Han pasado cuatro años desde que los dinosaurios abandonaron su hábitat en la isla Nublar para recorrer el mundo en completa libertad, no solo provocando caos y destrucción a su paso, sino también desequilibrando el fino balance que sostenía a los distintos ecosistemas del planeta. Daños irreversibles ocasionados por el mismo hombre en su implacable afán por jugar a ser Dios. Y aunque uno quisiera suponer que finalmente la humanidad ha aprendido su lección, la ambición continúa cegando a algunos, quienes siguen empeñados en desafiar las leyes de la naturaleza con tal de obtener más riqueza y poder. Una receta que anticipa, nuevamente, un final desastroso y un futuro desolador: el comienzo de una nueva era jurásica.
Una plaga apocalíptica de saltamontes tamaño jumbo ha estado arrasado con cientos de hectáreas de sembradíos en el estado de Texas, poniendo en jaque las actividades agrícolas del país y alterando drásticamente la cadena de suministros alimenticios para el sustento de sus habitantes. Estos gigantescos insectos han llamado la atención de la paleobotánica Ellie Sattler (Laura Dern), quien sospecha que la compañía genética Biosyn, encabezada por el enigmático Lewis Dodgson (Campbell Scott), se encuentra detrás de la peste. Después de todo, los cultivos que utilizan sus productos parecieran ser inmunes al ataque de los bichos. Sin embargo, la única forma de comprobar su hipótesis es recolectando evidencia y obteniendo el patrocinio de un respetado científico. Para ello, la sobreviviente del Parque Jurásico acude a dos viejos amigos en busca de ayuda: el reconocido paleontólogo Alan Grant (Sam Neill) y el siempre sarcástico Ian Malcolm (Jeff Goldblum), quien casualmente trabaja para el conglomerado en uno de sus laboratorios secretos.
Mientras tanto, el CEO de Biosyn ordena a un grupo de mercenarios secuestrar a Maisie Lockwood (Isabella Sermon), la nieta de uno de los ex-fundadores del parque original, ya que ésta posee información valiosa que podría revolucionar el campo de la genética. El ex-entrenador de Velociraptors, Owen Grady (Chris Pratt), y la ex-administradora del centro de atracciones Jurassic World Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), quienes se habían convertido en tutores de la joven rebelde, se embarcan en una frenética búsqueda con el objetivo de regresarla sana y salva a casa y formar una familia. Es así como la nueva guardia y la vieja escuela de la franquicia jurásica coinciden de forma inesperada en las remotas instalaciones de la controversial compañía, un santuario de dinosaurios que yace entre las cordilleras italianas, uniendo sus fuerzas y sus habilidades para evitar una nueva catástrofe mundial.
Si han leído estos primeros párrafos y han acabado con una terrible migraña intentando encontrar lógica a la descabella premisa de la película, no los culpamos en lo absoluto. De hecho, hay un momento al inicio de Jurassic World Dominion (Jurassic World Dominio) en el que Claire exclama confundida: «¡¿Qué está pasando?!», mientras uno se cuestiona exactamente lo mismo. Una aventura de parque temático convulsiva y desquiciada, plagada de sobre-explicaciones e incoherencias, que nos lleva de un extremo a otro del globo terráqueo con un tono igualmente agitado. Desde la parodia, a través de un supuesto reportaje viral de YouTube con el que arranca el filme, hasta los guiños al cine de espías gracias a una frenética persecución en Malta, la cinta es un engrudo de géneros que jamás logra decidir qué historia desea contar, y termina aventando múltiples sub-tramas al aire con la esperanza que alguna tenga un adecuado aterrizaje.
Colin Trevorrow, quien cedió la silla de director al español J.A. Bayona en la entrega previa (Jurassic World: Fallen Kingdom), retoma las riendas de la franquicia que revitalizó hace 7 años, valiéndose del factor nostalgia como principal imán de taquilla. En busca de repetir tal hazaña, el realizador se ha dado a la tarea de reunir al elenco original de Jurassic Park, el cual no había tenido la oportunidad de compartir créditos en pantalla desde aquella épica aventura Spielbergiana en 1993. Sin duda, es todo un deleite ver a Dern, Neill y Goldblum juntos de nueva cuenta, con la misma química que tenían hace tres décadas, y eso, por sí solo, hace que valga la pena el precio de admisión. Desafortunadamente, la película tiene poco material que ofrecerles, por lo que sus personajes terminan pasando a segundo plano y sus arcos narrativos son demasiado inconsecuentes.
Ni Pratt, ni Dallas Howard, y vaya, ni siquiera los dinosaurios, consiguen robarse el protagonismo en Jurassic World Dominion. Hay tanto ocurriendo al mismo tiempo que nadie posee una clara ventaja. Todos los personajes sufren de la misma falta de desarrollo, incluyendo a quienes realizan su debut en la saga. DeWanda Wise, quien da vida a la intrépida piloto Kayla Watts, y Mamoudou Athie, el brazo derecho del jefe de Biosyn, solamente existen para mover la trama por un carril fijo, del punto A al B, sin permitirnos conocer más sobre ellos. Incluso, las sorpresas a lo largo del filme son mínimas. Fuera de un par de nuevas criaturas prehistóricas, el resto de la película arriesga poco, prefiriendo reciclar fórmulas previas con tal de satisfacer a los fanáticos, en lugar de avanzar la historia y llevarla hacia lugares y direcciones inesperadas.
Aunque Jurassic World Dominion toma la ruta fácil y evade explorar a profundidad las consecuencias y las problemáticas de vivir en un mundo en el que humanos y dinosaurios deben aprender a co-existir, ésta resulta más entretenida y ágil que la entrega anterior. A estas alturas, es más que evidente que el éxito de Jurassic Park es algo imposible de replicar, incluso trayendo a los actores de dicha aventura de regreso. La evolución es necesaria. De lo contrario, la franquicia está condenada a una pronta e inminente extinción.
Jurassic World Dominion estrena en cines de Estados Unidos a partir del 10 de junio del 2022.

Título original: Jurassic World Dominion (Jurassic World Dominio)
Año: 2022
País: Estados Unidos
Dirige: Colin Trevorrow
Con: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Laura Dern, Sam Neill, Jeff Goldblum, Campbell Scott, Isabella Sermon, DeWanda Wise y Mamoudou Athie