Justamente hace una semana publicamos aquí en el blog un artículo sobre nuestras 10 películas más esperadas para esta temporada de verano y una de ellas fue High-Rise (El Rascacielos) del director británico Ben Wheatley. En dicho post compartimos un poco sobre las razones por las cuales la cinta nos llamaba la atención: buen recibimiento por parte de la crítica, un estilo visual que deslumbró en su trailer y una actuación enigmática de Tom Hiddleston. Basada en la novela homónima de J.G. Ballard, también autor de Crash la controversial película de los años noventa dirigida por David Cronenberg, High-Rise nos lleva hasta lo más bajo, lo más deplorable y lo más salvaje de la sociedad para presentar una visión única y sumamente abstracta sobre las clases sociales y el gobierno.
Tom Hiddleston intepreta al doctor Laing, un hombre reservado y de pocas palabras que luego de la muerte de su hermana decide mudarse a un complejo habitacional que lo tiene todo: supermercado, gimnasio, alberca. La única razón por la cual la gente sale del edificio es para ir a trabajar. Poco a poco, el protagonista va conociendo a sus vecinos: algunos de ellos de clase social más baja quienes viven en los primeros pisos del complejo junto a sus familias, otros de clase más acomodada que viven en lo más alto del rascacielos y se dedican a organizar fiestas extravagantes y llenas de excesos. Asimismo, Laing conoce al «arquitecto» (Jeremy Irons), quien vive en el penthouse y es el responsable del proyecto habitacional (y de otros cuatro edicios similares que se van a erigir en la misma zona) y quien actúa como el líder, buscando que los inquilinos convivan en paz y armonía. Sin embargo, una serie de recortes eléctricos que únicamente impactan a los primeros pisos del edificio hará que los habitantes se organicen y se rebelen en contra de los vecinos que mantienen el poder y control de los recursos del inmueble.
De inmediato se viene a nuestra mente la comparación con Snowpiercer (2013) del coreano Bong Joon-ho, cinta que retrataba el choque de las distintas clases sociales que habitaban en un tren de alta velocidad. Aquí, la sociedad o comunidad está representada por los habitantes del edificio de departementos quienes siguen las órdenes de un hombre que fue encargado de establecer los límites, recursos y políticas del complejo habitacional. Pese a sus buenas intenciones de crear un ambiente donde los inquilinos convivan en armonía, la realidad es muy distinta: el nivel económico entre ellos es muy marcado e inmediatamente, el dinero equivale a poder y la desigualdad e injusticia comienza a hacerse presente en el día a día. La cinta es todo un deleite visual para los cinéfilos y amantes de la buena fotografía en cine, y la parte visual se complementa a la perfección con el excelente score a cargo de Clint Mansell (Black Swan, Requiem for a Dream). El elenco, encabezado por Hiddleston, Irons, Sienna Miller y Elisabeth Moss ofrecen actuaciones memorables y dignas de la locura que se retrata a lo largo de la película.
A pesar de un buen e interesante arranque, High-Rise se cae rumbo a la mitad cuando la historia se convierte en todo un desastre y las acciones de los personajes dejan de tener sentido. Wheatley nos envuelve en un verdadero espiral de locura, repulsión, violencia y desenfreno. Aunque la película logra mantener nuestra atención hasta el final gracias a su excelente uso de colores y escenas bien realizadas, la historia nos pierde por completo. Las casi dos horas de duración comienzan a sentirse muy largas y la desquebrajada narrativa nos deja con más incógnitas que respuestas. Por ahí he leído que la novela en la cual se basa la cinta se consideraba infilmable, osea que es de esos libros que son difíciles de traducir al lenguaje cinematográfico, y creo que eso se siente a lo largo de la segunda parte de la cinta. No cabe duda que hay muchos temas importantes e interesantes para analizar y discutir a detalle, y que como ejercicio visual la película es todo un deleite, pero lo raro y abstracto de su historia hace que se convierta en una experiencia bizarra y poco entretenida. High-Rise es nuestra primer decepción del verano.
Calificación: **
High-Rise (El Rascacielos) se encuentra disponible a la renta a través de servicios de VOD (Video On-Demand) en los Estados Unidos y tendrá un estreno limitado en cines durante mayo. La película llegará a los cines de México el próximo 13 de mayo.
Título original: High-Rise (En español: El Rascacielos)
Año: 2015
País: Inglaterra, Irlanda, Bélgica
Dirige: Ben Wheatley
Con: Tom Hiddleston, Jeremy Irons, Sienna Miller y Elisabeth Moss