La absurdidad de los juegos políticos en los Estados Unidos es presentada a manera de sátira en Irresistible, el segundo largometraje del comediante y ex-conductor de The Daily Show Jon Stewart. Un relato que parte de la elección presidencial del 2016 para mofarse no solo de las artimañas utilizadas por ambos partidos políticos para el beneficio de sus propios intereses, sino también de un sistema disfuncional que se ha convertido en el patio de recreo de las élites del país. Una contienda electoral con todo el sensacionalismo de un reality show que dividió a la inquebrantable Unión Americana, al exponer los contrastes ideológicos tan marcados que existen dentro del mismo territorio nacional.
Tras la derrota del partido demócrata en la carrera presidencial, el estratega político Gary Zimmer (Steve Carell) encuentra la oportunidad perfecta para redimirse de dicho descalabro en el protagonista de un video viral de internet. El individuo en cuestión es Jack Hastings (Chris Cooper), un marino retirado convertido en granjero quien es filmado mientras confronta verbalmente al alcalde de Deerlaken, un pequeño pueblo ficticio en el estado de Wisconsin, por sus conservadoras prácticas que incitan al odio y a la división. De inmediato, Gary emprende un viaje en jet privado hasta las entrañas del país.»The Real America» («La América Real»), como suele llamársele coloquialmente. Su plan es sencillo: convencer a Jack de postularse como el candidato demócrata a la alcaldía de la localidad, para así poder convertir su triunfo en una nota de carácter nacional que demuestre la hegemonía de su partido en una ciudad mayoritariamente republicana.
Las cosas se complican para el protagonista ante la llegada de Faith Brewster (Rose Byrne), la representante del partido republicano, para endorsar la campaña electoral de su contrincante. Poco a poco, la contienda va convirtiéndose en un verdadero circo. Los medios de comunicación caen en lo sensacionalista con tal de atraer y entretener al público, así sean notas falaces, mientras que las redes sociales se convierten en peligrosas armas de ataque al servicio de ambas facciones. «No es política, son matemáticas» menciona Gary a Diana (Mackenzie Davis), la hija del candidato. Un juego sucio en el que el dinero resulta ser el motor principal del ejercicio democrático del país.
Stewart no perdona, y agarra parejo al criticar la doble cara de ambos partidos políticos. La película tiene sus gratos momentos de humor, cortesía principalmente de Steve Carell y Rose Byrne, cuya química es innegable. Detrás de la comedia, Irresistible guarda un oportuno mensaje de empatía que ayuda a reconciliar esas ideas equivocadas o generalizaciones sobre los simpatizantes de cierto grupo político, mostrándonos que, en el fondo, todos luchan por la misma causa, así vivan en una zona rural en medio del país, o en una de las urbes más grandes.
No obstante, como sátira, a ésta termina faltándole mucho más filo a su colmillo. Hay situaciones que no funcionan y que desencajan con el tono de la cinta, por ejemplo, la del millonario asistido por tecnología que decide apoyar financieramente la campaña de Jack. Asimismo, las audiencias internacionales que no estén tan familiarizadas con ciertas dinámicas políticas y sociales que existen en los Estados Unidos quizá podrían batallar para conectar con la historia, e incluso, podrían encontrar el humor un tanto ajeno o extraño.
Aunque entretenida y con un sorprendente giro que levanta el acto final, la cinta no es tan irresistible como su título lo indica. Una sátira política muy tibia que retrata lo ridículo y lo fracturado de un sistema electoral que solamente beneficia a unos cuantos. Lamentablemente, su enfoque tan temporal y local terminará por limitar su audiencia meta, y por hacer que una revisión futura tal vez se sienta un poco caduca.
Calificación: ** 1/2
Título original: Irresistible
Año: 2020
País: Estados Unidos
Dirige: Jon Stewart
Con: Steve Carell, Rose Byrne, Chris Cooper, Mackenzie Davis, Topher Grace y Natasha Lyonne
Cine Sin Fronteras 