Han pasado 13 años terrestres desde la última vez que el director James Cameron nos llevó a recorrer el fantástico mundo de Pandora, una luna que gira en órbita alrededor del planeta Polyphemus y que es hogar de los Na’vi, una raza de seres extraterrestres super inteligentes y con rasgos humanoides de casi 3 metros de altura. A pesar de que, en su momento, la épica aventura rompió con récords de taquilla a nivel internacional y cautivó al público gracias a sus revolucionarios efectos especiales en tercera dimensión, lo cierto es que el paso del tiempo no ha sido benévolo tanto para el uso de la tecnología 3D en los cines, como para la trama de Avatar. Ambas fueron quedando lentamente en el olvido colectivo, cortesía de Jedis y superhéroes que lograron acaparar la atención de una audiencia hambrienta de multiversos y secuelas.
Con un presupuesto estimado de 350 millones de dólares, Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua) llega a refrescarnos la memoria y a recordarnos el porqué Cameron, a sus 68 años de edad, continúa siendo el rey del mundo – o al menos de Hollywood –, título que él mismo se auto-impuso durante la entrega de premios Oscar en 1998 tras recibir el galardón a Mejor Director por Titanic. En cuestión de minutos, la esperada secuela nos conduce a través de los bellos y pintorescos paisajes de Pandora, sus gigantescas montañas flotantes y su exuberante jungla, con un sentido de familiaridad que pareciera que fue apenas ayer cuando nos pusimos nuestros lentes 3D para viajar a la tierra de los Na’vi por primera vez. No obstante, lo hace sin perder jamás su espíritu de curiosidad y de aventura, sorprendiéndonos constantemente a lo largo de sus 3 horas y 12 minutos de duración.
Luego de haber echado a la «gente del cielo» (los humanos) de Pandora y de asumir su rol como líder del pueblo Na’vi, Jake Sully (Sam Worthington), el ex-Marine convertido en Mesías, disfruta de la perfecta armonía que existe entre la naturaleza y los seres que habitan en ella en compañía de su esposa Neytiri (Zoe Saldaña) y sus cuatro hijos: Neteyam, Lo’ak, Tuk y Kiri. Sin embargo, dicho balance se ve interrumpido tras el arribo de un nuevo grupo de colonizadores, provenientes del planeta Tierra, quienes buscan explotar nuevamente la infinita cantidad de recursos que yacen en el lugar sagrado. Al obstaculizar sus planes y poner en riesgo el éxito de la misión, un grupo de militares, comandados por la teniente Ardmore (Edie Falco), decide infiltrarse entre los nativos con un solo propósito: deshacerse, de una vez por todas, de Sully y su familia.
«Los Sullys permanecemos juntos» re-afirma el protagonista a sus hijos, momentos antes de emprender un largo viaje en busca de un refugio que les brinde seguridad. Su travesía los conduce hasta los territorios de los Metkayina, un clan que habita en el litoral de los vastos océanos de Pandora. Ahí, Tonowari (Cliff Curtis) y su esposa Ronal (Kate Winslet), líderes del grupo, aceptan darles asilo y comienzan a mostrarles «el camino del agua». Una lección que les enseña a respetar el sacro equilibrio entre la flora y la fauna que co-existe en el fondo del mar, y que les será de utilidad a la hora de verse obligados a enfrentar a sus enemigos cara a cara.
A nivel técnico, Avatar: The Way of Water es impecablemente maravillosa. La fotografía de Russell Carpenter y la música de Simon Franglen se complementan mutuamente para crear envolventes secuencias de acción a gran escala y entrañables postales bajo el agua. La imaginación de Cameron se desborda por completo en la profundidad del océano, brindándonos imágenes con una nitidez espectacular que parecieran sacadas de un documental de naturaleza. Todo ello, aunado a la tecnología de punta utilizada para la realización de los efectos visuales, acaba sumergiéndonos y empapándonos en un realismo que da autenticidad al extraordinario mundo de fantasía construido exclusivamente para el filme.
Aunque la versión en tercera dimensión añade relieves y texturas, sobre todo en las escenas submarinas, el formato se siente menos innovador y más intrusivo que en la primera entrega. Por lo tanto, la experiencia no resultará inferior en caso que opten por verla de manera tradicional. Lo que si distrae un poco es la velocidad variable de fotogramas por segundo utilizada en las tomas de acción, la cual hace que éstas pierdan credibilidad y parezcan sacadas de un videojuego. Caso contrario ocurre en las secuencias filmadas bajo el agua, donde la efectividad es superior al crear la perspectiva de movimientos veloces y precisos en el mundo acuático.
Si bien la secuela vuelve a explorar varias temáticas que fueron tratadas en la película previa (el colonialismo y la ambición desmedida del hombre), éstas terminan pasando a un segundo plano para dar lugar a nuevas ideas que nos hablan sobre el significado de la familia y la responsabilidad de ser padre. Desafortunadamente, no todas funcionan, y parte de ello se debe a que Jake y Neytiri, los dos personajes con quienes ya habíamos establecido una conexión más íntima en la cinta anterior, apenas aparecen a lo largo del metraje. La historia prioriza los conflictos de los hijos de la pareja protagónica al llegar a Metkayina y sentirse, literalmente, como peces fuera del agua. Sin embargo, la falta de profundidad en su desarrollo evita que uno se involucre emocionalmente en sus batallas internas.
Pese a ello, Avatar: The Way of Water ofrece un festín visual como ningún otro. Una experiencia que debe ser admirada en la pantalla más grande, y que empuja el arte cinematográfico hacia nuevas e ingeniosas direcciones. Tras más de una década de ausencia, James Cameron regresa para callar a sus detractores y darnos una lección de cómo armar un proyecto de proporciones épicas, combinando drama, comedia y acción a través de una historia que, al igual que su predecesora, mantiene vigente un importante mensaje de conservación ambiental.
Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua) estrena en cines de Estados Unidos a partir del 16 de diciembre del 2022.

Título original: Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua)
Año: 2022
País: Estados Unidos
Dirige: James Cameron
Con: Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Kate Winslet, Cliff Curtis, Joel David Moore, Edie Falco, Jemaine Clement, Britain Dalton, Jamie Flatters, Trinity Jo-Li Bliss, Jack Champion y Bailey Bass