El canto estridente de una sirena, acompañado de un distorsionado juego de luces en color azul y rojo, nos dan la bienvenida a Una Película de Policías (A Cop Movie), el tercer largometraje del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios (Güeros, Museo). Al principio, estos chillantes sonidos e imágenes resultan incómodos pero, conforme avanzan los minutos, uno comienza a acostumbrarse a ellos. Lo mismo podría decirse para describir la relación que, como sociedad mexicana, tenemos con las instituciones policiacas encargadas de salvaguardar al país. Nos hemos habituado a la corrupción, a la violencia, a la burocracia y a la falta de confianza que corroen a estos órganos de protección que, de cierta forma, nos hemos convertido en cómplices. ¿Cuándo fue que cambiaron las cosas, o será que siempre ha sido éste el orden del sistema?
Más allá de responder a estos y otros cuestionamientos, la película busca entender qué es lo que está ocurriendo dentro de las corporaciones, a bordo de las patrullas o en las academias de entrenamiento. Para ello, Ruizpalacios recluta a los actores Mónica Del Carmen y Raúl Briones, quienes interpretan en pantalla a Teresa y Montoya, dos policías de la Ciudad de México que narran con lujo de detalle sus experiencias como elementos de esta institución, a la cual han servido con entrega por más de una década. Desde un principio, queda claro que los testimonios que escuchamos no corresponden a las voces de los actores. Un recurso que enfatiza uno de los principales puntos de la historia: como sociedad, hemos perdido la empatía hacia estos individuos que arriesgan su vida intentando hacer su trabajo. Desconocemos sus rostros, sus historias y sus sacrificios. Deambulan por las calles y avenidas de la gran metrópoli portando sus uniformes y sus armas sin ninguna autoridad, como seres invisibles que en lugar de ayudar, son vistos como un estorbo, una molestia que puede resolverse fácilmente con un par de billetes.
A la mitad del largometraje, este híbrido de documental y ficción se detiene bruscamente. Un problema con el generador de electricidad pone en pausa el rodaje. De pronto, el velo se rasga, poniendo en evidencia una realidad imposible de continuar ocultando detrás de la magia del cine. Con material grabado a través de sus teléfonos móviles, la cinta nos remonta hasta el año 2018, cuando Mónica y Raúl, los protagonistas, lograron infiltrarse en las filas policiacas a través de su academia de reclutamiento. A lo largo de los seis meses de preparación, los actores no solo perfeccionan sus personajes, sino que también observan al resto de sus compañeros realizar lo mismo. Jóvenes que entrenan arduamente para ser héroes anónimos, no tanto por pasión ni por el deseo de servir, sino por una fuerte necesidad económica o por la falta de oportunidades laborales. Las historias iniciales de Teresa y Montoya comienzan a cobrar más importancia, sobre todo cuando la cámara decide revelarnos sus identidades, logrando conectar en un nivel más personal con las duras problemáticas que enfrentan.
Su irónico título es tan solo una muestra del ingenio que Alonso Ruizpalacios inyecta al filme. El trabajo de edición es fantástico, su característico estilo, tanto visual como narrativo, está presente en cada cuadro, y la destreza para entretejer dos películas en una sola es sensacional. Una Película de Policías rompe con los estereotipos y las convenciones del género documental, mostrándonos algo sumamente inventivo. Los típicos talking heads se convierten en dramatizaciones cinemáticas que rompen la cuarta pared. Su estructura no lineal juega audazmente con tiempo, espacio, realidad y ficción. Hay mucho por donde admirar sus arriesgadas decisiones creativas que cuestionan nuestros propios prejuicios y nociones hacia los organismos policiacos, muchas veces en base a las breves experiencias o vivencias que hemos tenido con ellos.
Como bien lo mencionamos previamente, Una Película de Policías no pretende darnos la clave mágica que ayude a resolver los problemas que aquejan a estos órganos públicos de protección. Es un filme que nos invita a la reflexión y al diálogo. Que nos muestra que la raíz de los conflictos va más allá de una sola institución, y que la indiferencia y la negación del resto de la población contribuyen a la problemática. Que el racismo y el clasismo tan arraigado en la sociedad mexicana propician esa falta de respeto hacia las figuras de autoridad. Nos quejamos de la falta de confianza en policías y gobernantes, sin recapacitar en cómo nuestras conductas o acciones son parte de la ecuación. Una docu-ficción que voltea la cámara hacia el espectador, haciéndonos cuestionar nuestra participación y nuestra responsabilidad para transformar esta tierra que ha perdido todo respeto a la ley.

Título original: Una Película de Policías
Año: 2021
País: México
Dirige: Alonso Ruizpalacios
Con: Mónica Del Carmen y Raúl Briones