En años recientes, nos hemos cuestionado como sociedad si es posible separar al artista de sus obras. Si es o no correcto continuar celebrando el legado de filmes, programas de televisión, libros y álbumes musicales tras revelarse el historial de abusos y conductas inapropiadas de sus autores. La tecnología y las redes sociales han sido parte fundamental en esta difícil pero necesaria encrucijada, ya sea como vehículos de transparencia y libertad de expresión, o bien, como recintos virtuales donde los usuarios tienen la oportunidad de convertirse en jueces y verdugos al mismo tiempo. Una cultura de cancelación que ha arrasado con sistemas e instituciones arcaicas desde la raíz y que nos ha hecho más conscientes del contenido que consumimos, ayudándonos a redefinir a la par los criterios necesarios para colocar a las figuras públicas en pedestales de adoración.
Es en este ambiguo contexto cultural y social tan rotundamente relevante que Tár, el tercer largometraje del realizador norteamericano Todd Field (Little Children, In The Bedroom), encuentra terreno fértil para desarrollar su cautivadora y poco convencional historia. Una atípica cinta biográfica convertida en pesadilla que nos conduce por el desolador espiral de auto-destrucción de su protagonista, una célebre figura dentro del mundo de la música clásica que logró romper esquemas dentro de una feroz, sexista y excluyente industria gracias a su indisputable talento. Un elegante y sombrío cuento aleccionador sobre el poder y su capacidad para corromper y cegar a quien se deje seducir fácilmente por su despampanante pero engañoso brillo.
«Una de las figuras más importantes de nuestra era», se alcanza a leer en la biografía de Lydia Tár (Cate Blanchett) en su página de Wikipedia. Un extensa semblanza del New Yorker al inicio del filme detalla cada uno de los impresionantes logros alcanzados por la aclamada conductora de orquestas sinfónicas radicada en Alemania. Desde sus primeros estudios hasta sus notables aportes dentro del campo de la música clásica, la ganadora del EGOT tiene básicamente el mundo en la palma de su mano. Sobre el escenario, la maestro posee las cualidades propias de un Dios: controlar el tiempo, manejar a la gente, y decidir el tono y el rumbo de cada melodía. No obstante, fuera de éste, sus poderes no la hacen menos invencible que al resto de los mortales. Una dura lección que está a punto de aprender de la forma más impetuosa.
Las misteriosas circunstancias en torno al suicido de alguien cercano a la protagonista, las escalofriantes acusaciones de nepotismo y favores sexuales que comienzan a saturar los feeds de diversas redes sociales, y la ingobernable atracción que surge hacia Olga, una joven violoncelista que busca una oportunidad en la reconocida Orquesta Filarmónica de Berlin que ésta encabeza, ponen en jaque el balance de su vida personal y de su carrera profesional. La relación con Sharon (Nina Hoss), su pareja, comienza a tambalearse, la confianza con su asistente Francesca (Noémie Merlant) va quebrantándose ante cada mentira, y las alucinaciones nocturnas y sonidos extraños que emanan de cada rincón oscuro de su modernista residencia le arrebatan su paz interior.
Desde sus primeros instantes, Field construye en Tár un inusual relato, mostrándonos la inevitable caída de un ídolo de forma impredecible y totalmente alejada de cualquier convencionalismo. Gran parte de ello se debe a la gran mancuerna que realiza con Cate Blanchett, quien ofrece una de las interpretaciones más complejas y sublimes de su carrera. La actriz habita por completo dentro de su personaje, creando manierismos que esconden sus verdaderas emociones e involucrándonos en una atmósfera de paranoia cuya tensión va en crescendo cual composición musical, hasta rematar en un irónico pero sumamente devastador desenlace. El extraordinario trabajo de Blanchett es igualado por el resto de su elenco, en especial Nina Hoss (Phoenix), quien observa con asombro la red de mentiras que ha elaborado su cónyuge.
Hay demasiado por analizar y desmenuzar en Tár, sobre todo porque su director y escritor confía y deja que uno como espectador saque sus propios juicios y conclusiones. Las respuestas a varias interrogantes son tratadas con suficiente ambigüedad para que sea uno quien ate cabos y llegue a conjeturas. Un aspecto interesante, independientemente de las acciones y la conducta de la protagonista, es el de la fascinación de la sociedad americana por atestiguar el declive de la carrera profesional de una mujer. Resulta imposible no cuestionarse al término de la cinta si el destino de Lydia hubiera sido distinto si no se tratase de una mujer educada ocupando una posición de poder e influencia. En especial cuando hemos visto como otros hombres que han cometido iguales o peores fechorías reciben menores amonestaciones que no ponen en juego su estabilidad o futuro profesional. Incongruencias que hablan más sobre la naturaleza humana, sus prejuicios y sus sesgos a la hora de decidir quién es merecedor de la temible cancelación.
¿Es Tár víctima de un sistema que permitía que figuras de poder actuaran de tal manera sin consecuencia alguna, pero que ahora deben rendir cuentas gracias a herramientas como Twitter e Instagram? ¿Es posible separar su innegable talento y aún reconocer sus contribuciones a la música clásica a pesar de sus escándalos y controversias? ¿Es inevitable que el talento, la fama y el poder conlleven a la perdición? Así como éstas hay otras preguntas sin responder que nos invitan al diálogo. Tras más de 15 años alejado de los reflectores de Hollywood, Todd Field regresa con un relato asombroso y único que explora temáticas de suma relevancia a la época actual. Un complejo estudio de personaje entremezclado con un thriller que abandona lo común para explorar ese lado oscuro del poder, capaz de hacernos perder lo más valioso en la vida, incluyendo nuestras propias pasiones. Un excelso ejercicio fílmico, ejecutado con tremendo pulso y precisión. De lo mejor del 2022.
Tár está exhibiéndose en cines de Estados Unidos y está disponible a la renta y venta digital a través de PVOD (Premium Video On Demand).

Título original: Tár
Año: 2022
País: Estados Unidos
Dirige: Todd Field
Con: Cate Blanchett, Nina Hoss, Noémie Merlant y Mark Strong