La vida es un extenso mar y nosotros, humanos llenos de imperfecciones y virtudes, nadamos por sus inciertas aguas. A veces sosegadas. En otras ocasiones, agitadas con gran furia. Intentamos mantenernos a flote, no hundirnos ante la calamidad. Nos dejamos llevar por el vaivén de las olas, cuyo repetitivo ritmo nos empuja hacia otros individuos, y nos invita a convivir, a comprender, a amar. Mismas olas que también nos separan, creando enormes distancias difíciles de reconciliar. En Waves (Las Olas), el director Trey Edward Shults (Krisha, It Comes at Night) retrata la naturaleza humana y sus defectos inherentes de una forma preciosa y casi perfecta. Un dramático contraste que exalta la belleza escondida detrás de cada pequeño instante que nos rodea, y que en ocasiones pasamos por alto.
Dividida en dos tomos que se yuxtaponen tanto en estilo como en ritmo, Waves es un épico y ambicioso drama familiar de carácter operístico. Su soundtrack con melodías de Frank Ocean y Kanye West y un brillante score a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross dan forma a esta ópera contemporánea cuyo eje principal es la tragedia humana. Resultado de vivir en una sociedad frenética y violenta, que empuja a niveles inalcanzables de imperfección, que genera y solapa comportamientos tóxicos, y que presiona y sofoca hasta el límite. Un incisivo retrato sobre los conflictos que afligen a padres e hijos, adolescentes y adultos, en la actual Unión Americana.
Durante el primer acto, Shults mantiene la cámara en constante movimiento para enfatizar las emociones de Tyler, el personaje principal del filme interpretado magistralmente por Kelvin Harrison Jr. Tyler vive la vida al máximo sin reflexionar ni medir las consecuencias de sus acciones. Una serie de malas decisiones comienzan a impactar la relación con su exigente padre Ronald (Sterling K. Brown, de la serie de televisión This is Us), y con su novia Alexis (Alexa Demie). A pesar de vivir en un hogar de clase media y de gozar de oportunidades que sus padres jamás llegaron a tener, el joven se siente perdido y solo en un mundo virtual que ha ido olvidando la importancia de las interacciones humanas. Todos viven ocupados e inmersos en sus propios problemas, sin tiempo de escuchar a los demás. Y cuando éstos deciden hacerlo, ya es demasiado tarde.
La segunda mitad de la película se vuelve más introspectiva y reflexiva, centrándose en las consecuencias de los actos de Tyler y su repercusión en los miembros de la familia, especialmente en su hermana menor Emily (Taylor Russell). En paralelo, somos testigos del romance que surge entre la jovencita y su compañero de escuela Luke (Lucas Hedges). Aunque la relación comparte ciertos elementos de vitalidad y energía mostrados en el noviazgo de Tyler y Alexis, también observamos las pequeñas diferencias que apuntan a un futuro esperanzador.
Su estructura narrativa y visual tan inusual resulta extraña y hasta en ratos desconcertante. Sin embargo, una vez que las piezas del rompecabezas comienzan a unirse, el filme atrapa con una fuerza emocional brutal e hipnótica. En sus cintas previas, Trey Edward Shults había demostrado su talento para generar auténticas atmósferas de estrés y ansiedad gracias al inteligente manejo de cámara, al preciso trabajo de edición, y al acompañamiento musical. Waves no es la excepción, manteniéndonos con la emoción a flor de piel en todo momento sin caer en los excesos del melodrama familiar. Hay una sutilidad y una belleza tan natural en su brillante fotografía, fuertemente influenciada por el cine de Terrence Malick, que en varias ocasiones los montajes musicales me movieron hasta el llanto.
Luego de su estupenda actuación en el drama Luce, Kelvin Harrison Jr. se coloca como una de las grandes revelaciones del 2019. Una interpretación desgarradora y compleja que el joven actor realiza a la perfección. Sterling K. Brown también brinda una grandiosa actuación que podría otorgarle reconocimiento durante la próxima temporada de premios. Sin embargo, quien termina robándose la película con su cálida y conmovedora interpretación es Taylor Russell. Su mirada, su tono de voz, su transformación en pantalla, todo es increíble. El peso emocional de la cinta recae totalmente en sus hombros, y Russell da absolutamente en el clavo.
No iba preparado emocionalmente y Waves me destrozó por completo con la furia y brutalidad de su oleaje. Un drama que consagra a su joven director como una promesa del cine norteamericano independiente, y que seguramente lo catapultará a las grandes ligas. Una cinta que desmenuza y retrata de forma poética las imperfecciones y defectos de una sociedad en declive, pero que a la vez nos ofrece una visión esperanzadora gracias a su aleccionador mensaje. La vida es corta para vivir con el peso de la culpa y el arrepentimiento. Hay que nadar contracorriente y esquivar las olas para acortar las distancias que nos separan. Las segundas oportunidades no existen, y el tiempo jamás perdona.
Calificación: ****
Título original: Waves (Las Olas)
Año: 2019
País: Estados Unidos
Dirige: Trey Edward Shults
Con: Kelvin Harrison Jr., Taylor Russell, Sterling K. Brown, Alexa Demie y Lucas Hedges