A veces podemos estar rodeados de mucha gente, amigos y seres queridos, y aún así sentir un inmenso vacío en nuestro interior. En México, se estima que alrededor del 10% de la población sufre de algún tipo de depresión. Un padecimiento que comúnmente se vive en secreto. Un mal silencioso que se oculta bajo una fachada de aparente normalidad. Yo Necesito Amor, el tercer largometraje de ficción del director José Luis Valle, nos presenta un íntimo estudio de personaje sobre la soledad y el aislamiento de una mujer que irónicamente habita en una de las ciudades más grandes del planeta.
Arcelia es una madre soltera que ansía encontrar una verdadera conexión emocional. A sus treinta años, ésta se encuentra un tanto frustrada al no haber alcanzado los sueños y las metas que había trazado en su juventud. Su vida es una colección de actividades y tareas repetitivas y aburridas, ya sea en su trabajo como ayudante de limpieza en un hospital, o en casa, al encargarse de las labores domésticas. El único sentido en su monótona existencia es Aru, su hijo de seis años, con quien comparte instantes de felicidad.
Tímida y romántica, Arcelia se dispone a encontrar el amor en lugares públicos, sitios de Internet o re-conectando con algunas de sus aventuras pasadas. Sin embargo, estos encuentros jamás logran llenar el vacío en su corazón. El rechazo y la incomprensión de una sociedad machista que constantemente juzga su estilo de vida se convierten también en un factor importante que la empujan a tomar decisiones extremas.
Valle consigue transmitir la soledad y el desánimo del personaje principal a través de su cámara. Desde los encuadres, las tomas fijas y una paleta de color sombría, la película nos permite conectar emocionalmente con la historia y los conflictos de Arcelia. Una de las satisfacciones al asistir a festivales de cine es el descubrimiento de nuevo talento. En el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, donde Yo Necesito Amor tuvo su estreno mundial, la actuación de Diana Sedano ha sido esa gran revelación. Una interpretación compleja y cautivadora, pero a la vez incómoda y arriesgada. Sedano se entrega de principio a fin, desnudando cuerpo y alma en el proceso.
Otro gran acierto del filme es la ambigüedad que éste maneja al desarrollar la historia. Hay momentos que nos hacen cuestionar lo real del mundo de los sueños, sobretodo al escuchar un par de veces la historia de Dion McGregor, un norteamericano que descubrió que sus sueños eran más intrépidos que sus vivencias diarias. Asimismo, la decisión artística de no mostrar al hijo de Arcelia a cuadro nos hace pensar que éste sea producto de su imaginación, una consecuencia de su estado actual de ansiedad y depresión. Estos recursos narrativos consiguen mantenernos siempre en total expectativa, incluso hasta el último minuto.
Yo Necesito Amor brinda una propuesta diferente, audaz e inteligente dentro del cine mexicano. Es una cinta que podría llegar a resultar incómoda, tanto por su temática, como también por algunas escenas explícitas que en ocasiones caen un poco en el shock value. Sin embargo, Yo Necesito Amor se arriesga a explorar conceptos como la depresión y la soledad de forma cruda y directa, sin caer en excesos melodramáticos, y sin traicionar su estilo visual. Una de las más gratas sorpresas del Festival Internacional de Cine en Guadalajara en su trigésima cuarta edición.
Calificación: *** 1/2
Título original: Yo Necesito Amor (I Need Love)
Año: 2019
País: México
Dirige: José Luis Valle
Con: Diana Sedano, Cecilia Ramírez Romo y David Ponce