Si alguna vez te has preguntado cómo fue que el perro se convirtió en el mejor amigo del hombre, Alpha (Alfa) tiene la respuesta a dicho cuestionamiento. O bueno, al menos eso es lo que pretende mostrarnos a través de esta historia de supervivencia en la que un chico encuentra compañía y protección en un lobo malherido, y juntos emprenden un épico viaje con la finalidad de regresar a casa.
La cinta nos remonta 20,000 años al pasado, y nos sitúa en algún lugar de lo que hoy en día conocemos como Europa. Ahí, los hombres de una tribu prehistórica se preparan para el invierno que está por venir. En un ritual que realizan cada año, los miembros del clan salen a cazar bisontes para comer su carne y utilizar su piel como abrigo. Asimismo, este evento sirve como rito de iniciación para los más jóvenes de la tribu, quienes deben demostrar su fortaleza y determinación ante el resto de sus compañeros. Para Tau, el líder del grupo, este año guarda un significado especial ya que su único hijo Keda participará por vez primera en esta celebración.
Desafortunadamente, Keda termina siendo embestido por un enfurecido animal que lo arroja por un profundo acantilado. El cuerpo del chico yace inerte, por lo que el resto de la tribu lo da por muerto. Sin embargo, éste revive de forma milagrosa a la estrepitosa caída. Completamente en el abandono, y sin la experiencia suficiente para enfrentarse a la furia de la naturaleza, el joven buscará la manera de regresar a casa junto a su familia. En su viaje, el protagonista cruza su camino con un lobo que se encuentra herido. Preocupado por su bienestar, Keda decide cuidar del animal al que bautiza con el nombre de Alpha. A partir de ese momento, surge una entrañable relación entre el chico y el can, llevándolos por una serie de aventuras extremas.
Visualmente, Alpha es todo un deleite. Sus tomas panorámicas son impresionantes y nos transportan directamente a la era de hielo. Debo confesar que la versión en 3D no aporta mucho a la película, así que no se perderán de mucho si deciden verla en su versión original (y de paso ahorrarse un poco de dinero). Otro punto que funciona a favor de la cinta es que no esté hablada en idioma inglés. Definitivamente es un gran riesgo para una producción de alto calibre en Hollywood, ya que a la mayoría de la audiencia norteamericana no le gusta leer subtítulos. Sin embargo, esta decisión hace que el filme dirigido por Albert Hughes (The Book of Eli) se sienta más realista.
Aunque la película se vale más del lenguaje visual para desarrollar la historia, los pocos diálogos entre los personajes son muy parecidos a las frases de motivación que tus tías comparten frecuentemente a través de Facebook. Tanto el relato de supervivencia, como el de la domesticación del lobo y la eventual amistad que surgirá entre el protagonista y el animal, son demasiado predecibles, poco inspirados y genéricos. La historia sigue un patrón determinado sin salirse de la raya, haciendo que la cinta peque de tediosa sobretodo rumbo a su acto final. Las aventuras de Keda y Alpha contra la naturaleza comienzan a sentirse repetitivas, a pesar de que la película apenas sobrepasa los 96 minutos de duración.
Alpha es una cinta de aventuras recomendada para toda la familia, y que seguramente encantará a aquellos que tengan un sabueso en casa gracias a las simpáticas escenas entre Keda y el lobo. Es un relato sobre la amistad y sobre el espíritu inquebrantable de lucha ante la adversidad que va orientado al público infantil y juvenil. Pese al gran despliegue visual de la película, creo que Alpha es una mejor opción para disfrutar en casa que en el cine debido a lo poco memorable de su historia.
Calificación: **
Ficha técnica:
Alpha
Alfa
Año: 2018
País: Estados Unidos
Dirige: Albert Hughes
Con: Kodi Smith-McPhee y Jóhannes Haukur Jóhannesson