Crown Heights está basada en una historia real que se dio a conocer a través del programa de radio This American Life hace más de una década. La cinta gira alrededor de Colin Warner, un joven de raza negra del barrio Crown Heights de la ciudad de Brooklyn, quien a principios de los años 80 fue detenido por la policía y acusado por un homicidio que no cometió.
El joven actor Lakeith Stanfield, a quien vimos recientemente en el filme taquillero Get Out, ofrece una sobresaliente intepretación como el protagonista de la historia: un chico de bajos recursos que termina siendo una víctima más del racismo y la injusticia que impera en el sistema judicial de los Estados Unidos. Pese a la falta de evidencia en el caso y la aparente sospecha sobre los testigos del crimen, Colin Warner es sentenciado a más de 20 años de prisión. Durante la siguientes dos décadas Carl King, el mejor de amigo de Colin, buscará ayuda legal con tal de demostrar la inocencia de éste y poder devolver su libertad.
No cabe duda que la historia del caso de Colin Warner es una que nos llena de rabia y que pone en evidencia las fallas y la impunidad de las supuestas autoridades de los Estados Unidos, quienes por años se han ensañado en perjudicar a los hombres de raza negra, mandándolos a prisión y obstruyéndoles el acceso a un juicio justo. El hecho de que casos como éste sigan repitiéndose en la actualidad habla del gran problema que persiste en la sociedad norteamericana, y de la gran oportunidad que tenemos, como sociedad, para evitar que estas injusticias sucedan. Por ratos, la historia me recordó demasiado al exitoso documental mexicano Presunto Culpable, el cuál presenta un caso muy similar sobre una persona inocente a quien se le ha adjudicado un delito que no cometió, y que exponía la corrupción e impunidad del sistema judicial mexicano.
Y es debido a la naturaleza de la historia que quizá el haber tratado de ficcionalizarla terminó saliendo contraproducente. Hoy en día, el género documental ha encontrado una gran acogida gracias a servicios de streaming como Netflix, quienes han logrado que este tipo de filmes o docu-series sean más accessible al público. Basta con ver el gran éxito que obtuvo la serie de televisión Making a Murderer, lanzada por Netflix hace un par de años. La historia detrás de Crown Heights pierde fuerza al llevarla a la ficción y al intentar narrar un suceso tan grande y complejo en tan solo 94 minutos de duración. Como película, Crown Heights se queda corta y el estilo que Matt Ruskin emplea para presentar y desarrollar la historia no le ayudan. Estamos ante un suceso que no requería del típico tratamiento hollywoodense ni de los clichés de las cintas de este género para vendernos la historia.
Se agradecen las buenas intenciones, y como lo mencioné anteriormente, las actuaciones son sobresalientes y el mensaje principal del filme no se pierde. Sin embargo, creo que la historia merecía un tratamiento distinto que le hiciera justicia a su grandeza y relevancia, y creo que eso se hubiera conseguido de haber optado por presentarla a manera de documental, o bien, de haber estado en manos de un realizador con mayor experiencia.
Calificación: **
Título original: Crown Heights
Año: 2017
País: Estados Unidos
Dirige: Matt Ruskin
Con: Lakeith Stanfield, Nnamdi Asomugha y Natalie Paul
Cine Sin Fronteras 