El Dios del Trueno protagoniza una tercera aventura individual dentro del universo cinematográfico de Marvel, el cual se encuentra actualmente en la «tercera fase» que dio inicio con Captain America: Civil War el año pasado. El director neozelandés Taika Waititi, quien obtuvo fama dentro del mundo del cine independiente gracias a comedias como What We Do in the Shadows y Hunt for the Wilderpeople, hace el brinco a los grandes blockbusters de Hollywood con Thor: Ragnarok, logrando imprimir su estilo y toque cómico a una franquicia que requería de frescura y una visión diferente para poder competir contra otras historias de Marvel como Guardians of the Galaxy y Spider-Man.
En esta ocasión, Thor (Chris Hemsworth) tendrá la misión de rescatar al pueblo de Asgard del yugo de su desaparecida hermana mayor Hela (Cate Blanchett), quien regresa a reclamar el trono que supuestamente le pertenece. Hela trae consigo destrucción y caos a los habitantes de Asgard, y es por ello que Thor decide unir fuerzas con su medio-hermano Loki (Tom Hiddleston) para detener la amenaza de destrucción. Sin embargo, el protagonista acabará como prisionero en el planeta Sakaar, al mando de un excéntrico gobernante interpretado por Jeff Goldblum. Ahí, Thor se convertirá en una especie de gladiador romano pero en versión futurista, y deberá enfrentarse a Hulk (Mark Ruffalo), uno de los Avengers, con tal de obtener su libertad.
A diferencia de las dos cintas anteriores, las cuales honestamente fueron demasiado olvidables, Thor: Ragnarok termina siendo mucho más memorable y divertida gracias al humor y estilo retro/ochentero que Waititi logra inyectar a la cinta. Esta nueva aventura se siente más en la vena del humor de Guardians of the Galaxy, que de la seriedad que manejan las películas de los Avengers. Se nota que los actores están pasando un buen rato, y eso se refleja en sus interpretaciones. Algunas de ellas resultan un tanto exageradas, pero siempre logran ir de la mano con el tono de la historia. Chris Hemsworth cumple en su rol protagónico, y su timing cómico en las escenas con Tom Hiddleston y Mark Ruffalo es fenomenal. Quienes elevan el nivel de la cinta con sus actuaciones son Tessa Thompson, una valkiria exiliada que decide apoyar a Thor en su causa, y Cate Blanchett como la villana del filme. Enfundada en un traje de piel, del cual salen unos enormes cuernos de alce, Blanchett se luce a pesar del poco peso que su personaje termina teniendo a lo largo de la trama.
La parte más entretenida de la cinta es definitivamente la que transcurre dentro del planeta de Sakaar, cuando Thor se convierte en un guerrero gladiador. Desafortunadamente, ésta es la que menos importancia tiene dentro de la historia que Thor: Ragnarok busca plantear. Al igual que en otras producciones de Marvel, la amenaza del villano no termina por convencer del todo, y el clímax, plagado del mismo tipo de CGI que siempre vemos en el cine de superhéroes, simplemente hace que uno pierda el interés.
Thor: Ragnarok no defraudará a los fanáticos de Taika Waititi, quien conserva su peculiar estilo de humor y estética visual a pesar de contar con un mayor presupuesto y trabajar bajo las órdenes de uno de los estudios cinematográficos más importantes de la industria. La película nos ofrece una buena dosis de humor y de acción, y el elenco hace un trabajo formidable. Sin embargo, la historia pareciera no llevarnos a ningún lado y al final solamente sirve como antesala para la próxima aventura de Thor: Avengers: Infinity War, la cuál estará haciendo su arribo en los cines de todo el mundo el próximo mes de mayo.
Calificación: ** 1/2
Título original: Thor: Ragnarok
Año: 2017
País: Estados Unidos
Dirige: Taika Waititi
Con: Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Cate Blanchett, Tessa Thompson, Mark Ruffalo, Idris Elba y Anthony Hopkins