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Reseña – A Quiet Place (Un Lugar en Silencio)

Es el año 2020. El panorama en la Tierra luce completamente desolador. Lo único que sabemos es que han pasado tres meses desde la llegada de unos malvados seres alienígenas, los cuales poseen un sentido auditivo muy avanzado que les permite cazar a sus víctimas con facilidad. Desconocemos el porqué y el cómo llegaron hasta aquí, pero de una cosa estamos seguros: la única regla de supervivencia consiste en guardar silencio. Cualquier ruido, por más pequeño que éste sea, es sinónimo de muerte instantánea. En medio de esta aterradora atmósfera conocemos a los Abbott, una familia que ha hecho lo posible por sobrevivir de la constante amenaza y opresión de dichas creaturas provenientes de otro planeta.

A Quiet Place (Un Lugar en Silencio) es el tercer largometraje como director de John Krasinski, a quien recordarán por su participación en la serie televisiva The Office. El actor ya había experimentado detrás de cámaras en un par de comedias (Brief Interviews with Hideous Men, y más recientemente The Hollars), por lo que su incursión al cine de horror y suspenso nos sorprendió en un principio. Sin embargo, basta con disfrutar de los primeros diez minutos de la cinta para quedar totalmente atrapados e inmersos en esta historia familiar de supervivencia, y reconocer el talento de Krasinski al crear atmósferas capaces de mantenerte al filo de la butaca.

El director interpreta en pantalla a Lee, un padre de familia que junto a su esposa Evelyn (Emily Blunt, su esposa en la vida real) buscan proteger a sus tres hijos pequeños, Regan, Marcus y Beau. Comunicándose por medio de lenguaje de señas, la familia ha aprendido a vivir alejada del peligro sin hacer algún ruido. Sin embargo, un terrible accidente marcará sus vidas, y desencadenará una serie de acontecimientos que los llevarán a enfrentarse, cara a cara, a estas desagradables creaturas alienígenas.

En A Quiet Place, John Krasinski consigue inyectar vitalidad y frescura a un género cinematográfico que había caído en el letargo de reciclar la misma fórmula una y otra vez. En tan solo 90 minutos de duración, sin diálogos, y sin música incidental, la película logra atrapar al espectador de principio a fin. Las actuaciones del elenco, la fotografía, y el diseño de sonido son más que suficientes para generar situaciones que harán subir los niveles de estrés y adrenalina. Es una cinta muy ágil que a pesar de no proveer mucho contexto o explicación sobre el porqué estos seres han llegado a la Tierra, de inmediato nos hace compaginar y sufrir junto a sus personajes.

Millicent Simmonds y Noah Jupe, a quienes vimos el año pasado en los filmes Wonderstruck y Wonder respectivamente, hacen un extraordinario trabajo que por momentos evoca al cine de Steven Spielberg o J.J. Abrams. Simmonds, quien en la vida real no puede escuchar, continúa demostrando su gran talento como actriz, luego de haber formado parte de nuestra lista de las mejores revelaciones del 2017. Sin embargo, quien termina robándose la película con su intensa actuación es Emily Blunt. Blunt no decepciona, y nos hace sentir en carne propia el sufrimiento de su personaje, incapaz de soltar un grito de angustia y dolor. Su mirada y su lenguaje corporal transmiten todas esas emociones que consiguen mantenernos en total estado de shock.

Con un extraordinario trabajo de fotografía que le da un toque extra de suspenso, A Quiet Place tiene los elementos necesarios para convertirse no solo en un crowd-pleaser, sino también en un futuro clásico del cine de terror. Fue increíble observar la reacción del público durante el screening a sala llena, en el que todos permanecimos en completo silencio. El ruido de las palomitas y del refresco, o el de algún descuidado que olvidó apagar su teléfono móvil, de inmediato causaba incomodidad y estrés entre la audiencia. Es una experiencia que merece ser disfrutada colectivamente.

Lo que quizá me pareció más sorprendente es que detrás de la tensión que la película logra generar, y de los múltiples jump scares que nos receta, A Quiet Place sinceramente me conmovió hasta las lágrimas. Su historia de sacrificio y de amor de padres me pareció muy bien lograda, sin la necesidad de caer en el excesivo melodrama. Asimismo, la cinta también promueve un mensaje que va acorde al clima político y social que se vive hoy en día.

Podríamos decir que la realidad que John Krasinski pinta en la historia no es algo muy lejano. Desafortunadamente vivimos en un mundo que constantemente busca silenciar nuestras voces, que quiere mantenernos bajo el control del opresor. Sin embargo, A Quiet Place nos enseña que la única manera de vencer al enemigo consiste no sólo en la unión y el amor, sino también en perder el miedo y no titubear en alzar la voz, especialmente la de aquellos que han vivido en el silencio durante años. Hagamos ruido para cambiar juntos el mundo en el que vivimos.

Calificación: ****

Título original: A Quiet Place (Un Lugar en Silencio)

Año: 2018

País: Estados Unidos

Dirige: John Krasinski

Con: Emily Blunt, John Krasinski, Millicent Simmonds y Noah Jupe

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