El actor Andy Serkis (Gollum de la saga Lord of the Rings y Caesar en el revival de la franquicia de Planet of the Apes) hace su debut como director de cine con la cinta Breathe (Una Razón Para Vivir), un drama de época basado en una conmovedora historia de la vida real. Andrew Garfield y Claire Foy interpretan a Robin y Diana Cavendish, una pareja inglesa cuyo matrimonio es puesto a prueba luego de que el marido queda cuadrapléjico a raíz de una terrible enfermedad.
Los hermosos paisajes y atardeceres de Kenia en África son el escenario ideal para retratar el romance entre una pareja de recién casados que espera con ansias el arribo de su primogénito. Sin embargo, la tragedia llega a sus vidas de forma inesperada luego de que Robin (Garfield) queda completamente paralizado y atado a una máquina que le ayuda a respirar al infectarse con el virus de polio. Esta nueva condición de vida mantiene al protagonista como un prisionero dentro del hospital, ocasionando que éste caiga en una depresión que incluso lo lleva a pensar en el suicidio. Con el apoyo de Diana, su compasiva esposa, Robin encontrará las fuerzas necesarias para salir adelante sin imaginar que su lucha personal revolucionará el campo de la medicina a nivel internacional.
Serkis hace un trabajo formidable en su ópera prima, logrando transportarnos a la Inglaterra de los años cincuenta y presentando una bella historia inspiracional acompañada por un magnífico relato de amor, de esos que persisten «en las buenas y en las malas». Los protagonistas de la cinta, Andrew Garfield y Claire Foy, brindan un par de grandes actuaciones que dan a la película más caché. Garfield, quien estuvo nominado al Oscar el año pasado por el drama bélico Hacksaw Ridge, bien podría regresar a la contienda gracias a un papel físicamente demandante. El joven actor pasa la mayor parte de la cinta postrado en cama sin poder moverse, pero sus expresiones y sus gestos logran transmitir el dolor y la tristeza que le invaden. Foy, a quien probablemente reconozcan por su excelente trabajo en la serie de Netflix The Crown, nos ofrece aquí una cálida interpretación que derrocha amor, compasión y sacrificio.
Pese a la gran calidad de sus actuaciones, la historia termina sintiéndose demasiado familiar. De hecho, inmediatamente nos hizo recordar a la oscareable cinta del 2014 The Theory of Everything, la cuál también presentaba la lucha de un matrimonio inglés ante la enfermedad del esposo (en esa ocasión, la del físico Stephen Hawking). Breathe no aporta algo nuevo o diferente a la ya conocida y gastada fórmula, por lo que el resultado final es un poco desafortunado. La cinta abusa un poco de la temática para recetarnos un melodrama cuyo objetivo consiste en hacernos llorar a toda costa, lo cual consigue exitosamente en un par de ocasiones aún en contra de nuestra voluntad. Breathe es una cinta que encantará a aquellos que vayan en busca de un tearjerker facilón y de quienes gusten de este tipo de historias inspiradoras basadas en hechos reales. Las actuaciones por si solas valen la pena, pero nos hubiera gustado que la película fuera un poco más sutil en su manejo del drama.
Calificación: ** 1/2
Título original: Breathe (Una Razón Para Vivir)
Año: 2017
País: Inglaterra
Dirige: Andy Serkis
Con: Andrew Garfield, Claire Foy y Tom Hollander
Cine Sin Fronteras 