«Mi nombre es Val Kilmer. Viví una vida mágica». Con esas palabras, narradas por su hijo Jack, la estrella de Hollywood nos lleva por un conmovedor y nostálgico viaje a través de su carrera profesional, sus éxitos y fracasos, y las duras batallas que ha enfrentado fuera de los reflectores. Desde sus inicios como actor a principios de los años ochenta, Kilmer se encargó de documentar en video el proceso de producción de las diversas puestas en escena y filmes en los cuales participó, con la finalidad de, algún día, crear una especie de ensayo que hablara sobre el arte de la actuación. Lo que nunca imaginó fue que las cuantiosas horas de material inédito serían utilizadas, cuarenta años más tarde, para narrar la historia de su propia vida: la de un actor en una búsqueda interminable por encontrar su propósito.
El histrión, quien saltó a la fama en 1986 gracias a su interpretación de Iceman en el clásico del cine de acción Top Gun, fue diagnosticado con cáncer de garganta en el 2015. Aunque al principio intentó mantener los detalles de su enfermedad en secreto, en años recientes éste ha ido re-incorporándose al ojo público para actualizar a sus seguidores sobre la mejoría en su estado de salud. A pesar de haber superado la prueba más dura, los efectos de la radiación a la cual fue sometido como parte del tratamiento para vencer el cáncer, así como un procedimiento quirúrgico de traquetomía, han ocasionado que su habilidad para hablar sea muy limitada. Es por ello que su hijo ha decidido prestar su voz para leer las anécdotas que acompañan a las imágenes filmadas por su padre durante la cúspide de su carrera en Hollywood.
Dirigido por Ting Poo y Leo Scott, Val es un documental que inmediatamente nos lleva a reflexionar sobre lo poco que sabemos sobre la vida de los individuos que vemos frecuentemente en pantalla. En el caso particular de Kilmer, resulta interesante conocer sobre sus estudios de actuación en la prestigiosa academia de arte Juilliard y de cómo, pese a su preparación y talento, éste terminó encasillado en personajes planos bajo la sombra del éxito de otros actores de su generación que tuvieron la oportunidad de explorar roles más complejos y multifacéticos. Tras décadas de buscar, y finalmente hallar, el papel de sus sueños, es triste observar cómo la vida sorprende de formas inesperadas, cambiando los planes a futuro en cuestión de segundos.
El actor habla abiertamente de su decepción al interpretar al popular hombre murciélago en Batman Forever, un personaje que en aquella época representaba el sueño máximo de cualquier estrella en Hollywood. Sin embargo, no ahonda demasiado, ni ofrece otras perspectivas, sobre su reputación de conflictivo en los estudios de grabación. Todo lo vemos a través de la mirada del protagonista quien, al fungir también como productor, ocasiona que ciertos temas sean evadidos o examinados a conveniencia. No quiere decir que esto sea algo malo necesariamente, pero si hace que uno cuestione la versión de algunas situaciones cuando éstas no son analizadas ni presentadas desde distintos ángulos.
Pese a ello, el documental consigue encontrar momentos de autenticidad y de gran emotividad. En especial cuando vemos al actor abrir su corazón para confesar cómo la muerte de su hermano menor a la edad de 15 años ha sido una enorme pérdida que no solo marcó el resto de su vida, sino que desde entonces ha dejado un tremendo vacío difícil de llenar. Kilmer también aprovecha para hablar sobre sus padres y utiliza el documental como una forma de expresión artística para hacer las paces con su padre, y de rendir tributo a su madre. Estas secuencias claramente brindan esa redención y catarsis al protagonista, aunque éstas en ocasiones resulten un poco extensas y reiterativas para uno como espectador.
Val es un sólido y melancólico relato que nos permite conocer un lado desconocido del galán protagónico de los años ochenta y noventa. Aunque originalmente Kilmer quería que sus grabaciones sirvieran para mostrar el proceso de actuación, creo que al final éstas tuvieron un mejor uso: mostrarnos cómo detrás de la ilusión y la banalidad de Hollywood, de la frustración por no alcanzar el éxito o el estado de perfección deseado, y del sufrimiento en las difíciles pruebas de la vida, uno es capaz de encontrar la sanación. Al final, el legado más importante es el que uno deja con su familia, y la satisfacción más enorme es la de hallar esa paz con uno mismo.
Calificación: ***
Título original: Val
Año: 2021
País: Estados Unidos
Dirigen: Ting Poo y Leo Scott