Arraigado al cine de denuncia social, el realizador británico Ken Loach (I, Daniel Blake) torna su mirada hacia la llamada «gig economy» en su más reciente largometraje Sorry We Missed You. Un austero pero potente drama familiar que lanza una dura crítica a esta nueva modalidad de empleo que en los últimos años se ha popularizado en todo el mundo, a pesar de sus obvios riesgos y de su carácter tan deshumanizado. Al igual que en sus trabajos previos, Loach muestra la apatía de la sociedad y las fallas de un sistema inicuo a través de un relato que sobresale por su realismo y autenticidad.
Tras haber perdido gran parte de su patrimonio en la crisis financiera del 2008, Ricky (Kris Hitchen) y su esposa Abbie (Debbie Honeywood) han hecho hasta lo imposible para sacar adelante a su familia. Ante la escasez de empleos formales, las oportunidades que ofrece la «gig economy» se han convertido en su única opción para sobrevivir y poder llevar pan a la mesa. Oficios temporales demandantes y mal remunerados que, al realizarse bajo la opacidad de un contrato, eluden las normas encargadas de proteger los derechos y prestaciones de los trabajadores. Labores indispensables para algunas compañías tecnológicas que, valiéndose de su fachada innovadora, terminan aprovechándose de la necesidad y la desesperación de la gente en pro de llenar sus bolsillos.
Ricky invierte todo el capital de la familia en la compra de una vagoneta para conseguir trabajo en una empresa de paquetería. Mientras tanto, Abbie se dedica a cuidar de un grupo de ancianos, a quienes visita diariamente en sus hogares para ayudarles a realizar sus tareas más pesadas. Las largas jornadas laborales han provocado que sus hijos Seb (Rhys Stone) y Liza (Katie Proctor) crezcan en la soledad de su casa de alquiler, sin el apoyo de alguien que los guíe por el camino del bien. Poco a poco, los muros que sostienen el hogar comienzan a tambalearse, poniendo en evidencia las grietas de sus relaciones familiares, y cuestionando el precio de los dolorosos sacrificios que han realizado.
Sorry We Missed You se siente tan cercana a la realidad que resulta imposible contener la rabia al observar las distintas injusticias por las que atraviesa el protagonista. Loach crea un íntimo lazo de empatía con sus personajes, que uno termina sufriendo junto a ellos en sus caídas, y alentándolos a llegar con éxito a la cima. No obstante, en su acto final, la historia se inclina hacia la tragedia como un recurso para generar una fuerte reacción emocional, al grado de provocar que uno se desconecte por completo de la misma. Algo similar nos ocurrió con la ganadora de la Palma de Oro I, Daniel Blake, que en su afán por conmover al espectador recurría a los excesos manipultativos. «Cada familia tiene sus propios problemas» hace mención uno de los personajes de la cinta. Sin embargo, aquí los conflictos ocurren de manera sucesiva y son llevados al extremo, ocasionando que el relato vaya perdiendo la credibilidad que había ido ganando a pulso.
Como experiencia cinematográfica, Sorry We Missed You es difícil y devastadora. Hay que agradecerle su incisiva crítica social, una que seguramente encenderá los motores de un oportuno debate sobre las problemáticas asociadas con este nuevo sistema de empleos informales que tanto se ha puesto de moda en todo el mundo. Uno donde la competitividad de las empresas, aunado a las altas exigencias y los bajos costos del cliente, se convierten en el pretexto ideal para solapar los abusos e iniquidades de las comunidades más vulnerables. Buenas actuaciones por parte de un reparto de debutantes, quienes ayudan a crear esa atmósfera realista y mísera. Un filme importante y necesario, cuyo mensaje desafortunadamente se ve mermado ante sus forzados giros emocionales.
Calificación: ** 1/2
Título original: Sorry We Missed You
Año: 2019
País: Inglaterra, Francia, Bélgica
Dirige: Ken Loach
Con: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone y Katie Proctor