A sus 34 años de edad el actor norteamericano Paul Dano, quien saltó a la fama gracias a su rol secundario en la comedia independiente Little Miss Sunshine en el 2006, ha tenido la fortuna de trabajar junto a grandes directores de la industria cinematográfica. Un listado que incluye a Paul Thomas Anderson, Kelly Reichardt, Rian Johnson, Denis Villeneuve y Steve McQueen. La influencia de estos realizadores se hace presente en Wildlife, su debut como director: un drama familiar ambientado en los 60s basado en la novela homónima del autor Richard Ford, y adaptado a la pantalla grande por Dano y la actriz (y también actual pareja sentimental) Zoe Kazan.
En Wildlife somos testigos de la historia a través de los ojos de Joe Brinson (Ed Oxenbould), un adolescente que vive en un pequeño pueblo en Montana junto a sus padres Jerry (Jake Gyllenhaal) y Jeanette (Carey Mulligan). Podría decirse que los Brinson representan al típico hogar norteamericano de clase media de los años sesenta. Jerry se gasta la vida como ayudante en un exclusivo campo de golf, mientras que Jeanette ha sacrificado su carrera profesional como maestra con tal de hacerse cargo de las labores domésticas y de ayudar a su hijo Joe con sus asignaturas escolares. Sin embargo, la aparente perfección del matrimonio se derrumba luego que Jerry es despedido de su empleo. Con el orgullo pisoteado y acostumbrado a huir de sus problemas en lugar de enfrentarlos, el padre de familia decide abandonar a Jeanette y a Joe para ir a combatir un devastador y peligroso incendio forestal, el cual consume ferozmente las cercanías de la localidad donde habitan.
El abandono del patriarca pone a la madre e hijo en una difícil situación económica. Joe consigue trabajo como asistente en un estudio fotográfico, mientras que Jeanette encuentra una oportunidad como instructora de natación en el gimnasio del pueblo. El regreso al mundo laboral es tan solo el primer eslabón de una revolución que comienza a gestarse dentro de Jeanette. Poco a poco, la mujer va deshaciéndose de las ataduras y las normas arcaicas de una sociedad represiva, llevándola a encontrar esa libertad que había perdido años atrás. Mientras tanto, su hijo adolescente busca comprender el extraño comportamiento de sus padres, y hará hasta lo imposible con tal de que las cosas vuelvan a ser como antes.
La actriz británica Carey Mulligan se convierte en la verdadera protagonista de este pequeño relato de americana que encapsula la desesperación y el dolor de una mujer sofocada por un estilo de vida que le ha robado todos los sueños que alguna vez tuvo, y a los cuales renunció con tal de cumplir con las reglas establecidas por la sociedad. Es un personaje humano, complejo e imperfecto, pero que Mulligan consigue interpretar de una forma magistral. Somos partícipes del sufrimiento y la frustración de Jeanette, quien intenta encontrar el sentido a una vida que le ha sido arrebatada. El joven Ed Oxenbould ofrece una sólida y enternecedora actuación que encuentra el balance adecuado con la de Carey. Jake Gyllenhaal tiene una breve participación secundaria, y aunque éste hace un trabajo decoroso, su interpretación no llega al mismo nivel que sus co-protagonistas.
En su debut detrás de cámaras, Paul Dano nos brinda un meticuloso estudio familiar que resalta por sus cualidades arraigadas en el cine independiente norteamericano. Wildlife es una historia sobre los importantes cambios que van transformado la dinámica de una familia, pero que a la vez reflejan lo que ocurre, en mayor escala, a su alrededor. Cambios que llegan con la fuerza incontenible de un incendio pero que mantienen viva la esperanza entre las cenizas, ofreciéndonos una nueva oportunidad para empezar desde cero.
Calificación: ***
Título original: Wildlife
Año: 2018
País: Estados Unidos
Dirige: Paul Dano
Con: Carey Mulligan, Ed Oxenbould, Jake Gyllenhaal y Bill Camp
Cine Sin Fronteras 