Nos encontramos casi a la mitad de la temporada fílmica de verano, y como suele ser costumbre año tras año, Hollywood nos ha recetado grandes dosis de acción, adrenalina y testosterona dentro de su repertorio de mega-producciones. Sin embargo, cada una de ellas nos ha quedado a deber por distintos motivos. Desde Avengers: Infinity War hasta Jurassic World: Fallen Kingdom, que se estrena este fin de semana, estas secuelas y spin-offs han recaudado cantidades millonarias en taquilla pero les ha faltado la intensidad y emoción de tenernos al borde de la butaca. Todo lo contrario ocurre con Upgrade (Máquina Asesina), una producción de Blumhouse (Get Out, Happy Death Day) que pese a su micro-presupuesto, ha sabido entregarnos la dosis perfecta de diversión y entretenimiento que buscamos en una cinta de acción veraniega.
El director australiano Leigh Whannell, quien estuvo a cargo de Insidious 3, nos lleva hasta un futuro no muy lejano en el cual la tecnología controla gran parte de nuestras vidas. Vehículos autónomos, hogares automatizados e implantes robóticos son tan solo algunos ejemplos de los avances tecnológicos y gadgets más comunes que existen en este universo alternativo. Grey (Logan Marshall-Green) es de esas personas que prefiere vivir a la antigua, desconectado del mundo virtual, y trabajando en la refacción de automóviles vintage, los cuales vende a clientes de mucho dinero. Caso contrario es su esposa Asha, quien trabaja para una de las principales compañías de tecnología.
Luego de sufrir un aparatoso accidente automovilístico que lo deja paralizado del cuello hacia abajo, Grey recibirá una oferta por parte de uno de sus clientes: convertirse en el conejillo de indias de un nuevo implante electrónico llamado Stem, el cual no sólo le regresaría la movilidad a sus extremidades, sino que también le daría la oportunidad de continuar con su vida normal. La única condición es la anonimidad, ya que dicha tecnología aún se encuentra en periodo de prueba. Dispuesto a recuperar su vida, y encontrar a los responsables que causaron el accidente que lo dejó cuadrapléjico, Grey decide someterse a la operación, sin imaginar que su peor temor está a punto de convertirse en realidad.
Upgrade es una cinta de bajo presupuesto, sin actores conocidos, y con una puesta en escena que pareciera sacada de una película de serie B. No obstante, ésta cuenta con una historia llena de intriga, suspenso y acción que nos mantiene en total expectativa. Aunque Upgrade es fuertemente influenciada por películas como The Terminator, The Matrix, Ex Machina y hasta 2001: Space Odyssey (la voz de Stem pareciera una referencia directa a HAL, de la cinta dirigida por Kubrick), este thriller de ciencia ficción evita caer en trucos baratos y nos ofrece algo fresco, inventivo y ultra-violento.
Por momentos, Upgrade pareciera un episodio extendido de la serie televisiva Black Mirror. Así como el show de Netflix ahonda en la relación de los humanos con los avances tecnológicos en cada uno de sus capítulos, aquí también el director y escritor Leigh Whannell aprovecha para plantear una historia en donde la inteligencia de las máquinas sobrepasa la de sus creadores, haciendo que éstas vayan en busca de su propia autonomía. Es un debate que recientemente ha tomado mayor importancia, luego de que varios experimentos donde se utiliza la inteligencia artificial han arrojado resultados escalofriantes e inesperados.
Si ponemos de lado algunas de las actuaciones que resultan exageradas, incluyendo la del mismo protagonista, Upgrade es una de las experiencias más placenteras, completas y divertidas del verano. Es un thriller oscuro, lleno de giros y sobresaltos, y con una propuesta que busca entretener y reflexionar sobre el uso de la tecnología en nuestras vidas. Si están cansados del cine de superhéroes que ha inhundado las pantallas de los circuitos cinematográficos y simplemente ofrece más de lo mismo, les recomendamos echarle un vistazo a Upgrade antes de salga de cartelera.
Calificación: *** 1/2
Título original: Upgrade (Máquina Asesina)
Año: 2018
País: Australia
Dirige: Leigh Whannell
Con: Logan Marshall-Green, Melanie Vallejo, Betty Gabriel y Harrison Gilbertson
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