De la extraordinaria mente de uno de los directores más visionarios de la industria cinematográfica, hace su esperado arribo Guillermo del Toro’s Pinocchio (Pinocho de Guillermo del Toro), una imaginativa re-interpretación de la reconocida obra literaria del autor italiano Carlo Collodi sobre una marioneta de madera que anhela convertirse en humano. Un relato de corte infantil popularizado por Walt Disney en 1940 que, en los últimos ochenta años, ha sido llevado al cine, a la televisión y al teatro en múltiples ocasiones, siendo el más reciente hace un par de meses a través de la plataforma digital Disney+, con la versión live-action del clásico animado protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Robert Zemeckis. No obstante, ninguna de estas adaptaciones había conseguido plasmar efectivamente el tono oscuro de las temáticas desarrolladas en el cuento original hasta ahora, gracias a la perseverancia y al entusiasmo del realizador mexicano, quien ha hecho de éste uno de sus proyectos de pasión por más de una década.
Con un impecable trabajo de animación en stop-motion, la cinta nos transporta hasta una pequeña villa italiana a principios del siglo XX, durante el periodo fascista comandado por Mussolini. Ahí conocemos a Geppetto (David Bradley), un carpintero solitario que aún no consigue superar la muerte de su único hijo, Carlo (un guiño al autor de la obra), tras un inesperado bombardeo ocurrido al término de la Primera Guerra Mundial. Una noche, desconsolado y bajo los efectos del alcohol, éste comienza a construir un muñeco de madera con las mismas dimensiones del infante fallecido, utilizando el fuerte tronco de un pino como material principal. Dicho leño es el hogar del pequeño Sebastian J. Cricket (Ewan McGregor), un simpático y parlanchín insecto quien, además de servir como el narrador del relato, también se convierte en el corazón y en la conciencia de Pinocchio, luego de que este cobra vida gracias al poder otorgado por una enigmática hada del bosque.
Sorprendido y frustrado a la vez, Geppetto busca a toda costa conseguir que Pinocchio, interpretado por el debutante Gregory Mann, se comporte de la misma forma que Carlo solía hacerlo, sin darse cuenta que las falsas expectativas que coloca en su hijo adoptivo comienzan a fracturar su relación. Fuera de casa, las cosas no son distintas para el ingenuo protagonista, cuya apariencia física provoca repulsión y burlas entre los habitantes del pueblo, y su pureza de corazón lo hace presa fácil del Count Volpe (Christoph Waltz), el codicioso líder de un carnaval rodante, y de Podestà (Ron Perlman), quien ve en el pequeño la madera necesaria para convertirse en un obediente y valiente soldado al servicio de Il Duce.
Quienes estén familiarizados con la historia original de Collodi sabrán de antemano el rumbo que tomará la cinta. No obstante, Guillermo del Toro, en conjunto con los guionistas Patrick McHale y Matthew Robbins, sorprenden con un par de inesperados giros que hacen de este relato uno de aceptación que funciona tanto para padres e hijos. Hay una escena al inicio del filme en la que Pinocchio observa el crucifijo de madera que cuelga sobre el altar de una iglesia, mientras cuestiona a su padre el porqué la gente del pueblo ama y venera a dicha figura, pero son incapaces de aceptarle a pesar de estar construidos por el mismo material. Es un momento emotivo que explora el concepto del amor al prójimo a través de una simple pero poderosa analogía y que muestra el desafortunado rechazo de los humanos ante lo distinto.
Guillermo del Toro’s Pinocchio es una película con un discurso anti-bélico que también nos lleva a cuestionar los límites entre la obediencia y la sumisión. Resulta irónico cómo una historia sobre una marioneta nos invita a reflexionar sobre quiénes son los verdaderos títeres y cuáles son las fuerzas que mueven sus hilos tras bambalinas. Asimismo, es a través del conocido recurso que hace crecer la nariz del protagonista cada vez que éste miente, que la cinta explora el valor de la verdad, un tema oportuno para el mundo en el que vivimos actualmente, donde las falacias cada vez son confundidas y celebradas como absolutas certezas.
A nivel técnico, la producción original de Netflix está a la altura de los grandes trabajos de animación en stop-motion que hemos visto previamente desfilar por la pantalla grande. La atención al detalle de su diseño de producción y de sus personajes es minucioso y excepcional. La música, a cargo de Alexandre Desplat, es maravillosa, y el elenco de voces, que reúne a varios colaboradores de cabecera de Guillermo del Toro, realiza un trabajo magistral. El único pero, si habría que ponerle uno, es que sus números musicales son poco memorables y hacen que el relato, al igual que algunos de sus chistes, se sienta demasiado infantil y desencaje con el toque sombrío y adulto de sus temas y atmósferas.
Co-dirigida por Mark Gustafson, Guillermo del Toro’s Pinocchio logra darle un giro refrescante al popular cuento de origen italiano, invitando a una nueva generación a descubrir – o re-descubrir – este imaginativo mundo de magia y misterio, alejándose de los convencionalismos narrativos y visuales impuestos por otros estudios de Hollywood. Es un proyecto que da rienda suelta al ingenio del aclamado director mexicano y que nos permite admirar, entre la belleza de sus imágenes y la desolación del mundo que le rodea, una conmovedora historia de amor entre padres e hijos, del complejo rol de los padres para saber guiar a sus hijos sin coartar su libertad, y de la responsabilidad de los hijos de obedecer sin perder su propio criterio. Un conmovedor relato sobre aprender a respetar y aceptar nuestras diferencias, y a perdonar los errores que, como humanos, no estamos exentos de cometer.
Guillermo del Toro’s Pinocchio (Pinocho de Guillermo del Toro) estrena en cines selectos de Estados Unidos a partir del 9 de noviembre y estará disponible en línea por streaming vía Netflix a partir del 9 de diciembre del 2022.

Título original: Guillermo del Toro’s Pinocchio (Pinocho de Guillermo del Toro)
Año: 2022
País: Estados Unidos, México, Francia
Dirige: Guillermo del Toro, Mark Gustafson
Con: Gregory Mann, David Bradley, Ewan McGregor, Christoph Waltz, Cate Blanchett, Ron Perlman, Finn Wolfhard, Tim Blake Nelson, John Turturro y Tilda Swinton