Bien dice la frase popular que «un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla». Vivimos en un mundo que, en ocasiones, prefiere olvidar su pasado ya sea por vergüenza o por culpa. Sin embargo, esta indiferencia provoca un continuo ciclo en el cuál los errores del pasado tienden a repetirse. Basta con leer las noticias para darse cuenta que las caravanas de migrantes provenientes de Centroamérica hacia los Estados Unidos, o los botes con familias enteras que intentan cruzar las peligrosas aguas del mar Mediterráneo hacia las costas europeas, no son problemáticas recientes. Las guerras, la pobreza y el crimen organizado han sido factores determinantes que han llevado a comunidades enteras a desplazarse de un lugar a otro a través de la historia. Nos indignamos ante los trágicos hechos que ocurrieron hace más de siete décadas, pero evadimos los conflictos actuales que son igualmente de crueles e inhumanos.
El aclamado realizador alemán Christian Petzold consigue que Transit (En Tránsito), su más reciente producción cinematográfica, sea un vital recordatorio del pasado, y al mismo tiempo, una profunda reflexión sobre la sociedad moderna y los ciclos que parecieran condenarnos a la desgracia. En Transit, Petzold nos muestra la persecución del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, pero éste decide situarla en la actualidad. El pasado y el presente colisionan, y el resultado no podría ser más desgarrador.
Georg (Franz Rogowski) es un hombre alemán que ha encontrado refugio temporal en la ciudad de Paris. Sin embargo, la creciente ola de odio y violencia que se vive en las calles de la capital francesa empuja al protagonista a viajar hacia la costa sur del país, donde espera encontrar una salida a sus problemas. A su llegada a Marsella, Georg decide tomar la identidad de Weidel, un escritor recientemente fallecido, con tal de asegurar una visa que lo lleve al continente americano. De pronto, una misteriosa mujer aparece en su vida. Unas semanas antes, Marie (Paula Beer) había abandonado a su marido para escapar con su amante hacia Sudamérica, pero hoy lo busca desesperadamente para que éste le patrocine el pase de abordaje hacia un mejor futuro. Georg se compadece de su situación y decide ayudar a la mujer, sin imaginar las inesperadas volteretas del destino.
Al igual que en su cinta previa Phoenix, el director juega con la doble identidad de su protagonista. La obsesión de Christian Petzold con este recurso narrativo sirve para explorar y cuestionar la identidad, no solo de sus personajes principales, sino también del pueblo alemán a consecuencia de los terribles eventos que ocurrieron durante la Segunda Guerra Mundial. En Transit, Georg es un alma errante sin nación ni pertenencia. Al asumir una nueva identidad, éste descubre nuevas oportunidades que desafortunadamente vienen acompañadas de un alto costo moral. Un sentimiento de culpa le invade por completo al observar la realidad desde una perspectiva distinta.
Franz Rogowski, quien pareciera el doble alemán del actor norteamericano Joaquin Phoenix, y Paula Beer, a quien vimos recientemente en la cinta nominada al premio Oscar Never Look Away, ofrecen un par de estupendas actuaciones que se adaptan al tono melancólico y desolador del filme. Más que una lección, Transit brinda una importante y oportuna reflexión sobre la tendencia humana por repetir los mismos errores una y otra vez. Al colocar la historia de Georg y Maria en las calles y escenarios modernos de Europa, Petzold hace una sutil crítica a la situación actual que se vive con los migrantes provenientes de Siria y del norte de Africa. Hace más de setenta años, muchos europeos tuvieron que escapar de los horrores de la guerra, y encontraron refugio en diversos países del continente americano. Hoy en día, los roles se han invertido. La guerra en otras partes del mundo ha llevado a miles de personas a buscar un mejor futuro en Europa. Desafortunadamente, pareciera como si muchos de estos países sufrieran de una amnesia histórica con su retórica nacionalista. A veces olvidamos que el presente es el resultado del desplazamiento de nuestros antepasado de un lugar a otro, de gente en tránsito constante. Ese es el único ciclo inquebrantable, y hay que aprender a vivir con ello en paz y armonía.
Calificación: ****
Título original: Transit (En Tránsito)
Año: 2018
País: Alemania, Francia
Dirige: Christian Petzold
Con: Franz Rogowski, Paula Beer y Godehard Giese