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Reseña – The Rider (El Jinete)

A veces la vida nos prepara difíciles pruebas que no sólo cambian el rumbo de nuestro camino, sino que éstas también nos hacen renunciar a los sueños que con tanto anhelo luchábamos por alcanzar. En medio de los grandes estrenos de verano, una pequeña producción de corte independiente tuvo su estreno en cartelera sin causar mucho revuelo. Nos referimos a The Rider (El Jinete), el segundo largometraje de la directora Chloé Zhao (Songs My Brothers Taught Me), el cuál antes de llegar a las pantallas de los Estados Unidos había cosechado premios importantes en varios festivales de cine alrededor del mundo, así como un par de nominaciones a los Independent Spirit Awards el año pasado, incluyendo Mejor Película.

Zhao nos lleva hasta las llanuras de Dakota del Sur para presentarnos una historia que desdibuja la línea entre la ficción y lo real, muy en la tradición del llamado cinema verité. Aprovechando la belleza natural de los paisajes, los cuales imprimen un toque de poesía y melancolía, The Rider nos introduce al mundo de los rodeos, y de los vaqueros que ponen sus vidas en riesgo en cada jornada. En este pequeño universo rural, apartado de la modernidad de las grandes metrópolis norteamericanas, hay un implícito costo asociado con el nivel de masculinidad. Los hombres trabajan en el campo, entrenando animales salvajes, tomando alcohol con sus amigos, frecuentando los casinos y los bares, arriesgándolo todo al realizar peligrosas maniobras dentro del ruedo.

El protagonista de la cinta es Brady, un joven que se describe a si mismo como un ser roto. Brady tenía un futuro prometedor como jinete de rodeo. No sólo contaba con el aclamo del público, sino también con la admiración de los niños y adolescentes que soñaban con lograr lo que éste había conseguido. Sin embargo, una terrible lesión en la cabeza le ha cambiado la vida por completo. Los médicos le han dado el peor pronóstico que pudiese imaginar: nunca podrá volver a montar un caballo, ni competir en el rodeo. Al ver sus sueños truncados de forma inesperada, Brady deberá adaptarse a un estilo de vida que lo hace sentirse menos hombre en una comunidad donde la virilidad es signo de poder. Es así como observamos la lucha interna del protagonista, entre su orgullo y su salud física. Esta lucha lo pondrá frente a un dilema de vida o muerte: aceptar su nueva condición de vida alejado de lo que más le apasiona, o continuar con su carrera de jinete sin importar las consecuencias.

La cámara de Chloé Zhao, acompañada por el director de fotografía Joshua James Richards, capturan pequeños momentos del personaje y sus alrededores, logrando un retrato intimista, western, y casi poético que principalmente evoca el trabajo del realizador Terrence Malick. Resulta sumamente interesante ver cómo Zhao, originaria de China, plasma la atmósfera y el estilo de vida rural de los Estados Unidos a la perfección. The Rider es un filme contemplativo, cuyo lento ritmo nos permite ir conectando a un profundo nivel emocional con sus personajes.

Al igual que en su cinta debut, la directora vuelve a trabajar con actores no profesionales. Esta es una hazaña de gran consideración, especialmente al presenciar la poderosa actuación de Brady Jandreu, quien jamás había estado frente a una cámara. De acuerdo con testimonios del actor, la mayor parte de la historia del protagonista está basada en su propia vida. Brady es en realidad un jinete de rodeo que sufrió una fractura en el cráneo, y que por obvias razones se vio obligado a renunciar a su vocación. Su padre y su hermana también aparecen en pantalla, interpretando los mismos personajes. Es aquí donde observamos el poder de la narración de Chloé, quien entrelaza efectivamente dos géneros, el de la ficción y el documental, generando un drama realista y convincente.

The Rider es un conmovedor filme que nos muestra las difíciles batallas de la vida, especialmente las de aquellos que han quedado discapacitados tras haber sufrido un accidente o enfermedad. Es un relato universal sobre cómo a veces nuestros planes y nuestros sueños se desmoronan en cuestión de segundos, y lo duro que resulta aceptar la realidad y salir adelante. Hay una frase del protagonista que me gustó mucho porque captura la esencia de la historia y su mensaje: cuando un animal tiene un accidente, éste es sacrificado de inmediato. Sin embargo, con los humanos es diferente. Los humanos reciben una segunda oportunidad de vida, y es por ello que no hay que desaprovecharla o dejar que se esfume de las manos.

No se pierdan The Rider, una de las mejores películas que han sido estrenadas en el 2018.

Calificación: ****

Ficha técnica:

The Rider

El Jinete

Año: 2017

País: Estados Unidos

Dirige: Chloé Zhao

Con: Brady Jandreau, Tim Jandreau, Lilly Jandreau y Lane Scott

 

 

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