En vísperas de su cumpleaños, Sophie decide desempolvar una vieja videocámara que guarda uno de los tesoros más importantes de su vida: las imágenes de aquel inolvidable viaje a Turquía que emprendió junto a su padre hace casi treinta años. Vestigios de un adiós en el aeropuerto que, en su momento, parecía de lo más ordinario, pero que ahora ha cobrado un significado completamente distinto. Es posible que al volver a vivir las memorias de su aniversario número 11, ésta recobre el ímpetu de aquellos sueños de adolescencia que han quedado en el olvido. O tal vez, como madre primeriza, encuentre las respuestas a sus interrogantes de índole parental a través de las palabras y los consejos inmortalizados de Calum. Indistintamente de cuál sea el caso, la protagonista presiona el botón de rebobinar para echarse un clavado de nueva cuenta, no solo por las cálidas aguas del Mediterráneo, sino también por lo más profundo de sus recuerdos.
Es así, entre grabaciones y remembranzas, que Aftersun va construyendo una narrativa de carácter difuso que asemeja el funcionamiento de la memoria humana. A veces nos encontramos observando fotografías de antaño, o escuchando la voz de un ser querido que ya no se encuentra con nosotros y, de inmediato, nuestra mente va rellenando los huecos con sonidos, colores y emociones. Los detalles más insignificantes se convierten en los más valiosos, mientras que otros nos hacen cuestionar nuestra perspectiva de la realidad, en ocasiones idealizada o hasta distorsionada a raíz de nuestra propia inmadurez, sobre todo al re-visitar los episodios de la infancia.
Con mucho sacrificio, Calum (Paul Mescal, The Lost Daughter) se ha esmerado por darle a Sophie (la debutante Frankie Corio) unas vacaciones de verano memorables. Después de todo, es la oportunidad perfecta para que el joven treintañero re-conecte con su hija adolescente, quien vive con su madre en Escocia tras su separación hace algunos años. No obstante, el viaje arranca con una serie de contratiempos que, aunque mínimos para Sophie, lanzan de inmediato a Calum por un lento y silencioso espiral de melancolía. Mientras la videocámara captura los breves instantes de felicidad que compartieron durante su estancia en un resort todo incluido, los recuerdos de la protagonista complementan – y muestran – el otro lado de la moneda. El de una tristeza que constantemente ensombrece las bellas postales de su aventura familiar.
Aftersun es más que un conmovedor relato sobre el estrecho vínculo entre padre e hija. Es también una poderosa historia cuyos temas nos llevan a reflexionar sobre el orden natural de la vida, de los sueños e ilusiones que guardábamos de jóvenes y que hoy han quedado truncados u olvidados. De encontrar un sentido de pertenencia en este mundo que dista mucho de ser aquel lugar que solíamos conocer de pequeños. De cómo el amor es la única herramienta para luchar contra los demonios que cada uno cargamos en nuestro interior y evitar sucumbir ante las presiones y adversidades que se nos van presentando en el camino.
En su ópera prima, la directora inglesa Charlotte Wells entreteje una serie de viñetas que, en conjunto, construyen una sólida e íntima memoria llena de nostalgia noventera al ritmo de la Macarena, R.E.M., y de Tubthumping, el one-hit wonder de Chumbawamba. Un filme cuyo catártico y demoledor desenlace, acompañado por una versión melancólica de Under Pressure de la banda Queen con David Bowie, es capaz de dejar una huella indeleble por días, e incluso semanas, después de su visionado. Con extraordinarias y sinceras interpretaciones de Mescal y Corio, Aftersun es una pequeña joya sobre los viajes que realizamos al pasado, a veces en busca de respuestas, y otras más para revivir aquellos momentos junto a un ser querido que ha partido físicamente de este mundo.
Aftersun estrena en cines selectos de Estados Unidos a partir del 21 de octubre del 2022.

Título original: Aftersun
Año: 2022
País: Inglaterra, Estados Unidos
Dirige: Charlotte Wells
Con: Paul Mescal y Frankie Corio