Quienes vayan en busca de un biopic convencional que muestre la vida personal y la carrera profesional del legendario director de cine francés Jean-Luc Godard, saldrán un poco decepcionados, así que les recomendaría echarle un vistazo a la página de Wikipedia del realizador antes de lanzarse al cine. Godard Mon Amour es el poco inspirado título en inglés que le dieron al filme Le Redoutable, lo más nuevo del ganador del premio Oscar Michel Hazanavicius (The Artist).
Basada en las memorias escritas por Anne Wiazemsky, quien fuera la segunda esposa de Jean-Luc, la cinta se mueve entre los años 1967 y 1970, y nos presenta tan sólo una corta faceta de quien ha sido considerado uno de los pioneros del French New Wave (La Nueva Ola Francesa), un movimiento que transformó la forma de hacer cine alrededor del mundo, y que incluso al día de hoy, es común observar su influencia en las cintas que vemos en la pantalla grande.
Luego del fracaso tanto de crítica como de taquilla de La Chinoise, un filme políticamente cargado, Godard atraviesa por una crisis existencial y profesional que lo empujarán a dejar de hacer cine con el simple objetivo de entretenimiento de las masas. Inspirado por las voces y la vitalidad de los jóvenes estudiantes que protestaban en contra del gobierno en 1968, el realizador descubre que la misión del cine es la de convertirse en un arma revolucionaria para transformar las ideas del espectador.
Louis Garrel tiene la difícil tarea de personificar a esta controversial figura del mundo cinematográfico, quien a sus 87 años de edad aún continúa vigente a pesar de vivir como un ermitaño. De hecho, Godard estrenó su más reciente película The Image Book en el Festival de Cannes que concluyó precisamente este fin de semana. Garrel hace un trabajo excepcional al meterse de lleno en la piel de este personaje necio y arrogante, quien jamás se quita sus gafas de sol. La actriz francesa Stacy Martin interpreta a Anne, la esposa del director, quien por momentos se convierte en la narradora de la historia. La nominada al Oscar Bérénice Bejo complementa el reparto de este inusual biopic.
Estoy empezando a pensar que Michel Hazanavicius es una especie de one-trick pony, y que quizá el aclamo y éxito que cosechó por The Artist fue mera casualidad. Eso no significa que Godard Mon Amour sea un total bodrio, pero si es una cinta que en su afán de ser ligera y juguetona con la audiencia, termina por perder su seriedad y colmar la paciencia del espectador ante la interminable cantidad de trucos que Hazanavicius constantemente se saca de la manga. Desde los momentos súper meta en los que Garell y Martin reconocen que son actores interpretando a personas reales, hasta un par de momentos en los que se rompe la cuarta pared. El director intenta replicar el estilo visual tan característico de Godard a lo largo del filme, y aunque en un principio funciona, conforme avanza la película el gimmick se va gastando.
Godard Mon Amour acaba siendo un proyecto indeciso que no tiene claro que es lo que quiere ser. Si la tomamos como un biopic, la película falla rotundamente ya que asume que todo mundo sabe quien es Jean-Luc Godard, y conoce el cómo y porqué se convirtió en una figura tan importante del mundo del cine internacional. Ahora bien, si la clasificáramos como una historia de amor que nos presenta el conflicto entre el artista y su musa, la cinta tampoco logra funcionar, ya que ésta pasa la mayor parte del tiempo enfocada en la carrera profesional del autor cinematográfico. Creo sinceramente que el público principal de Godard Mon Amour son los asistentes del Festival de Cannes (evento en el cuál la película debutó el año pasado), o de plano fanáticos número uno de Jean-Luc.
A pesar de sus desaciertos, Godard Mon Amour pone un tema importante en debate: el cine como medio de expresión debe tener la responsabilidad de exponer las problemáticas de la sociedad, y utilizar su voz y su mensaje para el bien de los demás. En ocasiones, pareciera que la máquina de Hollywood y muchos de los realizadores se olvidan de ello, y prefieren producir material desechable, sin sustancia alguna, bajo el supuesto que el cine debe ser una forma de entretenimiento. Creo que, como en otros casos, siempre debe existir un balance, una armonía sin caer en los extremos. El cine debe ser un agente de cambio, pero no por ello debe ser aburrido. Asimismo, las películas palomeras no tienen porque apostarle siempre a lo ligero, sino que también pueden tocar temáticas importantes y relevantes.
Si ya odiaban a Jean-Luc Godard previo a ver de la película, lo más seguro es que sus opiniones al respecto no cambiarán en lo absoluto. Sin embargo, hay que reconocer que detrás de su arrogancia y de su pretensión se esconde un genio que se atrevió a experimentar, y que gracias a él se transformó la forma de contar historias a través del séptimo arte.
Godard Mon Amour se estará proyectando como parte de la programación del Seattle International Film Festival 2018. Para más información, visiten el sitio oficial del festival.
Calificación: **
Título original: Le Redoutable (Godard Mon Amour)
Año: 2017
País: Francia, Italia, Myanmar
Dirige: Michel Hazanavicius
Con: Louis Garrel, Stacy Martin y Bérénice Bejo
Premio en Cannes para Godard 🤗🤗🤗🤗https://mirinconcinefilo.wordpress.com/2018/05/17/verdad-o-reto/