El año es 1969. Mientras la guerra de Vietnam continuaba arrebatando miles de vidas, y el mundo entero se preparaba para presenciar una de las más grandes hazañas de la humanidad al enviar al primer hombre a la Luna, Hollywood seguía viviendo de sus glorias pasadas dentro de su propia burbuja, completamente aislado de las problemáticas que aquejaban al resto del país. Sin embargo, ese falso sentido de seguridad estaría por derrumbarse ante los escalofriantes y violentos hechos que sacudirían al mundo del espectáculo, y que dejarían una marca permanente en la ciudad de las estrellas.
En Once Upon a Time… in Hollywood (Había una Vez… en Hollywood), Quentin Tarantino escribe una carta de amor al Hollywood de antaño, idealizando el final de la época de oro del cine americano y de sus grandes luminarias. Un mundo que solamente conoció a través de aquellas clásicas producciones cinematográficas que retrataban una versión romántica de la realidad, pero que evocan nostalgia por una industria que actualmente se encuentra al borde de la extinción, de los antiguos palacios de cine que hoy yacen abandonados, y de las estrellas que solían llenar la pantalla grande y que hoy viven en el completo olvido.
Así como Netflix ha quebrantado el status quo de la actual industria fílmica, lo mismo ocurrió a finales de los sesenta con la llegada de la televisión a cada hogar. De pronto, el público prefería quedarse en casa viendo programas de comedia o de acción, en lugar de ir al cine a disfrutar de la más reciente oferta cinematográfica. En medio de todo este cambio es que encontramos al protagonista de la cinta Rick Dalton, interpretado por el ganador del premio Oscar Leonardo DiCaprio. Dalton pasó de ser una importante promesa del cine de acción a convertirse en protagonista de la ahora cancelada serie de televisión titulada Bounty Law.
Sin propuestas de trabajo en puerta, fuera de las breves apariciones especiales como el antagonista de algún show western de poca monta, Rick está a punto de tirar la toalla. Sin embargo, su mejor amigo y ex-stuntman Cliff Booth (Brad Pitt), quien lo acompaña fielmente a todos lados, se convierte en la voz de su consciencia y le brinda el apoyo necesario durante los difíciles días.
Mientras la carrera de Dalton va en picada, para otros el sueño de Hollywood apenas comienza. Tal es el caso de la actriz Sharon Tate (Margot Robbie), quien junto a su marido, el director de cine Roman Polanski, acaban de mudarse a la casa contigua ubicada sobre la calle Cielo Drive. Tate se encuentra emocionada ante la reacción positiva del público por su participación en la comedia The Wrecking Crew, y en su mirada podemos observar ese deseo por conquistar las grandes ligas de la meca del cine.
En su noveno largometraje, Quentin Tarantino no titubea en mostrarnos su lado cinéfilo. Once Upon a Time… in Hollywood está llena de referencias a películas y programas de televisión de la época, e incluso también a algunos de sus trabajos previos. Hay una breve parodia sobre los spaghetti westerns y sus ridículos títulos, DiCaprio aparece sobrepuesto en escenas de The Great Escape reemplazando a Steve McQueen, y las artes marciales de Bruce Lee también tienen lugar dentro de la cinta. El diseño de producción, el vestuario y la música son espectaculares y logran transportarnos de inmediato a las soleadas calles de Los Angeles en 1969.
La mancuerna entre Leonardo DiCaprio y Brad Pitt es sensacional y extremadamente cómica. Un bromance que se complementa a la perfección con la sensibilidad de Rick Dalton y la fuerza bruta de Cliff Booth. DiCaprio nos muestra un lado más cómico que de costumbre, sobretodo al plasmar las inseguridades de su personaje. Sin embargo, es Pitt quien se roba la película con una de las mejores actuaciones de su carrera. El actor se mete en la piel de Cliff con harta naturalidad y carisma, ofreciéndonos los momentos más hilarantes de la película. Al Pacino, Margaret Qualley, Dakota Fanning, Timothy Olyphant, Kurt Russell, Emile Hirsh, Luke Perry y Bruce Dern complementan el increíble reparto.
A pesar de sus aciertos, el resultado final de Once Upon a Time… in Hollywood es un tanto decepcionante. Al igual que lo hizo en Inglorious Basterds, Tarantino se toma varias libertades históricas, las cuales no consiguen funcionar del todo en esta ocasión. El personaje de Sharon Tate resulta clave para el desarrollo de la historia, pero Margot Robbie apenas tiene diálogos durante la película. No obstante, el principal problema de la cinta radica en que nunca está claro qué es lo que está en juego. Todo es tan inconsecuente que al llegar el clímax, dicho momento no posee el impacto o fuerza suficiente para justificar sus casi tres horas de duración.
Es difícil aceptarlo, ya que Quentin Tarantino es uno de mis directores favoritos de todos los tiempos, pero Once Upon a Time… in Hollywood es quizá uno de sus filmes más inferiores. Una película que si bien sobresale por sus cualidades técnicas y por ofrecernos una buena dosis de comedia gracias al trabajo de sus protagonistas, ésta nos queda a deber en cuestión narrativa, con una historia sin rumbo fijo, y cuya lectura sobre la inmortalidad de las leyendas de Hollywood no termina por convencer.
Calificación: ***
Título original: Once Upon a Time… in Hollywood (Había una Vez… en Hollywood)
Año: 2019
País: Estados Unidos
Dirige: Quentin Tarantino
Con: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino, Margaret Qualley, Dakota Fanning, Timothy Olyphant, Kurt Russell, Emile Hirsh, Luke Perry y Bruce Dern