que evita caer en los lugares comunes del género cinematográfico. Una emotiva historia donde el valor de la familia es más grande e importante que cualquier sueño o meta trazada.
Calificación: *** 1/2
Título original: Minari
Año: 2020
País: Estados Unidos
Dirige: Lee Isaac Chung
Con: Steven Yeun, Yeri Han, Yuh-jung Youn, Alan S. Kim, Noel Cho y Will Patton