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Los cambios en los Oscares y su lucha por la relevancia

Un día después de haber anunciado la re-elección de John Bailey como Presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS por sus siglas en inglés), la junta de gobernadores del organismo dio a conocer tres grandes cambios a la ceremonia de los premios Oscar que entrarán en vigor en el transcurso de los siguientes dos años:

  1. La entrega de premios tendrá una duración de 3 horas. Para ello, algunos de los premios serán entregados durante los cortes comerciales en el recinto donde se llevará a cabo la ceremonia. Posteriormente, un resumen de los ganadores en dichas categorías será presentado a lo largo de la emisión televisiva
  2. Una nueva categoría hará su debut el próximo año: Mejor Película Popular (Outstanding Achievement in Popular Film)
  3. A partir del 2020, la ceremonia de premiación adelantará su fecha un par de semanas para realizarse a principios del mes de febrero (9 de febrero)

Diversos medios como Variety, The Hollywood Reporter e Indiewire han dado a conocer que la razón detrás de estos cambios corresponde a una serie de exigencias por parte de la cadena de televisión ABC, encargada de transmitir la ceremonia de los premios Oscar. De acuerdo a información publicada en sus sitios de internet, ABC exigió a la Academia actualizar su concepto con tal de aumentar los ratings. Ejecutivos del canal de televisión, propiedad de Disney, se han mostrado preocupados ante la estrepitosa caída de ratings de la máxima gala del séptimo arte.

La entrega número 90 de los premios Oscar, la cuál se llevó a cabo hace apenas cinco meses, registró el nivel de audiencia más bajo en los últimos años. La emisión de casi cuatro horas de duración no logró conectar con el público juvenil, y de acuerdo con la ABC, esto se debe a la falta de blockbusters entre las listas de nominados. La expansión de la categoría Mejor Película para incluir un total de cinco hasta diez nominadas parece no haber rendido los frutos esperados. Más allá de permitir la entrada de mega-producciones o películas de género, este cambió logró que cintas independientes más pequeñas se colaran entre las nominadas.

Entendemos que los Oscares busquen re-inventarse y cambiar sus anticuadas reglas con tal de volverse cool y relevante con la generación de millenials. Sin embargo, al menos dos de los cambios propuestos el día de hoy resultan problemáticos, y los fieles seguidores de la entrega de premios se volcaron a las redes sociales para expresar su inconformidad.

Reducir la duración de la emisión televisiva a tres horas es una excelente idea, sobretodo para aquellos que siguen la transmisión desde la costa este de los Estados Unidos. Sin embargo, la manera como proponen condensar el show no me parece el adecuado. Los Oscares existen para celebrar a los ganadores. Hay quienes han esperado toda una vida para tener una de las estatuillas doradas entre sus manos. Es su momento de gloria y fama. Quitarle tiempo a los ganadores, y relegarlos a los cortes comerciales, me parece una falta de respeto para los nominados. Obviamente las categorías más vulnerables serían las que premian el trabajo de los cortometrajes, los efectos y la mezcla de sonido, maquillaje y vestuario, etc.

Hay muchas formas de lograr una emisión más concentrada: quitar los números musicales y mandarlos al pre-show durante la alfombra roja. Deshacerse de los múltiples (e interminables) montajes que celebran la historia de los Oscares o algún género cinematográfico en particular. No tener un host, o simplemente limitar su rol a un pequeño monólogo de introducción. No más pizzas para repartir entre los invitados, bolsas de golosinas cayendo del cielo, etc.

Sin embargo, el cambio que más furor ha causado es el de la nueva categoría Mejor Película Popular, y con tremenda razón. Primeramente, el nombre de la terna da a entender que las cintas nominadas a Mejor Película no son populares. Asimismo, crea una segregación innecesaria entre blockbusters y las producciones de bajo presupuesto. Una nominación a Mejor Película Popular podría resultar contra-producente, ya que da la impresión que la cinta fue considerada no tanto por sus méritos artísticos, sino por ser la favorita del público.

Ahora bien, la Academia no dio a conocer cómo se elegirían a los nominados. Lo único que reveló es que una película puede estar nominada en ambas categorias: Mejor Película y Mejor Película Popular. ¿Las nominadas se basarán en la recaudación de taquilla a nivel doméstico o internacional?, ¿cuál es el criterio para seleccionar películas de Netflix que no salieron en cines, pero que han sido vistas por millones de personas?, ¿las tendencias en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram tendrán valor agregado? ¿la ganadora será elegida por el público?.

Hay quienes consideran que esta categoría fue creada para calmar los ánimos con respecto a las producciones de nuevas compañías como Netflix, las cuales han sido ignoradas por la Academia en las principales categorías de los Oscares al cargar con el estigma de no haber sido estrenadas en algún complejo cinematográfico. Sin embargo, no puedo evitar ver un enorme conflicto de interés entre ABC y la creación de esta categoría por parte de la Academia.

Disney es dueño de la cadena ABC, la cuál transmite los Oscares. ABC exige a la Academia crear una categoría para premiar al mejor blockbuster o película popular. En lo que va del 2018, Disney ha distribuido cinco de las diez cintas más taquilleras o populares, por lo que es posible que este nuevo premio acabe en las manos de dicha compañía. La falta de parcialidad en el asunto es alarmante, y por lo tanto no me parece que sea una buena idea.

El cambio de fecha a principios de febrero es el único cambio acertado. Este año, la temporada de premios me pareció eterna, y tanta ceremonia previa a los Oscares (Golden Globes, SAG Awards, Independent Spirit Awards, etc) hizo que el máximo evento perdiera fuerza.

Como mencionamos anteriormente, el anuncio de estos cambios ha provocado una enorme ola negativa de comentarios a través de redes sociales, incluyendo a muchos de los miembros de la Academia quienes no fueron consultados por la junta de gobernadores para realizar estas drásticas modificaciones. Creo que aún hay tiempo para que la Academia pueda retractar algunos de estos cambios. Sin embargo, creo que el desastre de relaciones públicas no ayudará en lo absoluto a tratar de mantenerse relevante entre el público juvenil.

¿Ustedes que opinan?. ¿Están de acuerdo con los nuevos cambios anunciados por la Academia, o comparten algunas de nuestras ideas en contra de la implementación de una nueva categoría? ¿Creen que éstos ayuden a que los Oscares vuelvan a ser relevantes? 

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