¿Qué es lo que realmente define nuestra identidad nacional? ¿El lenguaje? ¿La religión? ¿Las costumbres y los valores? ¿El himno nacional y demás símbolos patrios? ¿La historia del país? Hace poco platicaba con uno de mis amigos sobre un artículo que mostraba un dato estadístico muy interesante, pero nada sorprendente. Resulta que solamente una tercera parte de los ciudadanos estadounidenses sería capaz de aprobar el examen cívico al que todo individuo en proceso de naturalización debe responder de forma obligatoria. Si tal es el caso, entonces ¿cómo evaluar si alguien está listo (o no) para ser un ciudadano? Todos estos cuestionamientos son analizados a profundidad en el más reciente largometraje del aclamado director israelí Nadav Lapid que lleva por nombre Synonyms (Sinónimos), y gracias al cuál se hizo acreedor al codiciado Oso de Oro en la edición 2019 del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Para Lapid, Synonyms es una especie de obra semi-autobiográfica a través de la cual busca hacer las paces con sus propias dudas de identidad y de pertenencia. La cinta arranca con un ritmo frenético por las calles de Paris mientras seguimos los pasos de Yoav (Tom Mercier), un joven que ha escapado de Israel sin la intención de volver atrás. No obstante, la nación europea lo recibe de manera fría y ruda. Completamente desnudo, Yoav corre por los pasillos de un viejo edificio, golpeando las puertas, esperando que alguien responda a su llamada de auxilio. Al día siguiente, el chico despierta en la cama de Emile y Caroline, una pareja de artistas que, a pesar de su tono paternalista y condescendiente, le brindan ayuda de manera desinteresada.
Con un diccionario en mano, Yoav recorre los puentes que cruzan el río Sena recitando una lista de sinónimos, los cuales posteriormente utiliza para formar oraciones y describir los fuertes sentimientos que guarda hacia su país de origen. El protagonista ha dejado de hablar en hebreo y ha decidido cortar toda comunicación con aquellos que aún radican en Israel con el objetivo de adaptarse rápidamente a su entorno y convertirse en un ciudadano francés. Sin embargo, éste deberá enfrentarse primero a una sociedad cerrada y nacionalista que abandona y que discrimina, que abusa y que toma prestado lo que no le corresponde. No importa la forma de vestir ni la forma de pronunciar las palabras, al final Yoav no es más que un exótico invitado a una exclusiva cena donde los anfitriones de la casa serán amables durante la velada, y se divertirán y se conmoverán ante las historias tan insólitas y foráneas. Habrá música y baile, comida y bebida. Por un instante le harán sentir parte del grupo. Pero al dar la medianoche, la fiesta se acaba y las puertas de la casa se cierran bruscamente sin un lugar a donde ir.
Cualquiera que haya dejado sus tierras para migrar a otras latitudes encontrará en Synonyms una conexión íntima y muy familiar con los cuestionamientos de pertenencia e identidad nacional que Nadav Lapid pone sobre la mesa de discusión. El director y guionista evita caer en lo convencional, y para ello nos ofrece un relato con una estructura poco usual que nos reta a analizar y desmenuzar con detalle sus constantes metáforas. Es una experiencia única y diferente que resulta imposible encasillar en un género en específico, y que demanda cierto nivel de compromiso y atención por parte del espectador.
El actor debutante Tom Mercier, quien interpreta al personaje principal de la cinta, brinda una arriesgada y soberbia actuación en la que no solamente desnuda su cuerpo ante la cámara, sino también su alma, mostrando sus miedos y vulnerabilidades, y derrochando emoción durante todo el metraje. Una interpretación desinhibida e hipnótica que se convierte en el motor de la historia.
Cinética, con un estilo único, y por momentos tremendamente desgarradora, Synonyms ofrece más preguntas que respuestas. Un frenético viaje emocional que refleja la crisis existencial que todo migrante debe enfrentar en algún punto de su vida. Una incisiva mirada al peligroso nacionalismo que ha surgido en años recientes, el cual se ha encargado de ir alimentando una retórica fundada en el odio y el miedo. Si bien, Synonyms dista de ser una experiencia placentera y fácil de digerir, su historia es una de suma importancia, y su poderoso y reflexivo mensaje es una invitación para observar el mundo a través de los ojos de alguien más, generando empatía hacia aquellos que buscan desesperadamente un nuevo lugar al cuál llamar hogar.
Calificación: *** 1/2
Título original: Synonyms (Sinónimos)
Año: 2019
País: Francia, Israel, Alemania
Dirige: Nadav Lapid
Con: Tom Mercier, Quentin Dolmaire y Louise Chevillotte