«Quiero que el mundo sepa que existo» pronuncia Rudy Ray Moore, un tenaz emprendedor quien, a pesar de los múltiples obstáculos que cruzaron por su camino, jamás se dio por vencido en su búsqueda por alcanzar la fama con la que tanto soñó. Luego de haber probado suerte como cantante, bailarín, comerciante y hasta adivino, Moore finalmente encontró el éxito deseado como comediante de stand-up. Su rutina humorística se basaba en un personaje intrépido, mujeriego y mal hablado llamado Dolemite, una amalgamación de chistes e historias populares de la comunidad afro-americana que inmediatamente lo convirtieron en toda una celebridad. Sin embargo, el protagonista tenía puesta la mirada en un objetivo aún más grande y retador: llevar su personaje a la pantalla grande para así poder llegar a todos los rincones de la Unión Americana.
Es así como surge la idea de realizar Dolemite, una película que no solamente acabaría rompiendo con récords de taquilla en el año 1975, sino que también se convertiría en uno de los títulos más representativos del llamado blaxploitation, un subgénero cinematográfico muy popular de aquella época en los Estados Unidos. En ella, Moore daba vida al personaje titular, un valiente y vulgar proxeneta con gran talento para las artes marciales, quien descubriría una red de corrupción tras salir de prisión. Con la ayuda de sus amigos y el financiamiento económico de la compañía encargada de distribuir sus álbumes de comedia, Rudy fue montando la producción del largometraje sin tener experiencia alguna en el ámbito del cine. No obstante, su perseverancia y su facilidad de palabra terminaron convenciendo a D’Urville Martin, un actor que venía de trabajar junto a Roman Polanski en la aclamada cinta Rosemary’s Baby, para co-protagonizar y dirigir el proyecto fílmico.
Dolemite is my Name (Mi Nombre es Dolemite) es una divertida comedia que nos presenta el detrás de cámaras de esta infame producción cinematográfica, la cual con el paso de los años terminó convirtiéndose en una cinta de culto entre los fanáticos de este subgénero. Dirigida por Craig Brewer (Hustle & Flow, Black Snake Moan) y distribuida por Netflix, la cinta consigue transportarnos de manera efectiva a los años setenta gracias a su impresionante diseño de producción, al fabuloso vestuario a cargo de la recién ganadora del premio Oscar Ruth E. Carter (Black Panther), y a su vibrante soundtrack.
Ahora si se vale decir que Eddie Murphy está de regreso, y vaya sensacional manera de hacerlo. Una interpretación tan natural que no sólo le permite a Murphy demostrar de nueva cuenta su genialidad para la comedia, sino que también le ofrece suficiente material dramático para poner a prueba su talento histriónico. El actor baila, canta y se mete de lleno en un personaje que brilla por su optimismo y su constancia. A Murphy lo acompaña un elenco de primera, el cual incluye otro gran regreso a la pantalla grande. Nos referimos a Wesley Snipes, quien da vida a Martin, y lo hace de manera fantástica al imprimir mucho humor y simpatía. Keegan-Michael Kay, Craig Robinson, Tituss Burgess, Mike Epps, Da’Vine Joy Randolph, Chris Rock y el rapero Snoop Dogg (amigo de Rudy en la vida real) complementan el reparto multi-estelar.
Dolemite is my Name está en una sintonía muy parecida a The Disaster Artist. Al igual que en la cinta protagonizada y dirigida por James Franco en el 2017, esta comedia se mofa del bajo nivel de producción y la falta de experiencia de un equipo conformado por principiantes, quienes sueñan conquistar el sueño dorado de Hollywood. La diferencia entre Dolemite y The Room es que Moore y el resto del equipo se dan cuenta de lo absurdo del guion y simplemente deciden divertirse con éste y llevarlo al extremo, mientras que Tommy Wiseau siempre observó su historia con total seriedad. Asimismo, es importante tomar en cuenta el contexto social en el cuál surgió Dolemite. Una película que pese a su bajo presupuesto y a sus ridículas situaciones ofrecía una ventana única para presentar un relato hecho por miembros de la comunidad afro-americana para el entretenimiento de la misma.
El subgénero del blaxploitation no es uno que goza de popularidad fuera de los Estados Unidos, por lo que este filme podría ser para muchos el primer acercamiento a este tipo de cine. A pesar de su proliferación en los años setenta, estas películas han ganado detractores quienes denuncian que sus historias promueven demasiado los estereotipos de una minoría que por años ha luchado por acabar con los prejuicios de la sociedad. Aunque hay cierta validez en dichos argumentos, también hay que reconocer que este movimiento cinematográfico fue revolucionario en sí, al lograr que Hollywood reconociera que las cintas escritas, dirigidas y protagonizadas por estrellas afro-americanas no solamente tenían una ferviente audiencia, sino que también eran un negocio redituable.
Dolemite is my Name es una tremenda gozada. La conmovedora historia del underdog que vence las adversidades y consigue hacer sus sueños realidad gracias a su imparable tenacidad y entrega es una que funciona, pese a seguir un formato que resulta un tanto convencional. Una estupenda comedia que coloca a Eddie Murphy dentro de la lista de mejores actuaciones del año, por lo que una posible nominación al premio Oscar no es una idea tan descabellada. Para quienes no estén familiarizados con Dolemite, les recomiendo echarle un vistazo a la cinta de 1975, la cual se encuentra disponible a través de la plataforma de streaming Amazon Prime. Ambas películas se complementan a la perfección, y uno termina por apreciar mucho más la obra original tras conocer la historia detrás del telón. La lección de Dolemite is my Name es clara: a veces es necesario que pasen casi 45 años para que el mundo finalmente descubra nuestra existencia y nuestros logros. Es por ello que nunca hay que desistir de nuestros objetivos, ya que uno desconoce cuales serán los planes del destino.
Calificación: ***
Título original: Dolemite is my Name (Mi Nombre es Dolemite)
Año: 2019
País: Estados Unidos
Dirige: Craig Brewer
Con: Eddie Murphy, Wesley Snipes, Keegan-Michael Key, Da’Vine Joy Randolph, Craig Robinson, Tituss Burgess, Mike Epps, Chris Rock y Snoop Dogg.