En abril del 2015, dos hombres allanaron una pequeña galería de arte en la ciudad de Oslo, llevándose consigo un par de pinturas valuadas en más de 20 mil euros. Para Barbora Kysilkova, el hurto de sus obras fue un duro golpe emocional. Más allá de la enorme pérdida económica, ambos lienzos guardaban un gran valor sentimental para la joven artista de origen checo, quien recién había comenzado una nueva etapa de su vida en Noruega. Es por ello que, al tener la oportunidad de encarar a uno de los ladrones en la corte, Barbora aprovecha para recabar las pistas que le permitan encontrar el paradero de las dos piezas extraviadas.
Lo que sucede a continuación es algo totalmente inesperado. Fascinada por la enigmática presencia de Karl Bertil, la pintora invita al bandido a su estudio privado para realizarle un retrato al óleo. Después de todo, es lo menos que el hombre puede ofrecer para reparar los daños ocasionados por su mal comportamiento. Un castigo inusual para un delincuente acostumbrado a pagar sus fechorías en prisión. Al presentarle la obra final, Karl Bertil rompe desconsoladamente en llanto. Por primera vez en su vida, alguien lo ha observado con compasión y sin prejuicios, capturando la belleza interior que esconde detrás de sus tatuajes y de su ruda fachada.
En The Painter and the Thief, el director Benjamin Ree plasma la improbable amistad que surge entre dos almas rotas en busca de redención. Bien dicen que no hay mal que por bien no venga, y en el caso de Barbora y Karl Bertil, es gracias al robo de las pinturas que ambos encuentran la inspiración necesaria para salir adelante y superar los traumas que llevan arrastrando durante años. El acceso tan privilegiado e íntimo de la cámara de Ree permite que uno genere un estrecho vínculo con los personajes, haciéndonos partícipes de sus penas y de sus anhelos.
La edición del documental es pieza clave, no solo para conocer a fondo a sus dos protagonistas, sino también para mostrar cómo a veces escondemos nuestros sentimientos y dejamos muchas cosas sin decir, sin darnos cuenta que quizá esas palabras de aliento, o ese cálido abrazo, podrían tener un tremendo impacto en los demás. Incluso, podrían significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Estrenado en la edición del Festival de Sundance 2020, donde fue acreedor al premio especial del jurado, The Painter and the Thief es un conmovedor relato que nos enseña el importante valor de la empatía y la compasión. Basta con ver más allá de lo que aparece en la pintura para darnos cuenta que, en el fondo, todos somos iguales y estamos en busca de alcanzar la misma felicidad. Una fascinante historia que nos permite observar las impredecibles vueltas del destino, y el surgimiento de grandes amistades en los lugares menos pensados.
Calificación: *** 1/2
Título original: The Painter and the Thief
Año: 2020
País: Noruega
Dirige: Benjamin Ree