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Reseña – Tesla

Extraño es el primer calificativo que viene a la mente luego de ver Tesla, cinta que aborda la vida y carrera del revolucionario inventor de una forma poco tradicional. Desde los primeros minutos del largometraje, el director Michael Almereyda deja en claro que no seguirá al pie de la letra las reglas y convenciones que han hecho del biopic un género sobrio y falto de audacia. Tras mostrarnos una disputa entre el protagonista y Thomas Alva Edison, la cual desencadena en una insólita guerra de helados, la voz de la narradora nos advierte: «Es bastante seguro que esto no fue lo que ocurrió». Momentos después, ésta abre su MacBook para explicarnos cómo una búsqueda de imágenes en Google solamente regresa las mismas tres o cuatro fotografías del impulsor de la corriente alterna. «Más allá de estas imágenes, los resultados son inciertos e imaginativos», menciona en su narración, confirmando lo que muchos ya sabíamos con anticipación: la vida del brillante físico fue y sigue siendo todo un enigma.

Pronto descubrimos que la mujer detrás de la computadora es Anne Morgan (Eve Hewson), hija del magnate J.P. Morgan e íntima amiga del científico serbocroata, quien nos remonta hasta 1884, año en el que Nikola Tesla hace su arribo a la ciudad de Nueva York para laborar en la compañía eléctrica de Edison. Sin embargo, tras una serie de malentendidos, éste decide fundar su propia compañía antes de vender las patentes de su generador de corriente alterna a George Westinghouse, el eterno rival de su ex-patrón. Ensimismado y de pocas palabras, Tesla era un hombre adelantado a su tiempo que prefirió llevar una vida solitaria para enfocarse plenamente al desarrollo de sus ideas. Brillante y de carácter humilde, éste jamás se dejó seducir por las riquezas y las banalidades que sus compañeros perseguían. Su mayor satisfacción era que sus inventos fueran utilizados por todo el mundo, aunque ello lo dejara, a veces, sin un sólido respaldo económico.

No cabe duda que Ethan Hawke es una pieza clave para que la película mantenga su ímpetu. Su actuación, con todo y una inesperada rendición en karaoke del éxito de los años ochenta Everybody Wants to Rule the World, es uno de los mayores aciertos de esta poco convencional cinta biográfica que sorprende por sus anacronismos y su tono tan alivianado y juguetón. En otra de las escenas, también ficticia, observamos al personaje de Edison, interpretado por Kyle MacLachlan, sacar su iPhone para revisar sus mensajes de texto. Aunque se agradece la intención de querer lograr algo diferente a lo acostumbrado, y mostrar, a través de estos guiños, los inventos contemporáneos que existen gracias al legado del extraordinario físico e ingeniero eléctrico, el resultado final termina por sentirse más como una parodia o una serie de viñetas que cuestionan el «¿qué hubiera pasado si…?», en lugar de ofrecernos una película de seriedad histórica.

Tesla repasa los logros científicos de su protagonista a la velocidad de la luz, por lo que quienes vayan en busca de un exhaustivo recuento de su vida personal y profesional probablemente encontrarán pocas anécdotas por descubrir. La película pone varios temas sobre la mesa de análisis, pero termina por dejarlos a medias tintas. Uno de ellos es el choque entre el idealismo y el capitalismo, el cual es apenas rascado en una escena donde Westinghouse le presenta dos alternativas: renunciar a sus regalías para poder llevar sus inventos a todo el mundo, o acumular riquezas a cambio de privar a las demás de sus ideas revolucionarias.

«Tal vez el mundo en el que vivimos es un sueño que Tesla soñó primero». Pese a su extrañez, tanto en forma como en tono, Tesla resulta fascinante y cautivadora gracias al trabajo de Hawke. La historia de un hombre que siempre estaba mirando hacia adelante, imaginando un futuro distinto e innovador, y soñando en conquistar al mundo, tal y como dice la letra de la melodía de Tears for Fears.

Calificación: **

Título original: Tesla

Año: 2020

País: Estados Unidos

Dirige: Michael Almereyda

Con: Ethan Hawke, Eve Hewson, Kyle MacLachlan y Josh Hamilton

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