Con la dulzura y la energía de una melodía pop veraniega, Hearts Beat Loud (Sonidos del Corazón) es un divertido y conmovedor relato sobre las difíciles decisiones que a veces se nos presentan de frente, y los cambios tan radicales que éstas traen consigo. Brett Haley, director de I’ll See You in My Dreams y The Hero, nos presenta una cinta con mucho ritmo que hará latir nuestros corazones al compás del sonido electrónico de los sintetizadores.
Frank (Nick Offerman) y Sam Fisher (Kiersey Clemons), padre e hija, están atravesando por grandes cambios en sus vidas. El primero está a punto de cerrar las puertas de una tienda de música que ha administrado por casi dos décadas en Brooklyn. Las nuevas generaciones han dejado de consumir música en formato físico, la venta de discos de vinilo tiene un mercado muy reducido, y el efecto de la gentrificación en este distrito de Nueva York ha hecho que el alquiler del local comercial aumente a un precio insostenible. Desafortunadamente para Frank, el cierre de su negocio coincide con la partida de Sam, quien espera con ansias el inicio de su nueva vida estudiantil en la costa oeste del país. A pesar de llevar la música en la sangre, la chica ha decidido continuar con su sueño de convertirse en una doctora.
En una de sus recurrentes sesiones de música, el dueto graba una melodía escrita por Sam, la cual tiene el potencial de convertirse en un verdadero hit musical. Entusiasmado y convencido por el gran talento de su hija adolescente, Frank publica la canción en uno de los servicios de música streaming sin imaginarse la buena recepción por parte del público. Es entonces cuando Sam se enfrentará a un gran dilema: quedarse en Brooklyn para emprender una carrera artística al lado de su padre, o ingresar a la escuela de medicina en busca de un futuro más estable y menos riesgoso.
Hearts Beat Loud comparte ADN con el cine musical de John Carney (Once, Sing Street), especialmente con la cinta Begin Again. Las melodías compuestas por Keegan DeWitt para el filme son pegajosas y capturan el tono de la historia a la perfección. Desde el infeccioso ritmo del track que le da nombre a la película, hasta el beat de los teclados que acompañan a la catártica Everything Must Go. «You told me I was brave, and I will remember that» (Me dijiste que era valiente, y eso siempre lo recordaré) entona la actriz Kiersey Clemons, quien canta el tema Blink (One Million Miles) con mucho sentimiento, dedicándosela a su crush en pantalla Rose, interpretada por Sasha Lane.
Brett Haley ha demostrado ser un gran director de actores. Lo hizo con Blythe Danner en I’ll See You in My Dreams, y más recientemente junto a Sam Elliott en The Hero. Nuevamente, Haley consigue lograr que la historia avance gracias al trabajo y entrega de sus dos protagonistas. Nick Offerman tiene la oportunidad de interpretar un personaje más serio que de costumbre, aunque aprovecha cualquier oportunidad para darle ese toque de simpatía y comicidad a su actuación. Kiersey Clemons, a quien quizá recuerden por su papel en la película Dope, es quien termina robándose la película con su frescura y naturalidad, tanto en su interpretación como a la hora de cantar los temas musicales.
La historia de Hearts Beat Loud podrá sonar simplista e incluso hasta trillada, pero su energía musical y sus actuaciones logran conquistar, divertir y conmover hasta al más renuente espectador. Hearts Beat Loud es más que un emotivo relato entre padre e hija. Es una melodía que nos recuerda que la vida siempre estará llena de cambios, sorpresas y obstáculos, y que nos enseña a ver hacia el futuro con una perspectiva positiva. Aquí no hay lugar para las canciones tristes. Solamente para aquellas que nos hagan sentir el amor y disfrutar de la vida al máximo.
Calificación: *** 1/2
Título original: Hearts Beat Loud (Sonidos del Corazón / Los Corazones Laten Fuerte)
Año: 2018
País: Estados Unidos
Dirige: Brett Haley
Con: Nick Offerman, Kiersey Clemons, Toni Collette, Sasha Lane, Ted Danson y Blythe Danner