Dos desconocidos hacen su arribo a una remota isla de Nueva Inglaterra escondida entre una densa capa de niebla. Ahí, los hombres se harán cargo de las labores de un viejo faro durante un periodo de cuatro semanas. Thomas Wake (Willem Dafoe), un experimentado trabajador, toma inmediatamente el mando, adjudicándose el turno nocturno, el control de la parte más alta del faro, y el registro de actividades en una bitácora que protege bajo llave. Sin más remedio que seguir las órdenes de su superior, Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deberá encargarse de las tareas más pesadas del día, las cuales van desde la limpieza de la pequeña cabaña que ambos comparten, hasta el mantenimiento de la cisterna que provee de agua potable.
El único momento del día en que la rutina de los hombres coincide es durante la hora de la cena. Thomas, entrado en copas, comparte efusivamente relatos fantásticos sobre sirenas y dioses mitológicos que los marineros han creado tras largos periodos de aislamiento en medio del mar. Winslow escucha atentamente en silencio, manteniendo siempre una barrera a su alrededor, como si intentase esconder algo de su compañero. Finalmente, en su última noche en la isla, Winslow baja la defensa y decide acompañar a Thomas con unos tragos. Los hombres pierden la noción del tiempo y el barco que los iba a llevar a tierra firme jamás aparece. El viento cambia drásticamente de dirección, presagiando una fuerte tormenta. La paranoia comienza a invadir a Winslow, haciéndolo descender lentamente por un espiral de locura que va desdibujando los límites entre lo real y lo imaginario.
The Lighthouse (El Faro) es el segundo largometraje del director Robert Eggers, quien hace cuatro años sacudió fuertemente a la industria del cine independiente norteamericano con su aclamada ópera prima The Witch. Eggerts, nuevamente fascinado por re-visitar el pasado, nos transporta hasta finales del siglo 19 para presentarnos una delirante e inquietante historia que raya en el terror psicológico. Basada en relatos y registros de marineros, el diálogo intenta mantenerse fiel al lenguaje de la época. Al igual que en The Witch, algunas partes resultan un tanto difícil de entender, sobretodo cuando los personajes hablan entre dientes.
El diseño de producción y de sonido es supremo. La fotografía en blanco y negro es hermosa y perturbadora a la vez, creando escenas espeluznantes que quedarán marcadas en nuestra memoria. A ello hay que sumarle también el aspect ratio y el score, los cuales ayudan a crear una atmósfera aún más claustrofóbica y tensa que va de la mano con el desequilibrio emocional que experimenta el protagonista a través del filme. Cada ángulo y movimiento de la cámara está bien planeado, y el manejo de luces y sombras es deliberado. Desde una perspectiva técnica, la dirección de Robert Eggers es sublime y extraordinaria.
Dicha proeza se complementa con un trabajo actoral de lujo. En The Lighthouse somos testigos de un espectacular duelo histriónico cuasi teatral entre Robert Pattinson y Willem Dafoe, quienes dejan atrás toda inhibición para someterse a un extenuante trabajo físico y psicológico. La ferocidad de Dafoe y la locura que Pattinson inyecta a su personaje incendian la pantalla en repetidas ocasiones, y nos llevan por un constante espiral que juega con nuestras emociones de una forma fuera de lo común. Robert Pattinson nunca había estado mejor, y supera con creces el reciente trabajo que realizó junto a la directora Claire Denis en High Life.
El filme se presta a múltiples interpretaciones y cada elemento presente, desde el faro hasta las gaviotas, tiene un significado especial en la historia. En lo personal, The Lighthouse me pareció un relato sobre un hombre atormentado por su pasado en busca de alcanzar la redención y el perdón de un ser supremo, de la luz que guía a los hombres. Un camino que, tal y como se muestra en la película, no es fácil de recorrer, y en ocasiones el único obstáculo para llegar a la meta es uno mismo, nuestra conciencia y nuestros miedos. The Lighthouse es también un interesante estudio sobre la soledad y la represión sexual, representado por medio de los sueños recurrentes del protagonista.
The Lighthouse es enigmática y alucinante. Cada escena se transforma en una pequeña obra de arte gracias a la maestría de Robert Eggers, quien apenas en su segunda entrega cinematográfica ha logrado consagrarse como una de las voces más imponentes de una nueva e interesante corriente del cine de terror que ha ido tomando forma en años recientes. Las perturbadoras actuaciones de Dafoe y Pattinson hacen de The Lighthouse una de las experiencias más aterradoras e inolvidables del año. Una fuerte candidata a lo mejor del 2019.
Calificación: ****
Título original: The Lighthouse (El Faro)
Año: 2019
País: Estados Unidos, Canadá
Dirige: Robert Eggers
Con: Robert Pattinson y Willem Dafoe