En una sociedad donde la impunidad y la injusticia reinan descaradamente, y donde la línea que separa a las autoridades de quienes cometen los crímenes es cada vez más delgada, uno se ve empujado a tomar la justicia por su propia mano. Sin embargo, la venganza es un instinto que solamente produce más odio y más violencia. El «ojo por ojo, diente por diente» es un llamado a continuar viviendo en un círculo vicioso del cuál resulta imposible escapar.
En Matar a Jesús (Killing Jesus), la venganza se convierte en el tema principal de esta producción colombiana dirigida y co-escrita por Laura Mora Ortega, la cuál está basada en su propia tragedia personal. Luego de presenciar el asesinato de su padre, un profesor de bachillerato, a plena luz del día, Paula (Natasha Jaramillo) se siente frustrada por la falta de atención que las autoridades policiacas de la ciudad de Medellín le prestan a la investigación del caso. Cada semana ocurren cientos de homicidios, y la excusa de la corporación gubernamental es que éstos no cuentan con personal suficiente para encontrar a los responsables y ponerlos tras las rejas.
Una mera coincidencia hace que Paula cruce su camino con Jesús (Giovanny Rodríguez), el chico responsable de asesinar a su padre. Obviamente Jesús no tiene ni la menor idea de quién es la jovencita, por lo que éste caerá en el juego de seducción orquestado por la protagonista. Sin nada que perder, Paula se adentrará a los barrios más peligrosos de la ciudad para planear su revancha en contra del hombre que arruinó la vida de ella y de sus familiares cercanos.
Mora Ortega toma una experiencia difícil y muy dolorosa de su vida personal, y la convierte en un intenso relato que explora a fondo la problemática de la violencia que ha invadido a cientos de ciudades en toda Latinoamérica. Aunque la historia se basa en Colombia, lo cierto es que los conflictos que ésta retrata son muy parecidos a los que también se pueden observar diariamente en varias ciudades de México, donde la delincuencia organizada ha rebasado la capacidad de las autoridades. La directora presenta esta realidad sin tapujos y de forma cruda, en ocasiones con cámara en mano para darle ese toque extra de realismo. Sin embargo, Mora Ortega también aprovecha el medio cinematográfico para contrastar la violencia en las calles con unas secuencias líricas que muestran el anhelo reprimido de libertad de aquellos que pasaron de ser víctimas a convertirse en victimarios.
La participación de actores no profesionales ayuda a Matar a Jesús a preservar su estilo realista, y las actuaciones de Natasha Jaramillo y Giovanny Rodríguez son intensas y convincentes. Matar a Jesús es un filme que no justifica los actos de aquellos que han encontrado en el crimen organizado su única escapatoria para sobrevivir y encontrar solvencia económica, pero que si nos muestra que la raíz de este problema social es mucho más compleja de la que imaginamos. Asimismo, la película es un llamado a evitar utilizar la violencia como la única forma de acabar con la violencia. Este tipo de soluciones no ayudan a resolver el verdadero problema, y solamente nos llevan más lejos de alcanzar la anhelada paz y tranquilidad.
Calificación: ****
Título original: Matar a Jesús (Killing Jesus)
Año: 2017
País: Colombia
Dirige: Laura Mora Ortega
Con: Natasha Jaramillo, Giovanny Rodríguez y Camilo Escobar